Un viernes intentaron robarme.
Me quitaron mis cosas.
Y me hicieron mucho daño.
Tú apareciste.
Me defendiste, los golpeaste hasta
dejarlos inmoviles.Mientras que yo te gritaba que pararas.
Tirada en el suelo, llorando.
Me llevaste corriendo de emergencias
al hospital.Nunca te vi tan desesperado.
Tan preocupado.
Yo solo podía escuchar tus gritos a lo lejos
que no cerrara los ojos.Gracias, gracias por salvarme la vida en ese momento.
Aunque cada día sentía que me matabas
poco a poco.
Amelia.