Fue un jueves en que estaba caminando por los pasillos cuando sentí tu mirada sobre mi.
Así fueron pasando los días, cada día que entraba por esa puerta, tu me mirabas.
Sentía remolinos en mi estomago cuando cruzabamos miradas.
Esa tarde abrí mi casillero, y cayo un papel.
'Esperame en el estacionamiento' decía con tu nombre.
Fui hacia donde me dejiste y ahí estabas tan guapo como siempre.
Con tu chaqueta de cuero y tus jeans.
Esa tarde fue el comienzo de todo.
Amelia.