IX

2.4K 342 50
                                    

Inesperadamente, mi mano se deslizó hacia su cadera. Se instaló allí y lo acerqué a mí, Taeyong inhaló bruscamente. Lo tenía contra mi cálido pecho, cincelado a la perfección. ¿Por qué debía ser tan perfecto?, extendió sus manos hacia mis hombros y comenzó a dibujar pequeños círculos en ellos, me acerqué un poco más y acaricié su cuello con delicados besos, haciéndolo temblar ligeramente. Inclinó la cabeza hacia un costado, invitándome a que sus labios se rozaran contra los míos. Nuestras respiraciones se mezclaban y nuestros corazones palpitaban con el mismo ritmo, estábamos perdidos entre nosotros y la pequeña habitación.

Sus labios eran de un rosa pálido que me recordaban a un pequeño capullo de rosa. El labio superior era más delgado, pero no demasiado, y tenía el arco de forma de un cupido natural. Mientras que el inferior, era un poco más lleno. Amaba besarlos una y otra vez, la sensación era increíble y cada vez que nos separábamos, volvíamos a hacerlo de nuevo, simplemente no podía tener suficiente. Podía sentir suavidad, pasión y la promesa de la dulzura por venir.

En medio del silencio, nuestros abrazos se sienten como un pequeño toque del cielo, juntos, acogedor. Ojalá pudiera extender la noche sólo para tenerlo mucho más tiempo conmigo, sintiéndome seguro junto a él. Sus brazos envueltos alrededor de mi cuerpo me traen una especie de paz que nunca he conocido antes, un calmante para las tormentas generadas dentro de mi interior. Sus caricias son lo único que necesito, son la luz en la oscuridad, una estrella solitaria cubriendo un cielo vacío.

"Jaehyunnie, siempre quédate conmigo."

"Eres todo lo que quiero en este mundo."

"Estoy tan feliz."

Siempre soltaba las mismas palabras y yo reía ligeramente, mientras le daba un pequeño beso sobre la mejilla, haciéndole saber que jamás lo dejaría ir. Luego se acurrucaría mucho más contra mi cuerpo, haciéndose pequeño, buscando algo de seguridad bajo mi toque. Yo lo recibía con los brazos abiertos porque lo amaba más que a nada, finalmente podía tenerlo para mí y creía que seguía flotando sobre alguna nube dentro de mis sueños, pero al verlo a los ojos nuevamente, me daba cuenta de que todo estaba pasando de verdad.

"Hyung, jamás te dejaré ir."

"Siempre cuidaré de ti."

"Yo también me encuentro tan feliz y es todo gracias a ti."

Al principio fue difícil, tratamos de ocultarlo de los demás, pero un domingo por la mañana, Yuta y Johnny nos atraparon besándonos sobre la mesada de la cocina y rápidamente traté de inventar alguna excusa, pero ambos se miraron y rieron a carcajadas .Taeyong se unió a ellos y soltó unas risas algo tímidas, acercó su mano a mi mejilla, tratando de calmarme.

"No te preocupes, Jaehyun. No es como si no lo supiéramos."

Dijo Johnny, una vez que logró recomponerse.

"¡Sí, estábamos esperando que sucediera, pero se tardaron demasiado!"

Exclamó Yuta con una sonrisa en su rostro y se llevó a Johnny fuera de la cocina, dejándonos solos. Ambos sonreímos aliviados y nos encargamos de preparar el desayuno, ya no había nada que esconder.

Con el tiempo los demás miembros se fueron enterando de nuestra situación, todos se alegraron, en especial los miembros más pequeños. Jisung y Chenle bromeaban con que parecíamos una pareja de casados, dándonos el rol de padre y madre de todo el grupo.

"Solo son niños, Jaehyun. No debes molestarte con lo que dicen. ¿No crees que es algo lindo que digan qué eres como mi esposo?"

"Ah, Taeyongie hyung. No vuelvas a repetirlo que siento que voy a morir de vergüenza...pero sí, lo encuentro adorable."

"¿Así que eso significa que me pedirás matrimonio en un futuro?"

"H-hyung...no sé cómo responder a eso."

"¡Solo estoy bromeando contigo, Jaehyun!"

"Pero...tampoco me disgustaría."

"Ven aquí, mi lindo Jaehyunnie."

Me llamó en voz alta y se lanzó sobre mis brazos, dándome múltiples besos sobre mis mejillas y mi frente, demasiado adorable para soportarlo. Lo acerqué mucho más contra mí y lo besé dulcemente, disfrutando cada momento que podía sentir sus labios sobre los míos.

"Hyung, ¿puedo decirte algo?"

"Por supuesto, ¿qué quieres decirme?"

"Te amo."

Taeyong se quedó en silencio por unos segundos, hasta que levantó la mirada y noté como un precioso brillo apareció en aquellos ojos oscuros que me atraparon desde un principio.

"Y yo te amo a ti, Jaehyunnie."

Éramos una estrella de luz entre un crepúsculo oscuro. Éramos todas las estrellas del cielo condensadas en un solo punto. Éramos todo y nada a la vez, pero estábamos juntos y eso era lo único que importaba.  

My Thoughts On You (JAEYONG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora