never mind the odds (I'm gonna try my luck)| stylinson [español]

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Harry no vio a Louis ese día después de todo lo que pasó con Zayn. O el día después a ese. O el día después al anterior. Para el momento en que Harry dejó el hospital el jueves en la tarde, estaba entrando en un estado de pánico.

Sabía que Louis había visto una de sus cirugías el lunes en la tarde, pero este se las había arreglado para salir de la galería antes de que Harry pudiera siquiera hablarle, y luego le mensajeó el martes, diciendo que estaría lejos del hospital por un tiempo porque tenía que trabajar algunas cosas en la oficina del London Now. Luego fue un email inusualmente cortante en vez de una llamada o un mensaje, a lo que Harry trató de no leer mucho entrelineas.

Y, como que—Harry sabía que era absurdo. Pero no podía parar de pensar en Louis, ese era el tema. Pasa que cuando pasas cada día con alguien tan lindo, inteligente y en general, fantástico, como Louis Tomlinson, empiezas a extrañarlo bastante rápido cuando no está cerca.

Harry estaba algo impresionado de lo rápido que se acostumbró al sarcasmo de Louis, o su manera de escribir en el block de notas que siempre llevaba a mano, o de cómo sus ojos se arrugaban aún más cuando trataba de no reírse de uno de los estúpidos chistes de Harry.

Y lo peor era, que Harry no sabía si Louis lo estaba evitando porque de verdad estaba ocupado, o por alguna otra razón que causara su misteriosa y repentina ausencia en el hospital.

"Sólo llámalo," sugirió Perrie mientras bebían el jueves por la noche, rodando sus ojos como si fuera la acción más obvia. "Y pide otra ronda," agregó como idea adicional, haciéndole una seña al bartender para captar su atención.

"¡No puedo simplemente llamarlo!" insistió Harry luego de beber el último sorbo de su cerveza.

"¿Por qué no? ¿Acaso no tienes su número?"

"No, sí lo tengo. Pero llamarlo es una idea terrible, ¿sí? Porque, he estado bebiendo. Es poco profesional. Además, ¿qué pasa si ahora me odia?"

Perrie lo estudió con una ceja alzada. "¿Te das cuenta lo ridículo que estás siendo, cierto?" preguntó seriamente luego de un largo rato.

Harry suspiró molesto. Sí, sabía exactamente lo ridículo que estaba siendo. Era una sensación que no conocía, él normalmente era confiado, equilibrado, y bastante razonable cuando se trataba de esto.

"Lo llamaré," finalizó, sintiendo un potente cóctel de pánico, euforia y alcohol revolviéndose en su interior, haciéndolo sentir estúpido y valiente.

"Eso es, amigo," dijo Perrie, palmeándole la espalda y bebiendo un largo sorbo de su trago. "Y Harry."

"¿Sí?"

"No lo hagas muy raro. Sólo se casual."

Harry asintió y tomó su celular. Casual. Él podía ser casual. Casual era su segundo nombre. Bueno, Edward era su segundo nombre, pero eso no importa. Antes de poder pensárselo dos veces, sacó la arrugada tarjeta de contacto que Louis le había dado hace dos semanas de su bolsillo y marcó el número que estaba impreso en letra pequeña.

El teléfono timbró una vez, dos veces, y luego la voz de Louis se escuchó por el parlante, pequeña pero maravillosamente familiar. "Hola, has llamado a Louis Tomlinson. No estoy disponible para contestar por el momento, pero si dejas tu nombre y número trataré de llamarte lo más pronto posible. ¡Adiós!"

¿Louis había rechazado su llamada? ¿Debería dejar un mensaje? ¿Debió haber llamado en un principio?

Un bip mecánico lo devolvió a la Tierra. "Oh, mierda," murmuró. "Um, digo—¡hola Louis! Es—um, Harry—Styles. Del hospital." Esto no iba bien. Se aclaró la garganta y con valentía siguió hablando. "De cualquier manera, solo estoy llamando para—um," Oh Dios, ¿por qué estaba llamando? ¿En qué estaba pensando? Esto es un gran error. "—para sólo, um. Ya sabes. Saber cómo estabas. Em—como no has estado por aquí desde hace unos días. Así que sí, sólo llamaba para decir—em, ¿qué onda?"