Capítulo II

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¿Qué pasaba con él? Simplemente cayó en la exasperación y se dejó llevar. Las lágrimas salían de él sin su consentimiento, eran tan saladas y calientes. Ya no podía continuar sufriendo porque Felipe le trataba como un extraño, y lo más importante: no podía continuar preguntándose por qué se había ido con Ezequiel; ¿desde cuándo se conocían? ¿por qué se lo llevó? ¿quién los esperaba para que se fuera con ese traidor? Bufó al no hallar respuesta. Decidió ponerse en pie y caminar al IAD, sólo quería dormir, mas abrazó sus propias rodillas entregándose al amargo llanto.

—Decile algo a la cámara.

«No, no, no», alzó la cara y vio cómo se acercaba hacia él filmandolo.

—¿Qué querés! —espetó desviando la mirada, no quería que lo vieran así.

—Venganza es lo que quiero. Te propongo un trato, yo no muestro ésto y vos hacés lo que yo diga.

Torció la boca. Ésta vez le permitió a sus lágrimas salir al modo que quisieran; se levantó apretando los dientes y sintiéndose débil.

—¿Sabés qué? —Su voz era tan tensa, su respiración estaba entrecortada. Aquél ardor en el pecho que sentís cuando estás nervioso, o estás a punto de hacer algo importante, se apoderó de Gabo—. Estoy harto de que me pongan condiciones, —su voz quería quebrarse, pero no quería hacerlo frente a él—; estoy harto de ser yo el que tenga que aceptar. Andá con tus chantajes a otra parte, mostrale el vídeo a Francisco, a Isabel, a quién quieras, —puso una mano en su boca, sus labios no dejaban de temblar—. ¡Mostraselos! —gritó volviendo a ser el centro de atención—. ¡Qué esperás? ¡Largate! —El chico se quedó impactado. Sabía que Gabo tenía su carácter, sin embargo, no imaginó que pudiese reaccionar de esa forma; entendió que Felipe le importaba más de lo que creía. —De acuerdo —sonrió maliciosamente, provocando un aumento en la ira del delantero.
    Ahora ya tenía un plan, y el delantero le ayudó a formularlo; no interesaba lo que Ezequiel había hecho, destruir a los Halcones era más importante. Pero... ¿Gabo significa tanto para Felipe?, Necesitaba averiguarlo.

Sin más remedio se escabulló en el entrenamiento de las Águilas, «ésto será mejor que tomarle un vídeo a Olson», rio ante la situación. Felipe estaba lleno de coraje, y en cada movimiento quería probar de qué estaba hecho; verlo ahí no le afectaría a Lorenzo y a los demás, pero a Gabo sí. Lo único que necesitaba es que al diez le afectara, aunque... al delantero ya le lastimaba más de lo que podía admitir.

—Hey, ¿te pasa algo, hermano? —preguntó Ricky al verlo entrar con la mirada ausente y los ojos lastimados.

—Estoy bien —respondió cortante—, me voy a bañar.

No quería, ni necesitaba, ni le importaba hablar con alguien. Al entrar al baño sólo quiso que el agua se llevara sus lágrimas y tristeza, ¡pero no era así! Lloraba silenciosamente y tomaba su cabello desesperadamente, quería arrancar cada mechón de su cabeza. Y quería hacer lo mismo con su corazón para ver si así dejaba de sentir.

No entendía por qué lloraba tanto, al ser un chico normalmente contenía bien las lágrimas, pero en ésta ocasión no lo lograba. Se sentía tan cansado y desesperado, no sabía si era por la situación con Felipe o simplemente el hecho de ser controlado​ por sus emociones. «Madura, Gabo.»

No quiso hablar con sus amigos, así que al terminar de ducharse se sumergió en un bendito sueño que sólo se ocupó de prepararlo para la exposición, y vaya que le ayudó. Por unos minutos logró olvidar todo lo que pasó y se concentró en el trabajo.

Aunque no fueron el mejor equipo, tuvo la certeza de que no fue el peor, podía sonar duro, pero algo en él le hacía pensar que el grupo de Dedé sería algo... que por ningún otro motivo se iba a perder.

La exposición inició como todos lo esperaban, pero las constantes sonrisas de su amigo y su actitud relajada, hacia que el trabajo perdiera seriedad. El vídeo finalmente se puso a pesar de que Catorce casi ni llegaba, sin embargo, la sonrisa que Gabo antes tenía se esfumó al ver lo que se estaba transmitiendo.

—¡Marcalo, Felipe! —gritó Félix.

No, no, no. Puso sus manos en cada parte de su cabeza. Felipe estaba jugando... en las Águilas Imperiales. Reconocía bien ese juego, y ahora lo estaban poniendo en vez del trabajo de Dedé. ¿Qué clase de broma era esa?

—¡¿Qué hacés, Dedé!? ¡Quitalo! —gritó Gabo alterado. Estaba tan enfadado, y su ira aumentó al ver cómo Felipe abrazaba a cualquiera​ cuando hacía un gol.

Sus amigos no lograban quitar el vídeo, hasta que sacaron de ahí la USB. Sin duda se consiguieron un nuevo problema con Olson, pero a Gabo ya no le interesó.

—Gabo —llamó Dedé por quinta vez—, te estoy diciendo la verdad. Yo no tuve nada qué ver con eso. Fuera de las bromas, sé lo mucho que querés a Felipe​, no podría hacerte algo así.

Las palabras de su amigo al igual​que sus gestos parecían sinceros, suspiró esperando no equivocarse con él —te creo —dijo con una débil sonrisa.

—Qué bueno que se arreglaron —interrumpió Ricky—, no me los imagino peleados. ¿Por qué no vamos a celebrar​ jugando un partido en la consola?

Y ahí estaba, otra sonrisa en su rostro. En aquel momento agradeció tener amigos como esos.

—¿Qué pasó? —dijo Ricky—, ¡y ahora qué le hiciste a la consola, Dedé?

—Yo no le hice nada —respondió Dedé viendo la pantalla totalmente​ negra.

Vieron las demás pantallas y ninguna estaba encendida.

—Sí soy capaz —dijo... ¿él? Se acercó a la pantalla principal donde acostumbraban a ver los partidos, y ahí estaba Gabo.

—¿Qué?

—¡Que sí soy capaz de dejar el IAD por vos! —gritó en el vídeo, todos los que estaban allí se acercaron a ver. No podía ser posible, Camilo había grabado todo—, ahora y siempre, cuando vos quieras me voy.

El vídeo cambió de toma.

—Estoy harto de ser yo el que tenga que aceptar. Andá con tus chantajes a otra parte, mostrale el vídeo a Francisco, a Isabel, a quién quieras —agachó la cabeza avergonzado, sus dos amigos lo miraban decepcionados—. ¡Mostraselos! —gritó una vez más—. ¡Qué esperás? ¡Largate!

Todos se quedaron observando a Gabo, el vídeo volvía a repetirse. —¿Qué significa ésto?

Jelou xD
Probablemente piensen lo mismo que yo, «está super forzado y super mal el capítulo», sorry de verdad, pero es un tanto difícil darle continuación a un One-Shot. Ojalá que a alguien le haya gustado o lo haya leído. Y nada, comenten, voten, hagan lo que quieran, pero disfruten de la lectura.

Lady StoneHeart. 🎶

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