Midoriya no sabía cómo responder a la incógnita de su guardián, era más que obvio que si negaba la euforia que crecía en su pecho el mayor no le creería así que decidió asentir suavemente su Cabeza en señal de afirmación.
Un suspiro salió de los labios del pelinegro, estaba enamorado de su príncipe, así lo llamaba en sus pensamientos, pero por lo visto era un amor unilateral, nunca podrían estar juntos, era horrible ese sentimiento de rechazo que albergaba ahora en su corazón, quería llorar y volver al reino para comer un delicioso pastel hecho por su madre, mas no podía hacer eso, así que solo sonrió y dio por terminada esa charla.
Antes del anocher decidieron acampar en un bosque, ataron los caballos a unos árboles cerca del rio para que pudieran beber agua, estaban a 5 horas del Reino de Fuego, cenaron unas alitas de cigüeñas asadas hechas por la cocinera del Reino quien era la madre del pelinegro, luego de la cena siguieron conversando un rato de temas triviales dejaron la fogata encendida y se fueron a dormir.
El sol hacia su acto de presencia, de la misma manera que los jóvenes montaron sus respectivos caballos y llegaron a las tierras de Endeavor quien era todo lo opuesto a mi padre el rey All Might.
Al cruzar las puertas del reino pudieron apreciar la pobreza de los moradores, en comparación con el clérigo y la clase noble, las ropas y calzados de los pueblerinos estaban rotas y desgatadas y los niños tenían una mirada llena de tristeza , esas tierras estaba sumida en la pobreza y desesperación, pero lo que desconcertó más a ambos jóvenes fue ver a una mujer embarazada totalmente flaca y desnutrida, motive más que suficiente para que el peliverde se desmontara de su caballo blanco y fuera directo a donde la mujer.
— Hola como esta bella dama—. Exclamo el joven peliverde inclinándose ante ella y mirándola fijamente.
— Acabo de llegar al pueblo y veo que está embarazada por eso le quiero regalar no a usted sino a su bebe unos panes, una torta y algunas frutas que traje del anterior pueblo que visité.
— Pero ni siquiera me conoce. - exclamo sorprendida la mujer.
— Es simplemente un regalo— dijo poniendo todo en el suelo y montando su caballo nuevamente.
Los caballeros al darse cuenta de los forasteros informaron a Su Alteza Real y este mando a 5 de sus subordinados para que los trajesen al castillo.
Los jóvenes iban galopando cuando de repente estaban rodeados por unos caballeros con armaduras grises y el símbolo del reino de fuego en su pecho.
— El Rey Endevor solicita su presencia inmediata en el Castillo Real, nosotros los escoltaremos hasta allá—. Dijo uno de los caballeros.
— Esta bien, de todos modos, ese era nuestro destino— exclamo Iida mirando seriamente al rubio de mirada aterradora.
— Ohh, así que iban a ver a Endeavor- sama, ¿con que propósito? - exclamo irritado el explosivo pelirrubio.
— Nuestros motivos no son de tu incumbencia, solo eres un simple guardián como el resto —. Exclamo altanero Iida.
— ¿Que rayos dijiste?, puedes darte por muerto —. iba a continuar con sus insultos y amenazas cuando noto que al lado del pelinegro se encontraba un sujeto con ropa demasiado colorida y cabello rubio alborotado, nada atractivo a su vista.
— ¿Quién eres tú y porque vistes de esa manera? —.
— Soy un juglar y he venido aquí para ofrecerle mis servicios al rey —.
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Amor Entre Dos Reinos
RomansaAU.... Midoriya Izuku príncipe del Reino de Esperanza se había enamorado a primera vista de aquel chico de larga cabellera bicolor, en ese tiempo era una aberración enamorarse de un hombre, pero había una excepción si este era un doncel, Todoroki lo...