~Parte Dos~

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El omega se encontraba parado frente a una improvisada cama, hecha básicamente de telas y almohadones. Michael se encontraba detrás de él, pegando su erección al trasero del rubio y tomando su cintura. Se sentía excitado y fascinado con el omega.

Pensaba que aunque no aceptara su nudo, lo marcaría. Era tan diferente a todos los betas y omegas con los que había estado. El omega era tímido y daba ternura. Su alfa se había vuelto loco con el simple pensamiento de no poder quedarse con él. Lo necesitaba. No podía explicar esa conexión que había desarrollado en unas pocas horas. Lo sentía, era su alma gemela.

El rubio también lo sentía, pero estaba tan nervioso, que no podía expresarlo como deseaba.

"Desnúdate" ordeno el alfa al tiempo que se sentaba en la cama improvisada. Quería ver a su omega, quería verlo desnudo de nuevo, pero ahora disfrutándolo como debía. Quería grabarse su cuerpo y silueta en la mente.

El rubio comenzó a desvestirse, algo torpe. Intento cubrirse con las manos la entrepierna, pero el alfa las retiró inmediatamente. Se avergonzaba de su cuerpo. De niño fue algo obeso, y eso le dio una inseguridad enorme a lo largo de la adolescencia.

"Ven aquí" señalo Michael su regazo.

El rubio obedeció inmediatamente y se sentó sobre su regazo. El alfa paso sus brazos por su cintura y el omega posó sus manos sobre el pecho del alfa.

Se vieron a los ojos, se dio la conexión todavía más. Sus miradas decían lo que no podían expresar con palabras. Amor, compañerismo, compromiso, una promesa. Un lazo.

Un alfa y un omega juntando sus almas para siempre.

El rubio tomó la iniciativa ésta vez. Juntó sus labios con los del alfa. El beso era algo torpe y tímido por parte del omega. El alfa tardó un par de segundos en corresponderlo, y en cuanto pudo, tomó las riendas del mismo. Dándole paso a un beso suave y tierno. Expresando nuevamente sus sentimientos.

Michael depositó al rubio en los almohadones y continuo besándolo. Se hizo un espacio entre sus piernas y comenzó a delinear el cuerpo del omega. Sus manos recorrían desde sus hombros hasta su cadera. Dando caricias suaves y depositando besos en su cuello y clavículas. El omega por su parte, acariciaba la espalda ancha del alfa y se dejaba hacer.

Michael descendió poco a poco por el cuerpo del omega, besando todo a su paso. Paró unos instantes en sus pezones. Los mordió, besó, y chupó a su antojo. El omega se removía debajo de él. Soltando pequeños gemidos y arqueando ligeramente la espalda.

El pelinegro continuó bajando hasta su abdomen, donde se detuvo una vez más y repartió besos por toda esa porción.

El rubio comenzaba a lubricar ligeramente. Su olor se volvió todavía más fuerte y volvía loco al alfa. Michael sólo quería poseerlo y marcarlo, anudarlo hasta ya no poder más y dejarlo embarazado de su cachorro.

Luke quería sentirlo dentro de él. Estaba dando paso a sus más bajos instintos, y estaba dejando que lo controlaran. Tomó la nuca del alfa, e hizo que se miraran nuevamente. Lo beso, esta vez con más confianza y con un deje de pasión, sin dejar de lado lo amoroso, claro está. El alfa volvió a tocarlo, pero ésta vez, llegando hasta su entrepierna. Donde lo tomo y comenzó a masturbarlo. El rubio era un lío de gemidos. Seguían besándose, parando para tomar un poco de aire, y continuando, mordisqueando los labios del otro y aferrándose entre si. 

Michael dejo la entrepierna del rubio, y este gimoteo por la falta de contacto en esa zona. Se sentía caliente, sentía su cuerpo ardiendo y su pene goteaba líquido seminal. Pensó que acabaría si el alfa lo tocaba de nuevo de la misma forma. Pero no quería. Quería correrse con el alfa dentro suyo. Quería sentirlo, quería su nudo. No le importaba si no estaba del todo preparado, lo necesitaba ya.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2018 ⏰

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Soulmate ||Muke Clemmings||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora