; narras tú:
— ¡______! ¿Qué haces que no has empacado? –dijo mi mamá entrando al cuarto mientras yo estaba tirada en el suelo comiendo helado con mis ojos hinchados por tanto berrinche.
— Mhm... –hice un ruido quejándome. — No quiero irme. –dije pataleando como la niña que me creo.
— Ay por favor ¡pavadas! Estudiaste coreano ¿verdad? –asentí sin ganas— pues entonces no veo el problema de que nos tengamos que ir para Corea a planear mi boda. Aveces eres un poco terca ¿no crees?
— ¡Pero mamá! –pataleé de nuevo— no conozco nada sobre Corea y tampoco quiero estar con dos hombres que no conozco, encima coreanos.
Mi mamá me interrumpió y se largó de esa puerta sin decir ni una palabra.
Y empezó el mismo cuento de siempre, me llama terca pero ella es más terca todavía. ¿Quién la entiende? ¿Acaso no saben que esto es algo de familia?
Que tipo de ideas que se le meten en la cabeza a mi mamá. Hasta el sol de hoy no me convence la rara idea de casarse con un coreano. He escuchado cosas desagradables, que prefiero ni mencionar. Además, ¿un hermanastro? ¿Cómo se supone que sea tener un hermanastro? En mi vida no pensé tener uno. Siempre hemos sido mi mamá y yo. Y el que entrara, yo hacía lo posible para que se largara, pero ahora que nos vamos a Corea me siento incapaz de hacer cosas, ya que estudiar en un colegio que enseñan diferentes lenguas no te dice nada sobre Corea o sobre sus religiones, culturas y costumbres o peor aún, cómo lidiar con un hermanastro.
En fin, no me emociona para nada la idea de que hoy sea el día que me mude a Corea del Sur, al contrario, me aterroriza la idea. Pero, la mente de mi mamá creo que falla bastante, así que dejémosla así. Se dará cuanta pronto.
4 horas después
— Mamá... –me giré para hablarle en el asiento del avión pero ella estaba haciendo Skype con el que iba a ser su futuro esposo.
— Y mi amor, después de la boda te tengo una sorpresa muy caliente... –dijo mi mamá seduciéndolo.
— Mmm, no puedo esperar. –dijo su futuro esposo.
Pero que asco... me dan ganas de llorar por el asco.
— ¿Se pueden poner audífonos, por favor? –les dije interrumpiendo su escena de "romance" porque no aguantaba el deseo de vomitar. Y si no acababan me tiraría por la ventana del avión.
— Espera mi amor –le dijo a su prometido— ¿Qué? –dijo mi madre de mala gana mientras se quitaba rápidamente un audífono.
— Olvídalo. –dije rodando mis ojos y poniéndome yo los audífonos, como siempre termino haciendo.
Cerré los ojos para disfrutar de la música y olvidé el paso del tiempo.
7 horas después
— ¡Llegamos~! –dijo mi madre quitándome un audífono y canturreando horriblemente.
Volví a rodar los ojos. Agarré mis cosas y bajé del avión sin esperar a mi mamá.
Para ser honesta estaba tranquila. Se me había olvidado un poco la noción del tiempo, y de lo que probablemente me esperaba, una pesadilla. Pero cuando vi a todas esas caras iguales -achinadas- me dieron síntomas de un desmayo... o eso creo que era. Casi me daba un infarto. Pero pude recuperar el aire y seguí caminando. Pregunté por un taxi y una mujer me dijo que estaba a punto de llegar.
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Low Battery | Suga y Tú | [Español] M.Y.
FanfictionComo una batería agotada. 0% de vida, 0% de comunicación, 0% de expresión. Así era él, frío como hielo y solo aveces se derretía. Ese es el hermanastro que me tocó tener. Para entenderlo se necesita una guía, una guía de mil páginas para no fallar...