"—Más rápido... Más rápido...
—Grítalo.
—E-estamos en el baño... Imbécil.
—Una pena.
JungKook alentó sus embestidas, al igual que la intensidad, y un frustrado TaeHyung gruñó en protesta, apretando sus puños en la pared del pequeño cubículo, con la camisa abierta, caída hasta los hombros y el pecho pegado al frío material.
—Fóllame fuerte, ¡rápido, vamos!"
Aunque la alarma había sonado, TaeHyung ya estaba más que despierto casi casi brincando de la cama, sumamente alterado con aquel sueño. Claro no era la primera vez que tenía de ese tipo, pero normalmente los tendría pensando en una guapa cantante o actriz que le gustara.
No con Jeon JungKook.
Sus mejillas estaban rojas por la vergüenza, y como cualquier adolescente sus hormonas le jugaron una mala pasada.
Cómo lidiar con una erección antes de clases.
Quién imaginaría que tras aquel día, TaeHyung no podría parar de pensar en el castañito, quien volvería a comportarse como siempre.
Claramente él no.
Ése día JungKook fue como un héroe al defenderlo, y demostró tanta madurez en el momento que le dio consuelo.
Inclusive aquel beso fue típico de telenovela.
Y no es como si ignorara el hecho de que el castaño era hombre.
Definitivamente aún no superaba el hecho de que había sido besado por un chico.
Como fuera, el greñudo le restó importancia. No sería el primer niño en ser besado por uno.
Pero pareciera que después de ese día, todo volvería a la normalidad.
A excepción de los sueños húmedos y pensamientos constantes del dirigente.
JungKook continuaba con su actitud rebelde, cosa que TaeHyung no esperaba, pero que a final de cuentas no pudo evitar.
Igual trataba de hacer algo, como el día en que lo conoció.
—JungKook... ¿Terminaste de llenar la hoja? —Pregunta el greñudo caminando deprisa queriendo alcanzar al castaño pues éste no se molestó en caminar más lento.
—Jmm... Sí —Murmuró sin prestarle mucha atención.
—El otro día la orientadora me dio las hojas de los de primer grado, dame el documento y así yo se lo entrego con todos los demás.
—Como quieras —Se encogió de hombros, deteniendo su andar para sacar de su mochila lo que el mayor buscaba. TaeHyung al mirarlo hizo una mueca de desagrado.
—¿Por qué está tan sucia? JungKook, así no van a recibirlo— Comentó molesto el greñudo, fulminándolo con la mirada.
—Pff, para lo que me importa.
—JungKook.
—Mira, ahí está el papel, si no lo aceptan, no importa, déjalo así, ahora debo irme— Sentenció el castaño, dándole el papel, y ante el ligero roce de dedos el greñudo sintió cierta incomodidad, ¿y quién no al estar en una situación así? Antes de que sonara el timbre, TaeHyung le mira entrar a su salón sin moverse, atónito ante sus palabras.
«Estúpido... Cómo que no importa, ahh en serio con éste mocoso.»
TaeHyung se dirigió a la oficina de delegados, apenas eran las 7:15 de la mañana y ya estaba de malas; todo por obra de JungKook.
Como es el presidente de la sociedad escolar es necesario que se quede en su oficina para organizar lo del próximo evento; el baile de Navidad.
Aunque los demás delegados siempre resultaban quejosos en los preparativos, era algo que a TaeHyung le gustaba mucho.
Porque sabía que al final, todos disfrutaban de la alta calidad del evento debido al empeño que le ponía, y que esa era, en parte, la razón por la cual botaban por él cada elección de Dirigente Escolar.
Era perfecto, podía concentrarse en diseños y no en JungKook.
Ese niño grosero,
y con un abdomen perfecto.
Tomó los papeles y comenzó a llenar los formularios, pero su mente estaba perdida en otras cosas.
Finalmente se rindió, dejó el lápiz y se estiró en su silla, mirando la hora.
9:45.
Cedió ante su curiosidad, y tomó los papeles de los de primero, leyendo en especial el de su compañero "menos" favorito.
"Jeon JungKook.
Quince años.
Estudiante.
Soltero.
Me mide 1000000000000".
TaeHyung frunció el ceño totalmente confundido.
—Qué estúpido... Cómo responde eso...
Siguió leyendo, inevitablemente riendo ante alguna de las tonterías que éste había escrito.
"Padres: Ausentes.
Tutor: Tía.
Lugar de nacimiento: El Olimpo."
Se sorprendió por la información, ignorando las idioteces, sintió su corazón encogerse.
"—¿Dónde están tus padres?
—De viaje, no hay nadie".
«Tal vez por eso te comportas así...
¿Será, JungKook, que acaso estás más dolido de lo que dejas ver?»
Suspiró y dejó el papel con el resto, seguramente la orientadora los iría a buscar en un rato.
Pero ya no había tiempo para pensar en cosas ajenas a la escuela, el baile sería dentro de poco, y no hay tiempo qué perder.
