Recuérdeme (Scorbus)

Capitulo 15

Mirhees cayó de espalda al suelo con un Albus furioso sobre el. El hechizo se había desviado y destruido una de las columnas más cercanas a ellos, ocasionando la colisión del pasillo entero. Albus se detuvo a sentir un poco de culpa por los pobres estudiantes que al día siguiente se encontraran con parte del colegio destruido, antes de volverse hacia Mirhees y golpear su rostro.

A Albus no le gusto demasiado la sensación de ardor en sus nudillos, pero se olvidó por completo de ello cuando el puño de Matt conectó con su mejilla. Su visión se torno algo borrosa pero tan rápido se recuperó levantó el puño, Mirhees, probablemente por acto reflejo, se tapó el rostro con las manos.

 Albus no tenía intención alguna de pegarle; tomó la varita que el otro había dejado caer durante la pelea y se puso de pie, lanzando la varita hacia Harry. Luego, corrió hacia Scorpius y se dejó caer junto a él. Ambos se miraron, escuchando la voz de Harry gritar de fondo.

--Lamento haberme ido esa noche--habló Scorpius, Albus tuvo que hacer un gran esfuerzo para escuchar; los gritos de su padre aumentaban cada vez más--. Si yo no me hubiera ido esa noche nada de esto hubiera pasado.

--No--negó Albus, sonriendo y limpiando las lágrimas que se habían derramado por sus mejillas--. Si te hubieras quedado conmigo en la casa quizá pudo haberte ocurrido algo, pudiste haber sido tú quien perdiera la memoria--Scorpius sonrió un poco, sus ojos grises brillando. 

--¡Papa!--el grito de Lily los trajo a ambos a la realidad.

Harry se encontraba apuntando al cuello de Mirhees--quien reía como loco--y tenía una expresión de locura pintada en su rostro. Albus se levantó preocupado pero fue detenido por Scorpius.

--¡Dimelo!

--¡Ya déjalo!--pidió Ginny con suavidad, pero con sus ojos marrones brillando por las lágrimas--. No sabe nada, es suficiente. Hay que llevarlo a Azkaban.

--Dime--comenzó Harry, ignorando por completo las palabras de su esposa-- como recuperar la memoria de Albus.

El corazón de Albus paró de latir por unos momentos. Scorpius estaba equivocado, esto no era su culpa: si Albus jamás hubiera comenzado una pelea con Scorpius el otro jamás se hubiera ido de la casa y él no perdería la memoria y jamás habrian venido a Durmstrang y jamás se hubieran cruzado con Mirhees. 

--No--hablo Albus callando a su padre y haciendo que todos lo miren expectantes--. Papa, dejalo ir. Ya lo ha dicho; no hay forma de recuperar mis recuerdos. 

Harry soltó a Mirhees y dio unos pasos hacia atrás, aun así, continuó vigilando.

--Pero...

--No--repitió Albus--. No necesito recordar nada. Se quienes son, papa, se lo que cada uno de ustedes significa para mi. No necesito recordar nada más que eso--sonrió a su padre mientras abrazaba a Scorpius por los hombros, sólo entonces notó que el rubio estaba llorando--. Haremos nuevos recuerdos, juntos.

(...)

--Estoy orgulloso de ti--dijo Harry quien por fin se había librado de los reporteros del profeta y ahora estaba parado frente a el, mirándole con una sonrisa cansada--. Lidiaste muy bien con la situación, de una manera en la que yo jamás..., bueno, tu me entiendes...

--Es mentira--interrumpió Albus, algo ansioso--. Me refiero a lo que dijo Mirhees--añadió al ver el gesto confuso de su padre--. Tu no eres la marioneta de Dumbledore, jamas lo seras. Si has vencido a Voldemort es por tu valentía y tu capacidad de amar, papá, y estoy muy agradecido de que seas mi padre.

No sabía de dónde habían salido esas palabras, pero sintió que tenía que decirlas; y tenía razón, los ojos de Harry se llenaron de lágrimas.

--También estoy agradecido de que seas mi hijo.

(...)

El funeral de Rose fue lo más triste que Albus había presenciado en su vida. Las personas se reunían alrededor del ataúd, alzaban sus varitas al cielo y la luz proveniente de estas iluminaban la oscura y fría noche. 

Al finalizar, cada uno decía algo para Rose, lloraban y se despedían de la familia. Pasadas las once, todos--incluyendo la familia Potter-Weasley--comenzaban a salir del cementerio. Albus pidió quedarse un poco más.

--Lo siento--comenzó a hablar una vez asegurándose de que estaba solo; podía ver, desde el otro lado del patio, a sus padres, sus tíos, primos, hermanos, Draco y Scorpius hablar en susurros tristes y angustiados. Aquella imagen le partio el corazon--. Se que no recuerdo nada pero se que si alguien no merecía esto, esa eras tu. Te quería, te quería muchísimo a pesar de no recordarte y no sabes como me siento al pensar que parte de esto fue mi culpa. Debí de haber sido yo--añadió, aquella idea rondaba por su cabeza durante días--. Lo siento--finalizó, sin poder aguantar las lágrimas--. Muchísimo.

Corrió por el mojado césped y se detuvo en la puerta del cementerio. Se encontró con que toda su familia había desaparecido, a excepción de Scorpius, que se encontraba apoyado contra una pared y que le ofreció una cálida y triste sonrisa. 

Se detuvo junto a él, sonriendo un poco e intentando ocultar sus ojos llorosos.

--¿Vamos?

--Se que crees que es tu culpa--Scorpius se acercó unos pasos, Albus estuvo tentando a romper la distancia que los separaba--. Pero no es así, Albus. Esto es culpa de Mirhees, no tuya, solo de Mirhees.

--No debió de haberle sucedido a ella--contestó después de unos momentos de silencio. Scorpius lo abrazó con fuerza--. Debí de haber sido yo--el cuerpo del rubio se tensó por completo pero aun asi no rompió el abrazo--. Yo perdí la memoria, yo debía enfrentarme a Mirhees, ustedes no tenían nada que ver..., no debían salir heridos.

--Somos una familia, Albus--contestó Scorpius--. Quizá no tenemos la misma sangre, pero eso está bien; el vínculo que une a una verdadera familia es de amor y lealtad. Eso es lo que somos, una verdadera familia. Y estaremos juntos siempre, en las buenas y en las malas.

Fin

Es el final definitivo

Espero que les haya gustado mucho la historia, sinceramente, a mi me encantó escribirla para ustedes. Me gustaria que me dejen sus opiniones abajo, que me digan lo que les gusto y lo que no les gusto de la historia así yo, en futuros fanfic's, pueda mejorarlo. 

Como saben, sus opiniones siempre cuentan.

Estoy agradecida, también, por los comentarios--tanto buenos como malos, todos cuenta y ayudan de alguna forma--y por las votaciones. Realmente, no saben lo feliz que me hace saber que alguien disfruta, por lo menos mínimamente, leyendo lo que escribo.

El viernes subire un capitulo extra.

Besos y los invito a leer mis otras novelas.