CAPITULO 2: La luz de Fe.

89 9 13
                                    


El bosque estaba lleno de susurros, neblina se expandía entre los troncos de los árboles, "El bosque de las mil maldiciones" cantaban bardos antes siquiera que Black naciera, ahora y junto a sus hombres enfrentaban el misterio del paso, entre montañas y el gran lago del sur, la base de Gold Lake estaba destruida, calcinada sin motivo, después de un rato y con la vista hacia la montaña, la tarde empezaba a caer y los hombres de Black habían preparado los atrincherados entre árboles y pasos muertos, barrancos bien colocados para el avance de alguna caballería y cubiertos por ramas y hojas para que no se notasen.

-Enviamos un mensajero a Rider's Valley. Tardará al menos 2 días en llegar- Menciono Luxor quien llegaba a espaldas del príncipe y observaba lo mismo que él, la montaña nevada frente al paso, las ruinas de Gold Lake y la gran mancha en forma de estrella que se había formado en el suelo, derritiendo la nieve alrededor, nunca habían visto algo igual.

-El pueblo más cercano, ¿Ya enviaste exploradores?-

-Sí, mi señor... Igual que Golden Lake, todo está destruido. No hay sobrevivientes-

-¿Qué clase de cosa podría haber hecho esto?-

-Dudo que lo sepamos todavía, mi lord-

-¡Señor! ¡Se escuchan tambores desde el Oeste!- Interrumpió la plática con grito nervioso uno de los soldados quien había subido a lo alto en las ruinas, para divisar bien el paisaje, al tomar su corneta y alertar a los demás para defender el paso, Black y Luxor se apresuraron a subir a las ruinas para observar lo que se avecinaba, un ejército incontable de guerreros arropados con pieles, montando jabalíes y alzando banderas rojas mientras hacían gritos repetidos y furiosos abriendo mucho sus bocas

-Colmillos Salvajes... No tenemos oportunidad, mi señor ¡Ordene la retirada!- Luxor miraba a Black directamente y fruncía un poco el ceño mostrando preocupación inminente, Black vibraba sus ojos y se notaba su respiración algo alterada mientras miraba los enemigos aproximándose.

-¡Preparen las defensas! ¡Preparen las defensas!- El grito de Black fue escuchado por sus 4000 hombres que enseguida cubrieron el paso con la estrategia de defensa antes planeada, 5 metros detrás de los barrancones y trincheras, escudos al frente y lanceros detrás que esperaban la alineación apuntando sus lanzas al cielo, en ese entonces Black pretendía bajar de las ruinas y desenvaina su espada pero en pocos segundos era detenido por la intervención de Luxor quien le tomaba del hombro y lo miraba angustiado.

-Tenemos que replegarnos hacia Rider's Valley ahora que tenemos oportunidad, ya no hay portón, el Fortín ha sido destruido, nos superan en número si aguantamos a los primeros 3000, los otros 5000 nos descuartizaran enseguida. Su padre lo envió con la idea de defender los pueblos más al norte, pero... ¿Qué hay que defender ahora? Los pueblos han caído y usted también caerá si se queda aquí.- Black lo miro con algo de furia y determinación a los ojos y se soltó de su agarre.

-¿Crees que soy un cobarde? Si nos doblegamos solo les demostraremos debilidad, si retrocedemos, solo les daremos lo que reclaman, mis hombres confían en la victoria, puede ser mi estratega, pero debe darme opciones para luchar, no para esconder el rabo entre las piernas.- Luxor agacho un poco la mirada y cerrando fuerte los ojos avanzo a paso firme junto a su príncipe quien al bajar sopló fuerte colocando dos de sus dedos entre los labios para producir un silbido que llamo a su caballo, al montarlo se aproximó a la fila de defensa y poniéndose justo detrás de los primeros en la línea de defensa alzo su espada y grito "Lanzas al frente" y así lo repitió otro jinete que alineaba la defensa desde el frente; atendiendo a sus palabras la línea de defensa se preparó y los soldados de la segunda apuntaron sus lanzas al frente, los de la siguiente hicieron lo mismo inclinándolas un poco hacia arriba y lo mismo con las demás, así con la mirada al frente Black espero la llegada del enemigo y Luxor formó parte de la última defensa alzando su mano para comandar a los arqueros.

La caída del cielo negro: Guerra en llamas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora