Capítulo 1

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Voy caminando por la calle, luego de haber salido del liceo, con dirección a mi casa.

Llego a casa y voy directo al comedor, pensando que estaba mi madre o mi padre, pero luego recuerdo que ellos habían dicho que iban a salir y no sabían cuanto tardaban, que también tenía comida en la heladera y que tuviera cuidado.

Subo las escaleras hacia mi cuarto y me quito el uniforme, que consistía en una falda, una remera y un buzo, y me pongo un pantalón, una remera que estaba tirada por ahí, me saco los zapatos y me quedo de medias.

Bajo las escaleras y voy a la cocina, tomo un vaso y sirvo jugo, también saco jamón y me hago un sandwich. Llevo todas estas cosas y las dejo en la mesa. Y voy otra vez al cuarto a buscar la laptop.

Una vez que tengo todo, me acuesto en el sillón.

Entro a Facebook.

Lo primero que veo son las publicaciones de otras personas y tres, cuatro, cinco, seis... mensajes de él.

Julio:

¡Hey!

Ángela.

¡ÁNGELA!

Prometiste hablarme, mentirosa.

¡ÁNGELA!

¡ÁNGELA!

Ángela:

JAJAJAJA

Holaaaa

¿Cómo estás?

Julio:

Al fin.

Excelente, ¿tú?

¿El liceo qué tal?

Ángela:

Me alegro.

Yo bien.

El liceo sigue estando en el mismo lugar, ¿por qué?

Julio:

Qué chistosita eh.

Preguntaba por tus notas.

Ángela:

Ah, bien.

Julio:

¿Bien?

Ángela:

Sí.

Bien.

¿Y tus clases de guitarra?

Julio:

Perfectas, geniales, estupendas.

Ángela:

¿Tan así?

Julio:

Sí, tan así.

¿Qué esperabas? Soy un genio tocando la guitarra.

Ángela:

Si tú dices, nunca te escuché tocando.

Julio:

Algún día Ange, algún día.


Antes de que pueda contestarle, se escuchan las llaves en la puerta, dejándome saber que mis padres volvieron, volteo hacia ella y veo como ellos entran.


Julio:

¿Ange?

¿Pasó algo?

Ángela:

No, no.

Mis padres volvieron, así que hablamos más tarde ¿te parece?

Julio:

Ah, bien. Luego hablamos.


Cierro la página.

Miro hacia la mesa y me doy cuenta de que no toqué nada de lo que tenía para comer, al igual que mi madre.

—¿Por qué no has comido nada? —Dijo ella, y veo como mira hacia la mesa y luego a la laptop—. No me contestes, ya sé.

—Bueno, voy a subir a ver si tengo alguna tarea —La miro y ella asiente con la cabeza, mientras enciende la televisión y se sienta en el sillón.

Agarro la laptop, subo las escaleras y entro a mi cuarto. La dejo en la cama. Saco los cuadernos de la mochila y veo que tengo dos ejercicios de matemática.

—Genial, matemáticas —Digo con sarcasmo para mí misma.

Me dispongo a hacerlos, los termino. Guardo el cuaderno en la mochila, saco el uniforme y lo coloco en la silla y escucho que mi madre me grita desde abajo:

—¡Ange, vení, vamos a cenar!.

Bajo las escaleras, ayudo a mamá y a papá a poner la mesa y nos sentamos a comer todos.

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Hola!

No olviden votar o comentar si les gustó, me haría muy feliz ver eso.

Sin nada más que decir, nos vemos en el próximo.



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