- Sahian... Sahian... -
Me encuentro sola en medio de la noche, hay algo dentro de mi ser que me atormenta. ¿Cuándo van a parar?
Tal vez tenga que entregarme a mis miedos para que se revelen frente a mí y eso es lo que voy hacer, no puedo cargar con estas piedras en mi mochila toda la vida.
- ¿De verdad crees que puedes hacerme frente sin que un escalofrió recorra tu cuerpo y te recuerde tu oscuro pasado? - Me susurro eso desde la penumbra.
No lo sé quizás muera de miedo, durante años he renegado a mis miedos al subconsciente deseando que nunca jamás salgan de ahí, aunque supongo que has venido para atormentarme con ellos, los liberaste una vez más aprovechándote de mí estrés por la oleada de trabajo que he tenido últimamente. ¿No?
- Así es pequeño pajarito. Esta noche será muy larga para ti. -
Pude escuchar gemidos de Siafu a mi alrededor, de pronto ventanas tapeadas aparecieron frente a mí, pude ver las manos podridas de Zack meterse atreves de los tablones de madera. Eran los Siafu con los que me tope cuando era niña y quede atrapada en Raccoon City junto a mi madre, en el suelo frente a mi estaba la Meg de mi madre junto a una mano cercenada; la levante y como supuse estaba vacía, los Siafu en la ventana estaban empezando a romper los tablones que impedían que entraran a devorarme, era obvio que tenía que hacer algo para enfrentarme a ellos, ¿Pero qué? ¿Tendría que ayudarles yo a romper los tablones de la ventana y lanzarme contra ellos y de alguna forma superar el miedo que me daba que ellos entraran a nuestro departamento para devorarnos lentamente, o peor aún que nos convirtieran en uno de ellos para vagar eternamente para gemir y comer cerebros, que solo la maldad de nuestros cuerpos reviviese como una condena eterna?
Hice lo que pensé era la forma de confrontar mi miedo y para mi suerte eso era exactamente lo que tenía que hacer ya que de haberla cagado no estaría ahora contando el cuento y aunque al decir esto estoy de cierta forma arruinando la tensión que pueda producir este breve relato.
Una vez más mi alrededor se volvió completamente negro, aun así podía sentir la mirada de eso en la oscuridad perpetua que me rodeaba.
- ¿Estas lista para la siguiente prueba mi pequeño pajarito?
Supongo que sí, tu dispara y yo afrontare lo que sea, los miedos pueden terminarse y deben terminarse para siempre.
- Como tu digas, solo espero que guardes las fuerzas suficientes para enfrentarte a mi porque yo soy el monstruo al final de la pesadilla y te puedo asegurar que enfrentarme no será una tarea sencilla mi querido pajarito -
Mi alrededor tomo la forma de mi departamento en el que vivía en Tall Oaks junto a mi primera novia... Carla.
- ¡Jessica! ¡Mi Bonita! - La voz era terriblemente familiar, hasta un punto casi doloroso, sabía que era la voz de Carla.
Cuando sucedió el ataque bioterrorista en Tall Oaks yo recién me había graduado de la Hig School y tenía en mis planes unirme al ejército, decisión que me hizo tener una severa y grave discusión con Carla, después de terminar yo abandone la ciudad ya cargando con una pesada culpa, misma que empeoro cuando me entere del ataque bioterrorista, de inmediato quise regresar a la ciudad pero llegue demasiado tarde, justo en el momento en el que me encontraba a unos 10 kilómetros de la ciudad de pura suerte no vi la explosión nuclear la cual me habría despojado de la vista.
Ahora supongo que tengo que enfrentar al trauma que me provoco perder a Carla por mi culpa. ¿Pero cómo voy a hacerlo? Tal vez pidiendo perdón, confrontando la verdad que aún me niego aceptar, que Carla murió ahí, en ese infierno, sola; a pesar de tener una puntería legendaria que ni yo puedo igualar a pesar de años de práctica no pudo sobrevivir, la busque durante varios meses en los bosques que rodeaban la ciudad incluso logre que varias personas me asistieran en la búsqueda, pero todo fue inútil.
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Resident Evil: Untold Stories Of Survival Horror
FanfictionDespués de los ataques bioterroristas del 2013, el mundo gozó de una aparente calma, pero todo está a punto de terminar, los muertos volverán a inundar las calles y las ciudades arderán. Esta vez nada detendrá el brote. Pero antes de eso hubo pequeñ...