¿Y La Locura Sigue?

Capitulo 24

🌼Faviana.🌼••••••••

Camine hacia la famosa cafetería que tanto van los estudiantes en la universidad, la verdad no me gustaba mucho es muy pequeña y no dan Capuchinos, pero en estos momentos de emergencia es cuando se amerita ir a esa desagradable cafetería.

En eso cuando entro no puedo evitar sonreír al ver a Tomás en la fila para comprar, con pasos rápidos y seguros me acercó hacia él.

—¡Hey! Tomás ¿Cómo estás?— lo saludo al llegar.

—Faviana—Sonrie—Estabas desaparecida.

Me acomodo el cabello hacia atrás mientras caminábamos junto a la fila.

—Estaba trabajando en algunas cosas, Ya sabes por aquí por allá—Le quito importancia— ¿Y tú qué me cuentas? Tengo tiempo sin saber de ti, ya sabes desde el problema—hablo sin rodeos.

—Es verdad—Rie nervioso— Bueno nada, he estado en épocas de exámenes y he ayudado a Daniel con lo del fútbol, así que he estado bastante ocupado y entretenido.—Dice y después empieza a pedir su pedido a la cajera.

—Vaya entonces no te has arreglado con Carolina—Aprovecho a yo también pedir el famoso frappe de moca que tanto me insistió Kyle que probara y un sándwich.

Tomás se rasca la nuca.

—La verdad, no tengo ni la menor idea de donde esta.

Lo miro anonadada.

—¿Ni siquiera te has tomado la molestia en investigar?—Le reclamo— Tomás, buscando se encuentra ¿Sabías?

Cuando él me iba a responder llegó una chica al lado de nosotros.

—¡Tomás! Ya es tarde, tenemos que irnos.—Habla impaciente la chica.

Levanto la ceja mientras la miro, jamás la había visto, de seguro es una marginada de por ahí.

Respiro hondo, tengo que dejar de estar ofendiendo mentalmente a la gente.

—Ahhh Faviana ella es Scarlett—Me la presenta no muy seguro.—Scarlett ella es Faviana.

—Mucho gusto—dice y Nos estrechamos las manos.

—Me tengo que ir, tengo cosas que  hacer—Digo aún observando curiosa a la chica, agarro mi pedido ya pagado y salgo de la cafetería.

Me dirigí casi corriendo hacia la enfermería y abro la puerta sin tocar.

—¿¡Qué haces!? Tienes que tocar antes de entrar—Gissel reclama mientras se coloca la mano en el pecho—Y si vienes a seguir con tus tonterías y teorías conspirativas contra mi, sal, me niego a aceptar esas mentiras.

—Sabes que es verdad—La apunto— Te podrás engañar a ti misma pero a mi no, Cariño, a mi no.—Me siento en la camilla.

Ella me mira mal.

—Con que ahora eres enfermera—Rio comiendo—De verdad eres increíble.

—No se puede comer dentro de la enfermería—Me vuelve a reclamar, en serio está chica me odia, pero aunque yo no lo quiera aceptar es la única amiga que tengo.