¿Y La Locura Sigue?

Capitulo 18

🌼Alejandra.🌼•••••••••

—Sebastian, se acabó—Digo sería y agarro mi mochila—No estoy para tus escusas—Lo empujo por los hombros para que saliera de la habitación.

—Ale cariño—Se voltea y queda de frente conmigo, yo quedando un poco atrapada ya que había cerrado la puerta tras de mi—Estas haciendo mal y lo sabes, me necesitas—Agacha un poco la cabeza para estar a mi altura y agarra mis manos—Yo te necesito.

Me le quedó mirando unos segundos y ruedo los ojos.

—Ya vete—Quito sus manos de las mías con brusquedad.—Y por favor ya deja de hablarme del tema ¿si? Ya no me interesa.

Empiezo a bajar las escaleras y casi corriendo me dirijo a la universidad, ya mi clase iba a empezar y obviamente no quería llegar tarde, porque el idiota de Kyle haría de las suyas.

Cuando estoy apunto de agarrar la perilla de la puerta está se habré ante mi, y sale Gissel riendo del salón.

—Que buen servicio—Sonrio y entró triunfadora a la clase.

Gissel me mira mal.

Me siento en mi puesto y empiezo a sacar mis cosas.

—Muy bien el día de hoy empezaremos con las exposiciones—Dice Kyle después de un rato observando sus apuntes.

Mierda, se me quedó el pendrive por culpa de Sebastián. Empiezo a revisar mi bolso con cierto nerviosismo, de seguro me llamará a mí para ser la primera.

Kyle se levanta y observa a todo el salón para ver quién empezaría, se me queda viendo unos segundos con una sonrisa divertida y prosigue después a llamar a Andrés un compañero muy distraído pero muy responsable.

Suspiro aliviada al parecer tuvo piedad.

La clase prosiguió con muchas presentaciones y explicaciones, al final Kyle decidió que saliéramos temprano, por lo tanto todos le agradecieron y como siempre hablaban de lo maravillosa que era su clase, tengo que admitir que como profesor hace buen trabajo explica muy bien y siempre utiliza su sentido del humor para llamar nuestra atención, hace que la clase sea dinámica y bastante entretenida.

—Alejandra necesito hablar contigo—Llama mi atención, mientras yo metía mis apuntes en el bolso.

Asiento y me acercó a su escritorio, lo observo arreglar y guardar sus cosas, la verdad es que el muy idiota se ve bien, no ha perdido el toque.

Rio ante mi pensamiento pero después miro avergonzada hacia la ventana, cuando me doy cuenta que me estaba mirando confundido.

—¿Qué quieres hablar conmigo?—Pregunto.

—Vamos a ir a comer algo—Camina hacia la puerta y me hace una señal para que lo siga.

Respiro hondo y empiezo a caminar junto a él.

—Con que has terminado con el cabeza de patilla.—Dice de repente.

—¿Quién?

—Tu novio—Rie.

—¿Como Sab...es muy grosero que lo llames así.—Le reclamo.