💎Capítulo 29💎

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🌸ISABELLA🌸•••••••

me removí incómoda en mi cama, un poco confundida y con un ligero dolor de cabeza me levanté.

—¿Qué miércoles?

Todos los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente de golpe, asustada mire hacia mi cama ese gran bulto que se acurrucaba entre mi edredón, el cual había sido arrebatado de mi.

Empecé con mucha vergüenza a recoger mi ropa y a vestirme lo más rápido que podía, pero me era difícil ya que todo estaba tirado por todas partes.

—¿Dónde estoy?—La voz ronca de Daniel hace presencia en mi silencioso cuarto. Este se da la vuelta hacia donde yo estoy y me mira por unos segundos, aún adormilado e intentando entender la situación, al ver supongo mis mejillas coloradas y la forma en que estúpidamente me intentaba tapar con su chaqueta, sus ojos fueron el resultado de que ya había entendido todo.—No, Mierda—Se tapo la cara con sus manos, con cierto toque de frustración. Yo aproveche la situación para subir completamente mi pantalón.—No puedo creerlo—Se pasa la manos por su cabello y suelta una risita.—No recuerdo nada—Me mira— Y créeme hay cosas que me gustaría recordar—Sonrie cómplice.

Aclaro mi garganta y salgo casi corriendo al baño, a procesar todo e intentar aclarar mi mente en una tibio baño, anoche sin duda había sido todo un drama.


♦♦♦♦♦♦♦

—Gracias por la pastilla y el desayuno—Daniel agradece mientras se encontraba sentando en la silla de mi computadora.

—Daniel—Llamo su atención—Hay cosas que pasaron anoche—Jugue con mis manos—Y hay cosas que debemos de aclarar.

Él me mira un poco preocupado pero aún así asiente.

—Anoche te besaste con la tal Samantha.

Su expresión fue un poco de sorpresa pero después apartó la mirada de mi.

—No te preocupes, ya me explicaste todo a noche —Le sonrio para tranquilizarlo.

El me vuelve a mirar y por su mirada me pude percatar que estaba intentado recordar, en eso asiente como entendiendo la situación y sonríe de lado.

—Eres una de las pocas personas que sabe la verdad. —Mira el pan quemado que le hice como desayuno.—Igual paso hace muuucho  tiempo, así que ya a estas alturas da igual—Se encoge de hombros.

—Deberías hablar con Samantha—Me siento al frente de él.

Él me mira y con los cachetes inflados por la comida, niega eufórico.

—No tengo nada que explicarle—Dice al fin después de haber sufrido para tragar mi comida.

Miro mi desayuno pensando el porqué no habla con Samantha, volteo mi pan también se había quemado un poco, cocinó bien, lo que sucede fue que me distraje y le puse mucho tiempo a la tostadora...Me paso con todos los panes.

—Bien—Digo rendida—Hablare yo con ella.

—¿¡Qué!? ¡No!—Niega con la cabeza—No hay razón para hablar con ella, esta todo bien, solo...Olvidala  ¿si? No pasa nada.

¿Y La Locura Sigue?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora