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Las cosas no habían cambiado mucho para Annie dos meses después. Seguía trabajando en aquella tienda de auto-servicio después de la escuela y de vez en vez, cuando salió temprano de la escuela, acudía a aquél restaurante a visitar a aquella señora.

En cuanto a Jaebum, y los chicos de GOT7, no había sabida nada más de ellos desde aquél último encuentro con Yugyeom, incluso había perdido la esperanza de verlo una vez más pues él era in idol y ella era una chica ordinaria que pasaba la mayor parte del tiempo en la universidad y en el trabajo.

― Annie, ¿me podrías ayudar con el proveedor? Sólo debes checar que te surta todo lo que tiene en esta lista ¿de acuerdo? ―dijo el encargado de la tienda.

Annie hizo lo que se le indicó y cuando terminó se quedó en la bodega a acomodar las cajas y los productos que habían llegado.

― Oye, un favor ―se asomó el encargado por la puerta que daba a la bodega―, hay un par de chicos allá afuera comprando ramen, cuando terminen ¿puedes cobrarles? Necesito ir aquí cerca por unas cosas.

La chica asintió y se dirigió a la caja a esperar a que los chicos terminaran de preparar su ramen.

― Hola ―dijo ella sin mirarlos―. ¿Es todo?

Annie quedó asombrada al ver a Yugyeom y otro chico frente a ella.

― ¡Annie!, si eres Annie ¿verdad? ―dijo Yugyeom sonriendo de forma traviesa, la chica asintió.

― Hacía mucho no venían ―dijo marcando los productos.

― Hemos estado fuera de Corea pero ahora estaremos descansando un poco para poder continuar con las actividades. Pronto tendremos un comeback.

― Oh ―fue lo único que dijo.

― ¿Vas a comprar nuestro disco? ―preguntó el otro chico.

― Oh, tal vez lo haga ―sonrió ella para después cobrarles.

― Ha sido genial volver a verte ―dijo Yugyeom―. Oh, y él es Bambam.

― Mucho gusto ―dijeron ambos al mismo tiempo.

― Nos vemos.

― ¡Disfruten el ramen!

Yugyeom y Bambam salieron por la puerta dejando a Annie bastante feliz. De alguna forma los chicos de ese grupo siempre le subían el ánimo.

La chica estaba acomodando el dinero de la gaveta cuando la puerta sonó indicando que alguien había entrado.

― Annie ―Yugyeom tomó a la chica por sorpresa―, olvidé decirte que JB me mandó a agradecerte por el paraguas.

― Oh, gracias ―sonrió confundida.

― Ya cumplí, ya me voy.

Yugyeom salió de la tienda y esta vez ya no volvió.

Esa noche, Annie se preguntó por qué Jaebum no había ido personalmente a agradecerle.

Words | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora