Assassins Au 2 [Kevedd]

Capítulo 12

Siempre he pensado que los fuertes son los que tienen la capacidad para defenderse, los demás, pues ahí estarán. Desde muy joven me crié solo y no necesito de ayuda para sobrevivir, incluso ahora en la guerra me considero alguien que se puede valer por su cuenta sin necesidad de una mano extra pero como estoy con mi escuadrón como un simple solado más, supongo que no me quedo de otra que ayudar o que me ayuden. Por ahora las ordenes no son problema, ya que simplemente tengo que cumplirlas para que me paguen ya que todo es la misma rutina de siempre. Despertar, desayunar, patrullar, volver al cuartel, subir, bajar y hablar con el inspector hasta que me da como trabajo cumplido; todo es lo mismo, cada día que pasa es igual.

O bueno eso pensaba hace unos momentos, esta vez me tocaba supervisar como siempre pero por alguna razón me mandaron a llamar directamente del rector. Me encontraba en el ascensor esperando a que la puerta se abriera en el décimo piso, un largo pasillo hasta llegar a una gran puerta de madera barnizada junto con su manija de plata recién pulida, estaba por tocar hasta que escuche unas voces venir de dentro, parecían estar discutiendo pero no sabia exactamente que era lo que decían por lo que solamente toque la puerta. Las voces cesaron pero unos pasos también se escucharon hasta que pude ver una sombra por debajo de la puerta, esta se abrió de repente dejando ver a la comandante y entrenadora Marie Cruel.

-Pasa- dijo, yo solo asentí y entré a la lujosa habitación.

Frente a mí pude notar como la silueta de un hombre, diría que mayoría que yo por unos cuantos años, observaba desde el ventanal la gran ciudad. No dije nada hasta que sentí que su mirada estaba clavada en mí ¿Tengo algo raro en la cara? Aparte de los pircing o ¿será mi cicatriz? En lo que me hacía estas incógnitas, el hombre que observaba de repente se dio la vuelta y se sentó en su silla de escritorio bien organizado ¿Quería intimidarme con la mirada? Este tipo no sabe con quien esta tratando.

-Tengo entendido que eres el más joven de tu escuadrón- dijo aquel hombre, yo solo me límite a asentir con la cabeza -Iré directo al punto, si es que no te importa-

-En lo absoluto- él solo sonrió, es un hombre realmente raro.

-Quiero que te hagas cargo de un pequeño experimento- solo logre mirarlo con duda, levantando una ceja como interrogante, no tengo experiencia en ciencias y nunca fue mi materia favorita pero aun así supongo que es más entretenido que hacer todo el día un simple patrullaje por las instalaciones, apostaría lo que quieran a que puedo hasta encontrar el camino con los ojos cerrados.

-¿Cuándo empiezo?- pregunté, no es que me interesará del todo pero aun así debía de empezar cuanto antes, así vería si en serio este experimento es entretenido.

-Ahora mismo- en cuanto el término la frase hizo una señal hacia la puerta -Marie te enseñará dónde deberás instalarte temporalmente- me dejo algo pensativo lo último, mire a la comandante Marie que me hizo un ademán con su cabeza mientras me acompañaba a donde quiera que fuera a estar.

En el camino en el ascensor era silencioso, por alguna razón había presionado el botón del segundo subsuelo. Supongo que debí haberle sacado un poco más de información al viejo, de repente recordé lo que me había dicho hace unos minutos "¿Temporalmente?" ¿Qué es lo que quiere decir? Seguí con mi mirada hacia la nada, pensativo en realidad, de vez en cuando podía sentir la mirada de la comandante en mí pero la esquivaba, intentando no conectar miradas con ella.

-Escucha bien, no me interesa quien seas. Pero esta es una misión importante, así que comete un error y estas frito-

No hacía más que limitarme a mirarla algo asombrado ¿Tan serio era esto? No es que me este quejando pero no puedo estar seguro de cuán complicado pueda ser esté tal experimento.