Día 40

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Tras llegar a la mansión de Katz y tocar a la puerta, este mismo y propietario de la mansión decidió abrirme –Pasa- Fue la única palabra que me dirigió al verme, dejándome un espacio para entrar en aquel gran y magnífico edificio.

Sin tener tiempo para ver nuevamente las decoraciones de su hogar, Katz volvió a decir con un tono neutro –Sígueme- Con estas palabras dichas, sin más empecé a seguirlo como me había ordenado.

Pasamos por varios pasillos hasta llegar a una habitación que no recordaba del día anterior, esta era bastante grande y amueblada, sus paredes eran de un rosa pastel muy pálido, llegando a ser casi blanco, mientras que la mayoría de sus muebles eran de un color violeta ennegrecido.

La habitación en el momento en que la vi me parece muy bonita, si ya se, el rosa o colores similares son de nenazas, pero que le puedo hacer –Esta será tu habitación aquí- Dijo Katz mientras estaba distraído admirando la habitación

-¡E-espera! ¿Q-que?- Le pregunte con nerviosismo

-Uf... Tan distraído eres que... da igual. Como te he dicho, esta será tu habitación aquí perro tonto.

-¡P-pero!

-¿Pero qué?- Me pregunto con arrogancia y molestia.

No podía hablar correctamente con Katz cuando se me pone de esa forma ¿Cómo quiere que le responda si me habla así ToT? –L-lo que s-sucede es que en principio pedí e-este trabajo p-para mantener l-la casa de mis antiguos a-amos...- Las últimas palabras las dije casi en susurro inaudible, pero no podía permitir esto por parte suya, esa casa... tiene demasiados recuerdos como para que pueda abandonarla así como así.

Con mis palabras, Katz no dijo nada hasta que pasaron varios momentos mirándome fijamente, para suspirar y decir –Ah... ¿No lo entendiste verdad? No quiero que te quedes a vivir aquí, sino que los días que te quedes hasta tarde, en vez de volver a TU casa, porque es demasiado peligroso, dormirás aquí ¿ok?

Sin dejarme responder, se acercó a uno de los muebles para sacar una especie de uniforme, seguramente el mío –Yo saldré a comprar algo, mientras estoy afuera quiero que te cambies y te pongas esto –Señala la ropa- Mas que limpies lo más sucio que veas, adiós- Con esto dicho, salió de la habitación y un tiempo después se escuchó como se cerraba la puerta principal con algo de fuerza.

Yo mientras, me dedique a hacer lo que me había pedido, no quería que me regañase o cualquier cosa así, después de todo tengo que dar una mejor impresión en mi trabajo de la que ya me tiene por haber sido su enemigo.

Mientras más pasaba por la casa para comenzar a limpiar, más me sorprendía, no había casi nada de suciedad, si acaso lo que había era el polvo que se había acumulado la noche anterior, no entiendo porque pide trabajadores para limpiar y servirle cuando todo esto lo tiene como una patena.

Como no había nada por así decirlo, demasiado sucio o mal cuidado, me dedique el rato que Katz estuvo fuera a darle un repaso de limpieza a todo, con lo cual para cuando yo ya estaba terminando este volvió, pero se notaba algo más relajado que cuando se fue, después de todo esta vez había cerrado la puerta principal sin dar un portazo como cuando se fue.

-¿Terminaste?- Pregunto con curiosidad y algo de arrogancia, a lo cual respondí con algo de nerviosismo – S-si...- Tras mi respuesta empezó a andar por muchos sitios de su hogar (Por no decir todos -o-)

Yo decidí no moverme de donde había hablado con él, haciendo que después de un rato se posase delante de mí –Tu trabajo se ve decente a simple vista, pero te has dejado las esquinas, así que tendrás que hacerlo otra vez- Me dijo con un tono neutral.

Con esto dicho, solamente me dedique a asentir y para cuando estaba a punto de irme a corregir mi trabajo, él me detuvo con otra de sus quejas –Y por cierto, cuando no te haya pedido nada o este revisando tu trabajo, quiero que me sigas hacia donde yo vaya ¿Entendido perro tonto?- Nuevamente, tras sus palabras, solo asentí y me fui.

El resto del día que pase trabajando, lo único que hice fue limpiar lo que me faltaba y más tarde seguirle el paso por donde iba. Y como todavía no había visto algún otro empleado además de yo, decidí preguntarle cuando estábamos en su despacho, mientras que el trabajaba con unos papeles –A-am.... P-perdone por interrumpirle pero...

-¿Pero qué?- Contesto con su típica arrogancia mientras quitaba la vista de esos papeles para dirigirla hacia a mí.

-¿H-hay más trabajadores a-además de mí?- Con esta pregunta hecha, el siguió mirándome durante un poco de tiempo más, para luego mirar otra vez a los papeles y contestar –No, solamente estamos ahora mismo en esta casa tu y yo.

-¡¿Q-que?! ¿Y-y e-eso?

-No es de tu incumbencia, mas ya es la hora de que te vayas a tu casa, ya termino tu trabajo por hoy, buen trabajo hoy bla, bla, bla.... Adiós.

Tras estas palabras, solo me despedí y me dirigí hacia la puerta para irme a casa, pero antes de largarme, escuche un susurro por parte suya que casi era imposible de escuchar –Vas muy bien... bien hecho...- Con eso me fue imposible no salir con una pequeña sonrisa y un leve sonrojo.

Hoy no ha sido un día malo, Katz realmente está siendo un buen jefe, no se aprovecha de que trabaje para el para hacerme cualquier maldad. Seguramente es porque me tiene pena por lo que paso con mis amos, aunque en un sentido espero que no, ya que no me gusta que me trate mejor por algo así, pero bueno, ya es hora de que me vaya a dormir, Adiós.

No quiero desaparecer... (KatzxCoraje/Agallas)Where stories live. Discover now