La duda es el principio de la sabiduría…
Aristóteles.La noche se le había hecho eterna su casa en completo silencio le daba una sensación extraña en el cuerpo, al levantarse todo estaba en perfecto lugar y tranquilo sin grititos, pasitos o discusiones, sin una pequeña brincando sobre su cama, sin su hijo mayor uniéndose y ella gritando que la iban a matar.
Esa mañana en casa no había nada de eso solo aquel terrible silencio y soledad, bajo las escaleras para desembocar en la cocina preparándose un desayuno liviano, mirando alrededor el vacío y la soledad, su familia había sido en un tiempo la típica familia. Conoció a su ex esposo en la universidad fue amor a primera vista, se casaron meses después haciendo malabares para continuar los dos estudiando mientras nacía Raúl y le seguía Alison, pero justo cuando todo parecía resuelto, cuando finalmente habían alcanzado la estabilidad económica todo se echo a perder.
Recordaba los alegatos de parte de él, cuyo principal argumento era el hecho de que ganara más y se hubiera graduado antes, lo cual con Alison recién nacida en brazos a esas alturas de su vida y tantos años después de su graduación le parecía una verdadera tontería pronto el motivo real de las discusiones fue evidente cuando otra mujer en estado de embarazo se planto frente a su casa y su hasta entonces esposo se marcho con ella.
Quizás eso había arrasado irremediablemente con buena parte de su autoestima pues claro el se aseguro de recalcar sus defectos como mujer antes de largarse. Bajo el vaso de jugo sobre la mesa dando un suspiro pesado le tomo mucho tiempo decidir tener citas, atreverse siquiera a elegir salir con alguien… pero no era buena escogiendo o eso le dijeron con claridad, rio quedamente al recordar la cara de evidente molestia de Karina simplemente aquello era sorprendente ver a la siempre controlada Doctora Domínguez fuera de control, quizás su ex esposo tenía razón y ella era desesperante… quizás por eso sus hijos ni ofrecieron resistencia cuando Karina se los llevo.
Alison gritaba desnuda escapando de las manos de una empapada Karina por todo el lujoso departamento de la mujer, mientras Raúl le hacía porras para que no se dejara atrapar provocando que su perseguidora se parara para darle un almohadazo y tumbarlo del sofá antes de reiniciar su persecución, las risitas inundaban el lugar acompañadas cada tanto de alguna carcajada madura - Ven acá engendro de Satán - dejo escapar Karina con fingido enfado - estas arruinando mi alfombra - noto como la niña la esquivo subiendo en uno de sus sillones y empapándolo en el acto.
-No me atlapalas con vida - dejo escapar la pequeña con dramatismo- nunca tomale ese baño.
-Lo vas a tomar- dando un giro que la niña no esperaba para finalmente atraparla llevándose varios grititos mientras se la cargaba al hombro de regreso a la bañera - porque apestas - escuchando risitas de Raúl - luego te toca a ti y a tu edad dudo mucho que te veas bien siendo perseguido - noto como el niño negaba y simplemente tomaba asiento para continuar viendo sus caricaturas, mientras ella sumergía a Alison en la bañera.
-Kalina ilas a mi recital - escucho cuestionar a la pequeña.
-Aunque muera de aburrimiento te prometí que iría - afirmo provocando que le lanzaran algo de agua al rostro - deja de hacer eso e intenta bañarte bien ¿Quieres el protector de shampoo?
-No, yo soy grande ya - le la pequeña con seriedad por lo que levanto la ceja divertida, aplicando el shampoo para ver instantes después como Alison se tensaba y jalaba aire con fuerza - ¿Te entro en los ojos?- le negaron con fuerza varias veces - ¿Estás segura?- asintieron de nueva cuenta mientras ella continuaba su labor hasta que escucho un gimoteo por lo que dejo de lavar para tomar el rostro y ver los ojitos rojos e inundados en lágrimas- eres más orgullosa que tu madre y yo juntas - limpio los ojos con cuidado para ver a la niña luego frotarse los ojos con alivio - Niña tonta…
-Lo hago polque Alison debe ser glande y fuelte para proteler a mamá - la miro con sorpresa - Raúl me lo dijo pol eso me esfuelzo en todo.
-Ustedes dos por lo único que deben preocuparse es por ser niños - acaricio los risos negros con suavidad - de su madre me encargo yo - agregó con firmeza - no dejare que acabe con ningún pendejo inútil…
-Mamá atlae pendejos como la luz a las polillas - dejo escapar la niña con tristeza.
-Para eso estoy yo - respondió tomando el mentón con suavidad - para aplastarlos antes de que logren alcanzarla siquiera - vio la sonrisita formarse en el rostro infantil iluminándolo del todo - tu hazme caso y dedícate a volverme loca a mí, a tu madre y hermano.
-Te quielo - sintió su ropa terminar de empaparse al abrazarse la niña con fuerza a ella por lo que regreso el gesto con cariño - Puedes llevalme a mi clase de ballet la otla semana.
-¡DEJA DE CASTIGARME!- grito con dramatismo provocando una risita divertida de Alison.
Al varios kilómetros de la casa de Karina, una pelirroja tenía un comienzo de mañana bastante diferente el techo de la cocina se difuminaba por momentos de su vista como si de pronto empezara a desaparecer del todo mientras su espalda se arqueaba sobre la solida madera y sus manos buscaban un punto de apoyo ante la ola de placer que envolvía del todo su cuerpo –Savedra- murmuró entrecortadamente antes de llevar sus manos a la cabeza negra entre sus piernas buscando más contacto mientras sentía la ola de placer envolver su cuerpo y relajarlo - Qué desayuno más rico - le dijeron con sensualidad apenas y vio el cuerpo uniformado salir de la cocina suponía en dirección al baño antes de que su joven oficial regresara debidamente vestida, era como si no la hubiera enloquecido de placer hacia unos instantes - Me voy al trabajo cariño, regresare más temprano ya sabes que es sábado - percibió un contacto cariñoso sobre sus labios - intenta esperarme desnuda…
-Vanessa- murmuró en tono semi-enfadado intentando recuperar el aire - te quiero - dejo escapar suavemente intentando incorporarse en la mesa.
-Y yo a ti amor - la vio ubicarse la boina mientras le silbaba a Tormenta - no sabes cuánto…
Virginia enfoco su reloj para ver a Vanessa puntual ubicándose en su puesto había sido respetuosa y prudente… es decir se había guardado sus preguntas para el fin de semana, sirvió dos cafés y descendió silbando con suma tranquilidad para ubicarse finalmente al lado de su amiga y tenderle la taza con una sonrisa que fue ignorada de lleno - No te atrevas - le dijeron en tono amenazante.
-¿Te la comiste? - llevándose una mirada furiosa - yo solo decía, por tu cara de idiota feliz - divertida- además no serías tú sino te la hubieras comido ya.
-Virginia- sonrió más al escuchar el tono amenazante de nuevo.
-Así que es una diosa del sexo - noto los ojos abrirse con sorpresa enfocándola - supongo que ya le enseñaste todas tus perversiones - vio la taza de café temblar en las manos y el cuerpo cambiar de intención - epa, estás de servicio - retrocediendo dos pasos - ¿Qué tiene de malo que te diga que esta buenísima?
-Es mi mujer de la que estás hablando - la miro sorprendida ante la frase que acababan de pronunciar - y no estás halagando su belleza sino su desempeño sexual el cual es solo mi asunto.
-Ahora somos delicadas - dejo escapar con aire dolorido - tanto como para negarle detalles a tu mejor amiga - dejo escapar un suspiro derrotado - y ya que orinaste tu territorio - escucho el gruñido enfadado de Tormenta - bien ya que ambas orinaron su territorio dígase Herendira - repitió notando el cuerpo bajo el uniforme tensarse mientras se llevaban la taza de café a los labios, por lo que esbozo una sonrisa traviesa - ¿Para cuándo la boda? - observo como el café era escupido en pleno - Nunca falla - ingresando a la departamental muerta de la risa.
-Maldita mujer - Vanessa se limpio el café de los labios con elegancia mirando a Tormenta - la esperaremos a la salida sin uniforme y fuera de servicio - la perra ladro con emoción mientras ella miraba la cámara esperando el tiempo prudente para señalarla pasándose el pulgar por el cuello.
-Que gente fea - dejo escapar Virginia divertida en su oficina empezando su día de trabajo con tranquilidad, mientras pedía una lista de los regalos para recién casados…. Quizás enviarle uno a su amiga terminaría por rematar su broma.
Arturo gritaba desesperado intentando zafarse de aquella brutalidad de llave escuchando las risas de fondo de su esposa -¡DEJA DE REIRTE Y SALVAME!- gritaba intentando zafar su brazo -¡DUELE!
-No te salvo nada, apriétalo más Rocky- dejo escapar Elena aplaudiendo al ver a su esposo como gusano siendo apaleado por su cuñada - eso te pasa por engreído.
-¡SUELTAME STEFANI MARIA DEL VALLE!- grito Arturo empezando a dejar de sentir su cuerpo -¡ME RINDO ME RINDO!
-No te suelto Arturo Jerónimo del Valle- la risa de su esposa resonó con más fuerza en sus oídos su madre debió estar drogada para ponerle Jerónimo… pero suponía que algo tenía que ver con su santo favorito - te lo mereces por burlarte de mí.
-No dije nada malo… ¡AY, MI DIOS, NO SIENTO MIS COSTILLAS TERESA, SALVAME!- grito con fuerza buscando desesperado ayuda.
-Señorita del Valle es mejor que suelte al Señor se empieza a ver algo pálido_ escucho decir a la mujer con suavidad- además creo que dejo en claro su punto, su condición física no solo es mejor que la del Señor sino que dudo mucho que vuelva a cuestionarle su accionar en referencia a su futura esposa.
-¡Sí, ESO SUELTAME!- Grito desesperado sintiendo como finalmente lo soltaban y su hermana rodaba con elegancia lejos de él previniendo un contraataque, se arrastro por la lona del gimnasio de la mansión unos instantes intentando volver a sentir su cuerpo.
-Vamos hermanito otro asalto - se puso de pie mirándola con seriedad antes de girar y correr a todo lo que le daban las piernas fuera del sitio, escuchando las risas de Elena a su espalda eso le pasaba por olvidarse que Rocky era una salvaje y tocarle un punto sensible como era Andrea.
-Tu esposo se largo - dijo Stefani divertida captando la atención de Elena - ¿Entrenas conmigo?
-No estoy loca - le respondieron levantando las manos - además creo que tienes algo de enfado contenido.
-Un poco, no es fácil ver a la mujer que amas besando a otras mujeres - dijo la joven empezando a entrenar sola - creo que les llaman celos, me los trago, me envenenan y luego simplemente no los puedo controlar - Elena vio una patada volar en dirección a un costal haciéndolo balancear con fuerza.
-Los celos son en parte un problema de inseguridad y…_ se llevo una mirada asesina - bueno si en este caso no aplica creo, digo ya sabes que no eres la única….
-Sé que no soy la única, sé que no soy la que duerme hoy en su cama… joder ¡NI SIQUIERA SE QUIEN DUERME EN SU CAMA HOY! - el costal se llevo varios fuertes golpes provocando que Elena mirara algo preocupada a Teresa - ¡PERO ME LO TENGO QUE TRAGAR! - Los golpes continuaban haciendo eco - Lo tengo que hacer hasta que entienda que solo yo puedo calmar su necesidad - el costal se detuvo de golpe - pero no me puedo ir a la cama con ella aún… así que estoy…
-¿Jodida?- Teresa generando que la miraran con sorpresa - yo también se usar palabras impropias pero propicias.
-Si Teresa estoy jodida- dejo escapar Stefani suavemente.
-Entonces deje de estar jodida - la mujer - pase a estar menos jodida - noto las miradas curiosas sobre ella - es simple criaturita - dijo dándole dos palmadas al cabello rubio generando una risita de Elena - si ella no es fiel usted tampoco tiene que serlo - vio la mirada de reproche - no digo que sea infiel en el estricto sentido de la palabra, sino que dé la impresión de que así es…
-Teresa no te entiendo - la mujer se giro a mirar a Elena suspirando…
-No te desesperes Teresa a los corazones puros les da trabajo entender ciertas cosas - Elena dándole ánimos a la mujer.
-Digo que no son nada, se aman pero no formalizan, eso le da a usted las mismas ventajas que a ella - explicó despacio mientras le seguían mirando sin entender - vamos a hacer que sea ella la que pida exclusividad - vio el parpadeo de sorpresa - La Señorita es una mujer atractiva…
-Seguramente algunas chicas y chicos estarían encantados de salir contigo - Elena - solo que cuando lo hagas asegúrate que Andrea te vea.
-Eso está mal- la joven con seriedad causando la risa de ambas mujeres - son unas criaturas malvadas… Andy se enfadaría mucho…
-Entonces es que salió perfecto - dijo Teresa riendo suavemente - hazlo que te decimos niña y la tendrás encima de ti hasta para ir al baño...
-Y otra cosa- agrego Elena - no más atenciones para la Señorita Almeira, nada de rosas, peluches y tarjetas… déjala sola en medio del desierto de tus besos…
-Me odiara - dejo escapar suavemente.
-Se enfadara - dijo Elena divertida mirando a Teresa.
-Se pondré celosa y luego posesiva - agrego la mujer - para finalmente fulminar con la mirada a cualquier incauto que ose mirarla y rematara con la frase… “se mía” - estallando en risas.
-Porque es divertido jugar como Andy hasta que la persona que amas hace lo mismo… dudo mucho que Almeira tenga tu autocontrol en ese sentido -¡YA SE!- grito Elena de pronto generando que la miraran con extrañeza.
-Victoria viene de visita - Stefani palideció levemente enfocando a su cuñada.
-Con la Señorita Victoria bastara para que la Señorita Almeira tenga un ataque incontenible - Teresa riendo quedamente.
-Esperen no es que Victoria no me agrade pero es que ella es…
-Una supermodelo - dijo Elena divertida recordando a su prima - elegante, grácil y terriblemente encantadora - noto el fuerte sonrojo en la cara de Stefani mientras esta asentía suavemente - claro, es mi prima y te adora… lástima que sea tan heterosexual, aunque contigo creo..
-¡YA DEJAME!- grito la joven avergonzada generando risas divertidas - Ella siempre es tan cariñosa, le gusta abrazar, besar, consentir y… y…
-Volverá loca a Andrea - enfoco la sonrisa maquiavélica de Elena - velo así… ¿Qué tan malo puede ser que te traten con cariño?
¿Qué tan malo puede ser un que te traten con un poco de cariño?, fue lo único que Sasha Montenegro pensó al entregarse a brazos de su nuevo esposo, sentirse querida fue en ese momento altamente reconfortante, le permitió ver la vida de otra forma y ahora enfrentarse a su ex marido intentando recuperar a sus hijos, detuvo sus pasos al escuchar el silbido infantil de Eduardo para seguir su mirada y abrir los ojos con sorpresa.
-Te dije - le escucho decir - es perfecta - asintió suavemente tragando grueso, a metros de ella envuelta en un uniforme policial estaba sin lugar a dudas la modelo de sus sueños, aquella joven era imponencia pura bastaba con ver las miradas idiotizadas a su alrededor.
-Lo es - dejo escapar quedamente haciendo un análisis visual del cuerpo rápidamente calculando sus medidas - pero es policía… dudo que quiera el trabajo, se ve muy cómoda cuidando la avenida…
-Puedes donar una parte de las ganancias de la nueva línea deportiva de tu empresa de diseño a la policía y seguro te la prestan para lo que quieras - le dio un suave golpe al captar el doble sentido - era broma mujer…yo no haría un trió.
-¿Y quién dijo qué te incluiría?- rió divertida al ver el puchero infantil.
-Eres una mujer cruel e insensible ante mis bromas - le afirmaron mientras continuaba viendo a la chica, sin duda luciría gloriosa en su nueva línea deportiva - ¿Hice bien la tarea?
-Perfectamente - respondió sonriendo - se verá hermosa…solo debo mandar a mi abogado a negociar al departamento de policía, así que se útil pasa por allí y fíjate en el apellido de la placa - empujo a Eduardo con suavidad - yo quiero observarla un poco más…
-No quiero ni imaginar los diseños que esa cabeza tuya acaba de empezar a producir - le escucho afirmar mientras se alejaban de él, era verdad tenía una imaginación sobre productiva en ocasiones pero mientras miraba a aquella joven oficial se preguntaba si su hija tendría esa imponencia.
Herendira miraba con aburrimiento por la ventana de la casa antes de decidir pasar el resto del día de manera productiva, que en su caso se resumía en cocinar así que asalto la cocina de Vanessa, pensaba en que cocinar cuando el rostro de Vanessa vino a su mente, se la imagino de pie en la avenida mientras todos pasaban mirándola “mírenla lo que quieran porque es solo mía” rio divertida para girarse antes de que tocaran la puerta de su casa.
Encamino sus pasos a la estancia para asomarse a ver quién era parpadeando sorprendida al identificar la figura, abrió la puerta dando con el rostro serio de Clarisse a pasos de ella, la anciana levanto la ceja por lo que se ruborizo al verse en pantaloncillos y con aquella camiseta de tirantes - Matare a mi nieta - le escucho musitar quedamente.
-Yo… estoy preparando la comida - atinó a decir antes de ver una camioneta y al ejercito de niños bajar colgándose de ella y dándole cariñosos abrazos, al tiempo que veía a las esposas de los gemelos aparecer en la puerta con una tercera mujer, todas dirigiéndole una divertida y pícara sonrisa.
-La tía debe irse a cambiar… fuera… fuera - Clarisse espanto a los niños mientras la miraba con intensidad provocando que se sintiera muy pero muy pequeña - ¿Cuándo me lo iban a decir?
-¿Hay abuela no pretenderás que te digan cuantas veces al día cogen verdad? - Herendira contuvo la risa viendo a Rachel la esposa de uno de los gemelos guiñarle el ojo mientras recibía el regaño de Clarisse y ella escapaba escaleras arriba para ponerse algo más decente.
Para cuando bajo de nuevo vio su casa invadida en pleno, juguetes de niños tirados por toda la sala y los cojines fuera de lugar, se asomo algo temerosa a la cocina denotando la cantidad de alimentos en ella, pero la ausencia de personas por lo que ingreso mirando por la ventana a todas al parecer peleando por encender el asador, reviso las bolsas de víveres notando que casi todo allí servía para una rica y variada parrilla.
Escucho varias risitas infantiles antes de tomar valor y salir pasando entre el grupo sin decir nada, construir una torre de carbón, tomar un pedazo de tela empapándolo en aceite de cocina, encenderlo y ensartarlo en un agujero en medio de la torre antes de cubrirlo con otro carbón, escuchando el crujido suave indicación clara que su método funciono llevándose una ola de aplausos que la hizo reír.
Marino toda la carne en la cocina sin notar las miradas sorprendidas sobre ella mientras se desplazaba por la cocina con absoluta maestría convirtiendo los alimentos sueltos en un verdadero festín, las verduras debidamente condimentadas acabaron con la mayoría de las cosas en el refrigerador mientras había tomado la decisión de hacer hamburguesas para comenzar.
Escucho la puerta de la casa abrirse horas después acompañada del ladrido de Tormenta y voces masculinas mientras ella empezaba a servir la segunda tanda de hamburguesas, pasando platos a los alegres niños que se ubicaban en la mesa que habían armado en el patio. Vio el uniforme de la policía turística al parecer Vanessa no tuvo tiempo de cambiarse, los gemelos pasaron de largo a su saludar a sus hijos.
-Lo siento lo olvide - la escucho decir mientras rodeaban su cintura con suavidad obligándola a voltear para obsequiarle un cálido beso - es el tercer domingo del mes… y toca reunión en mi casa - le explicaron con una suave sonrisa.
-Pero es sábado- dejo escapar Herendira notando como le asentía.
-Para un Savedra el domingo empieza después de las dos de la tarde el sábado - le con tranquilidad - es nuestra reunión familiar de los fines de semana, y se quedaran todos aquí hoy - ahora comprendía porque la casa era tan grande.
-Pero si solo hemos ido el domingo tarde - viendo la cara de culpabilidad que era la clara declaración de solo te llevo un rato – Vanessa - dejo escapar quedamente - otra cosa ¿Le dijiste a Clarisse que vivía contigo? - le negaron de nueva cuenta - Amor…
-No le vi necesidad - le afirmaron - no tocaba reunión en casa y la ultima se cancelo por lo de mi brazo - vio como se movían con incomodidad delante de ella - pensé que Clarisse avisaría antes de dejarse caer por acá, dime que al menos toco la puerta y no te encontró desnuda.
-¡VANESSA!- le dijo con enfado unos instantes antes de mirarla dolorida - ¿Le pensabas decir?
-Mira es que bueno… no sabía cómo se lo tomaría, digo una cosa es decirle que estamos saliendo, otra que vivamos juntas y tu bueno… la diferencia de edades pues existe y…
-¿Te avergüenzas?- dolida y sorprendida.
-Yo no dije eso - le afirmaron de golpe mientras tomaban sus manos - no me da vergüenza para nada, la verdad le tengo algo de miedo a los jalones de orejas de Clarisse y creo que esta no sería la excepción sobre todo si salgo con casi una niña.
-¡NO SOY UNA NIÑA!- grito de golpe provocando que todo se quedara en silencio y las hamburguesas a medio comer - ¡ESTA MAÑANA EN LA MESA NO CREIAS QUE FUERA UNA NIÑA!- Vanessa cambio de color del todo al escuchar las risitas a su alrededor y el rostro molesto de Clarisse a unos pasos.
-Amor cálmate- vio la mano intentar sujetarla pero la aparto con un golpe - Herendira no creo que seas una niña, pero lamentablemente el resto del mundo si - le afirmaron con seriedad mientras el rostro se cubría de un evidente enfado - y comportándote como lo haces en este momento no haces más que corroborarlo_ observo con sorpresa como Vanessa se giraba encaminándose a la casa -VIVE CONMIGO DESDE QUE ME LASTIME EL BRAZO- le oyó gritar con fuerza, incluso vio los ojos de un vecino curioso asomarse por la cerca - SI, SEÑORA VARGAS, ¡DUERMO CON UNA MUJER!.
-¡VANESSA!- Grito su familia en pleno mientras la joven se quitaba la boina azotándola contra el pasto con molestia antes de ingresar a la casa
Herendira se quedo de pie sintiendo las miradas sobre ella antes de girarse de nuevo hacia el asador intentando regresar a sus ocupaciones pero de pronto se sentía completamente fuera de lugar, observo sus manos temblar levemente antes de percibir unas manos tirando de su pantalón - Tía - bajo sus ojos verdes enfocando a una niñita de cabellos negros - no llores…- la miro con sorpresa no sabía que estaba llorando - la tía Vanessa a veces tiene un feo carácter - dejo escapar la niña - eso dice la abuelita.
La música resonaba con fuerza en la cochera mientras la banda en pleno intentaba perfeccionar la nueva canción agregada a su repertorio, un error de la batería hizo que todos se detuvieran a mirar al culpable, Alec se encogió delante de la batería - Es tan ñoña - dejo escapar el chico con molestia provocando un suspiro de todos.
-Sí, lo es- respondió Ted - pero es el trabajo que tenemos y necesitamos el dinero - agrego el hombre mientras veía ingresar a su esposa con refresco - además que tiene de malo pasar unos días en la playa tocando.
-Que esto es reñoño - dijo Andrea generándole una sonrisa a la esposa de Ted que le tendía un vaso de refresco - es el rey de la ñoñez - agrego causando más risas ante su cara de desesperación.
-Al menos no es peor que la fiesta infantil de la semana pasada - todos se llevaron las manos a la cabeza al escuchar a Marcus diciendo aquello deseando olvidarse de ese vergonzoso hecho - y miren que nos tomo tiempo quitar el marcador de la batería de Alec.
-No me lo recuerdes - el joven - que bajo hemos caído solo por ser los causantes de dos peleas consecutivas y dejar a un tipo medio muerto en el hospital - todos se golpearon el pecho con orgullo provocando que Andrea volteara los ojos en blanco.
-A mí la playa me parece linda - dijo la esposa de Ted provocando que todos la miraran como un bicho raro - es linda y podrán surfear, así que dejen de quejarse…de verdad - Escucho la batería de Alec empezar a marcar el ritmo mientras Marcus se pasaba a lo que parecía un mezclador y el resto de los instrumentos eran dejados de lado por lo que los miro a todos sorprendida al parecer organizándose para una coreografía - ¿Qué diablos hacen?
Se llevo las manos a la boca intentando contener la risa al escuchar el ritmo y la letra de la canción, viendo a Andrea hacer aquel movimiento tan…. Tan… ni siquiera sabía cómo describirlo, apretaba la mandíbula con toda su fuerza procurando contener la carcajada.
Ahí simplemente no lo pudo soportar más ver a su esposo haciendo el baile detrás de Andrea y aquel coro fue más de lo que su capacidad de entereza pudo soportar, se partió de la risa generando que la música se detuviera y todos soltaran quejidos molestos.
-¡ESTAMOS TAN JODIDOS!- dejo escapar Marcus golpeando su cabeza contra el mezclador -¡NOS HEMOS DEJANDO VIOLENTAR!
-¿Por qué no tocan otra cosa?- provocando que Andrea le tendiera una lista que miro con sorpresa “Canciones del repertorio” - cuanto ñoñez junta - dijo de golpe.
-Nos las pidieron así - Ted miro a su esposa dolorido - y es que necesitamos el dinero… no hemos tenido tocadas y bueno Andy sus notas bajaron…
-Ya veo, ¡ohhh! viene “Calendario de Amor”- todos le dirigieron una mirada molesta - si ya se pero es linda… anden entre mejor se lo tomen mejor les ira y antes acabaran.
-Es casi todas las vacaciones mujer, ¿Explícame como acaba antes eso? - Ted tomando su guitarra… no me veo cantando esto todo el verano - molesto - ¡ahh! y no olvides las estúpidas coreografías.
-Además que el hospedaje es un asco, nos mandaron a una mini cabañita - Andrea - acabaremos encimados - agrego la joven - y Marcus ronca- dijo con enfado mientras el resto asentí - parece un oso en hibernación no hay forma de dormir.
-Los voy a ignorar…. A Ted le apestan los pies_ dijo de golpe.
-NO ES VERDAD
-SI LO ES
-QUE NO
-QUE SI
-¡NIÑOS!- grito la esposa de Ted con molestia mirándolos dirigirse miradas asesinas - vamos a buscar una solución y es muy simple... ¿Quién tiene una enamorada multimillonaria?- dijo con tranquilidad.
-Opa Marcus no sabía - dejo escapar Andrea seria - te la ligaste en la última tocada.
-Dios mío, a veces eres tan despistada - Alec se escurrió sobre su batería, mientras enfocaba la cara confundida de Andrea -Hablan de ti, retrasada mental…
-¡Oh! no- retrocedió mirándolos con seriedad - no le diré a Rocky que me preste su casa de playa, le estaría debiendo un favor y eso si que no… deberle algo seria como mi condena… ni loca… puede cobrárselo de cualquier forma… como pidiéndome que sea monógama…
-Que más quisieras- dijo Ted divertido - vas a pedírselo porque te recuerdo que acabamos en un fría celda por tu culpa, sin tocadas por tu culpa y aceptando tocadas ridículas por dinero por tu culpa - todos clavaron miradas severas sobre ella - así que mínimo Almeira nos darás un hospedaje de reyes aunque te la debas coger mañana, tarde y noche…
-Son unos malditos - dijo enfadada mirándolos antes de asentir con fuerza - pero no me la pienso coger… aun…- escucho las risas a su alrededor mientras sacaba su móvil marcando el número.
Cobalt informo a Stefani de la llamada mientras la joven revisaba el horario de llegadas de Victoria -Hola amor- dejo escapar quedamente - no te escucho cielo, si hablas mas fuerte sería mejor…
Andrea se revolvió incomoda alejándose del cuarteto de babosos que la enfocaban divertido_ Hola mi vida_ dejo escapar con suavidad antes de escuchar varios oww detrás suyo -¡CALLENSE ESTUPIDOS!- grito molesta – no, mi amor no… no te grito a ti… -Stefani rio al otro lado de la línea lo que empeoraba por completo la situación - nos podríamos ver… estoy en casa de Ted, ¿Vienes por mi?.. Si aquí te espero…
Media hora después el rugido de una moto le anuncio la llegada de quien esperaba se marcho sin siquiera voltear para ubicarse el casco prendándose con fuerza de la cintura de su acompañante que dio un arrancón veloz para detenerse calles después - ¿A dónde te llevo?
-A mi casa o la tuya - respondió quedamente.
-Y si mejor vamos de paseo - dejo escapar Stefani algo insegura por las caricias que le regalaban en la cintura.
-¿Y si mejor vamos a mi casa y comemos algo? - la joven del Valle trago grueso ante el aumento de la presión en su cintura - Te extrañe - escucho la voz amortiguada por el casco que termino por desbocar su corazón - quiero que me abraces un rato en el sillón me gustan mucho tus brazos- asintió por inercia mientras empezaba a avanzar de nuevo escuchaba la voz de Elena en su cabeza “Deja de consentirla” pero ¿Quién era ella para negarle a su amor lo que necesitaba?
Así que acabo en aquel sillón con ella en brazos devorándole la boca apasionadamente mientras intentaba mantener vanamente el control de la situación, de las manos que amenazaban con arrancarle la camisa en cualquier momento y de la pasión que amenazaba con desquiciarla - Espera - logro murmurar con dificultad llevándose un gruñido de disgusto – espera - repitió apartándola para ponerse de pie acomodándose la ropa con nerviosismo.
-¿Por qué insistes en esperar? - noto la desesperación en los ojos cafés - te amo y me amas.
-Entonces sabrás esperarme - contraataco provocando que Andrea diera un suspiro frustrado antes de asentir - perdona simplemente yo…
-No perdóname a mi - sintió como se acercaban a ella tomándole el rostro con suavidad y cariño, esos dos que conocía bien que habitaban en el corazón de Andrea, unos muy diferentes que no calzaban con su nueva actitud - si no estás lista, no estás lista - vio la sonrisa ampliarse delante de ella - tenemos tocada en la playa - parpadeo mirándola con sorpresa - ven conmigo - aquello la sorprendió aun mas al notar como apretaban sus manos con fuerza - bueno si no te importan los ronquidos de los chicos, la paga es buena, el hospedaje pésimo… pero no quiero separarme tanto tiempo de ti…
-Andy…
-Ellos querían que te pidiera la casa de playa pero que se vayan al demonio - la escucho reír - te quedas conmigo abrazada a mí en mi cama y conversamos hasta tarde_ sonrió acariciando el rostro con suavidad.
-Nos quedaremos en una de las casas de playa de la familia, las más grande para no oír a los chicos- invitaremos a Herendira y a quien quiera venir, es enorme así que dará trabajo llenarla y será como un viaje familiar - sintió como se acercaban a ella besándole las mejillas._Gracias amor… me daré un ducha frío - vio el gesto de sufrimiento de Andrea y río quedamente - ya regreso - la observo alejarse era tan linda cuando quería, y la quería solo para ella, vacaciones en la casa de playa, con Andrea y Victoria quizás Elena tenía razón y eso sería sumamente divertido, se dejo caer en el sofá dando un suspiro enamorado antes de tocarse los labios le encantaba que ella fuera tan pasional.
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No me olvides. ( por sombra 234)
RomanceEl amor se vive de distintas maneras, el amor no distingue ni repara en nada.. Herendira una joven de 18 años aprendió esto de una manera bastante poco común. ----------------------------------------------------------------- Historia de la autora "s...