Los Hermano de Arena y Fuego.

Cap-4

Era un nuevo y hermoso día en Iwagakure donde nuestros bandidos favoritos seguían durmiendo como lirones, bueno, ese era el caso de Naruto pues Gaara se había levantado temprano para repasar los objetivos de la misión y preparar una increíblemente bien hecha estrategia... que por culpa de Naruto fracasaría miserablemente y por eso ideo un plan B como lo de la arena en la fortaleza en el País del Agua, si bien sabia que sus estrategias eran buenas y que difícilmente podrían salir mal, Naruto era un factor imposible de determinar pues nunca se sabía qué demonios haría. De todos modos Gaara se entretenía ideando estrategias para no perder la práctica. Una hora después de planear cosas que no iban a servirles se dispuso a levantar a Naruto quien dormía profundamente.

― Naruto... despierta― decía Gaara moviéndolo pero por más que lo zarandeaba su rubio hermano no se levantaba y lo único que hacía era balbucear cosas sin sentido, pensó en tirarle agua pero de pronto sintió algo que no le estaba gustando, Naruto había comenzado a masajearle el pecho como si estuviera buscando algo haciendo que una enorme vena comenzara a marcarse en su frente.

― Bruja plana― murmuro el rubio al sentir un pecho completamente plano y luego le dio un empujón alejando a quien fuera esa plana insípida. Desgraciadamente para el rubio, no pudo seguir soñando que tenía un harem de pechugonas pues un gran golpe lo saco de su hermoso sueño y lo mando a estrellarse contra la pared para luego golpearse contra el piso.

― ¡DEJA DE SOÑAR TONTERÍAS! ― rugió Gaara furioso, de todas las estupideces de Naruto lo último que se hubiera esperado era que soñara con manosear personas, in pervertido sin remedio.

― ¡¿Qué demonios te pasa?! ― gritó Naruto levantándose del suelo y mirando la fuente de su molestia quien no era otro que su hermanito.

― ¡¿Que qué me pasa?! ¡Te pusiste a manosearme en sueños! ― contestó muy rabioso el pelirrojo quien aun sentía las manos de Naruto sobre él y le daba escalofríos.

― ¡Tú eras la bruja plana! ― gritó Naruto apuntando a Gaara con una expresión de sorpresa. La vena en la frente de Gaara comenzó a marcarse aun más.

― ¡No me llames así imbécil! ― gritó furioso el pelirrojo mientras se lanzaba en una patada voladora que le dio de lleno en el rostro al pobre Naruto quien estaba muy adormilado como para poder reaccionar y solo se quedo tirado en el suelo un rato para seguir durmiendo, desgraciadamente fue nuevamente despertado por Gaara quien no se veía nada contento por lo de hacia un rato y quien le lanzo un vaso de agua que termino de despertar a Naruto de su ensoñación.

Media hora después de ese inusual momento ambos se bañaron y se vistieron para luego comer el desayuno para luego irse al mercado y comprar provisiones para el viaje.

― ¿Estás listo para la misión? ― preguntó tranquilo Gaara comiendo unos waffles.

― Yo siempre estoy listo, tú, quien sabe ― respondió burlón el rubio mientras comía un enorme tazón de cereal. Ambos tuvieron un rápido desayuno y ambos comenzaron a prepararse para el viaje guardando en pergaminos sus herramientas ninja además de ropa y algunas otras cosas inútiles como una consola de videojuegos con varios juegos la cual servía para matar el tiempo cuando estaban haciendo vigilancia en las misiones.

― ¿Quieres jugar una partida antes de irnos? ― pregunto Naruto señalando la consola.

― Mmmm, está bien― contestó Gaara luego de pensárselo un rato. Naruto conecto la consola y puso el juego favorito de ambos para luego sentarse junto a Gaara quien ya tenía su control en mano y ambos esperaron a que el juego cargara.

¡HARUTO SHIPPUDEN! ― fue lo que apareció en la pantalla del televisor y ambos entraron en modo gamer.

― Te daré una paliza con Sahara― dijo el pelirrojo serio seleccionando a su personaje quien era un tipo peliverde con una extraña vestimenta también verde.