LOVERWOLF [YOONMIN]

Capítulo siete: Casa nueva II

『Capítulo largo, chikitas y con diálogos en el lemon 』

Enjoyy›♡

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Al entrar a la casa y limpiarnos los zapatos, tomé la mano de mi alfa y entrelacé sus dedos con los míos llevándomelo hacia nuestra habitación, contoneándome, provocando a mi pareja, llamando a su lobo que se hallaba dentro del cuerpo de Yoongi con esos gestos, porque éste día quería tenerlos a los dos, porque yo y mi lobo así lo deseamos. Giré mi cabeza un poco hacia atrás, conectando mi mirada con la de Yoongi, mis labios sonrieron sutilmente antes de voltearme de nuevo y empujar la puerta marrón de aspecto rústico con mi mano. Al estar dentro y que dejar que una brisa fantasma pasara por nuestros cuerpos, oí la inhalación de Yoongi a mis espaldas.

Seguramente mi olor previo al celo que se avecina lo esté volviendo loco.

El ambiente adentro era romántico, unas cortinas finas color vino tinto tapaban las ventanas de la habitación y lo poco que regalaba de luz el sol chocaba contra la tela y decoraba con aire carmín todo el espacio. Mis pies sintieron la suavidad y la calidez de la alfombra que cubría todo el suelo pero me emocioné más por la enorme cama matrimonial al centro de la cama. Era como una de esas camas que salen en las películas de princesas, caballeros y palacios; traía cortinas deslizables color castaño, muy transparentes pero no llegando al exceso. La amé y me paré frente a ella, soltando la mano de Yoongi.

—Todo esto es tan hermoso y ésta cama... —le eché una rápida mirada, mis dientes paseándose y apresando mi belfo inferior con lascivia para cuando clavé mis ojos en el guapo azabache frente a mí— ya quiero hacer de todo en Ella. ¿Tú no?

—Nada me gustaría más si ahora te quitaras la ropa y te comenzaras a preparar para recibir mi polla en tu culo, Jiminie.

Oh, cómo amaba a éste hombre.

—Estoy tan ansioso, Yoongi —casi gemí, llevando mis dedos al borde de mi franela para quitarla de mi cuerpo lentamente. Me gustaba encender la pequeña llama y desembocarla en un enorme incendio. Sus orbes me observaban con atención, al igual que los míos a él. Se veía hambriento, tal como lo estaba yo.

Su cuerpo entero se veía tenso tras esa camisa cuadricular abierta y la otra de tela más fina bajo ella, su erección resaltaba bajo los pantalones flojos de jeans que traía puestos y Dios, no podía esperar ni un segundo más. El cuerpo de mi alfa me llamaba y al parecer Yoongi captó mi desesperación, porque a dos zancadas se aproxima a mí, me coge fuertemente por mi mandíbula con ambas manos y me devora la boca como un animal.

Su lobo y él están aquí... sonrío en medio del beso y entrometo mi lengua, sus labios no se oponen a mi pedido y entonces es él el que atrapa mi lengua entre sus dientes, la retiene, la chupa y luego la deja ir para invadir mi boca y explorarla. Lanzo un gemido y me retuerzo en sus brazos, buscando alivio. Entre jadeos y movimientos bruscos poco a poco nos vamos arrancando la ropa y quedamos absolutamente desnudos, compartiendo calor, roces, piel con piel. El tacto caliente me hace delirar y desear muchísimo más de él.