𝑇𝐴𝑇𝑇𝑂𝑂 | Kaihun

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«Kim, preparate. El sábado tienes cita con Hun» al escuchar esas palabras, el menor corrió a abrazar a su hermano de otra madre, Kris correspondió el abrazo risueño por ver a su amigo tan feliz. Kai parecía un pequeño niño.
Ahora se encontraba en un dilema...¿Qué demonios se tatuaría?
Varias opciones rondan en su cabeza... Tal vez un cráneo... Tal vez una pieza de pollo frito..., una vez escucho a Kris decir que una buena opción para un tatuaje; es algo que amas, y Kai ama el pollo frito...
Sacude la cabeza descartando su mala idea.
-¿Qué pasa? -Kris se acerca y le revuelve los castaños cabellos.
-No sé qué quiero tatuarme... -Kris ríe.
-¿Y por qué no diseñas algo que se vea bien y te guste? No necesariamente tiene que tener un significado profundo... -Se encoge en hombros sonriente.
-Umh... -Asiente pensativo.

Ahora Kai se encuentra sentado en la mesa del comedor. Frente a él, hay un hoja de papel blanca y un lápiz al cual se esmeró en sacarle punta de la forma más perfecta y puntiaguda que pudo.
Mira la hoja con determinación, con el entrecejo ligeramente fruncido y los brazos cruzados. Se recarga en el respaldo de la silla y abulta un poco su labio inferior al seguir con la mente en blanco.
¿Tan difícil era?
Pues sí, él no quería cualquier cosa. Quería algo bonito, de lo que no se arrepintiera nunca. Quería un tatuaje como los de los chicos de Instagram, eso que tú dices «¡Vaya! ¡Nunca había visto uno parecido!» y te quedas apreciándolo por varios minutos.
Comienza a trazar sin ganas, todo comienza con tres líneas. Sigue con un triángulo, traza un circulo dentro de éste. Se iba viendo bien, le convencía, pero algo le faltaba...
Empieza a trazar más líneas curvas en el centro del circulo, hace más gruesas algunas y deja otros espacios en blanco. Lo tenía.
-¡Kris! -Llama en cuanto termina.
-¿Sí? -El alto aparece algo preocupado por el grito de Kai.
-¡Mira! ¡Lo he terminado!
Kris mira por unos segundos el dibujo de su amigo, intercala su vista entre la hoja de papel y el cuerpo de Kai.
-Me gusta. -Afirma con una sonrisa.

El sábado llego después de mucho tiempo para Kai, fue la peor semana de espera de todas. Estaba demasiado emocionado, no dejaba de Sonreír. Por otro lado, Kris se encontraba algo nervioso e intranquilo, hacerse un tatuaje no era como caminar en un campo de rosas...bueno, lo era si las rosas estaban hechas de metal y llenas de picos por todos lados... O por lo menos, así creía que sería para Kai...
-¿Nos vamos o te quedarás ahí parado? -Kai mueve una mano en frente de su amigo. Kris sacude la cabeza y sale de su pequeño transe. Mira a Kai perplejo.
El moreno lleva puesta una camiseta corte V blanca, un tanto ajustada. Un pantalón negro sin entallar y unos tenis del mismo color. Había peinado su cabello hacia atrás, no lo llevaba en la cara con un partido en medio como él estaba acostumbrado a verlo, un reloj adorna su muñeca y su pendiente falso su oreja derecha.
Debía admitir que su amigo se veía demasiado bien.
-Oye, vas a hacerte un tatuaje, no a... -Fue cayado por el dedo de Kai en sus labios.
-Se llama "buena primera impresión" amigo mío.
-Lo que sea -Vuelve a sacudir su cabeza-, apúrate... -Le da una palmada en el hombro y un ligero empujón en dirección a la puerta.