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Ambos salen de la casa y se encaminan al dichoso estudio ansiosos por saber qué pasará

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Ambos salen de la casa y se encaminan al dichoso estudio ansiosos por saber qué pasará. Kris está ensayando qué decir cuando Kai comience a llorar por el dolor y el moreno solamente piensa en cómo se verá aquel tatuaje en su antebrazo.
Cuando llegan, Kai se queda parado en frente del lugar observándolo con los ojos bien abiertos. Todo está pintado de colores obscuros en su mayoría, acompañado de unos cuantos algo más animados como el rojo cereza, las paredes son adornadas con diversas luces neón y un gran letrero con el nombre del estudio, casi igual que en la tarjeta.
El entusiasmo y la curiosidad crecen en el interior de Kai en cuanto cruza las puertas. Una sala pintada nuevamente de un rojo, pero esta vez más brillante, con pósters de bandas que él desconoce, fotos de distintos diseños de tatuajes y perforaciones, sofás modernos, artefactos de los cuales no sabe el nombre, y dos sillas acolchonadas; le dan la bienvenida.
Barre con sus ojos la estancia mientras mantiene la boca ligeramente abierta.
-Bienvenido. - La voz de SeHun se distingue entre aquella canción de Metal que suena de fondo.
Kai dirige sus ojos a Kris y ve cómo este sonríe y abre los brazos en señal de que SeHun se acerque, el último hace lo esperado, Kris coloca uno de sus brazos en el hombro de SeHun.
-Kai, oh hermano mío, este de aquí es SeHun...tu tatuador.
Kai posa sus ojos en el rostro enseriado de SeHun. Aquél chico pálido y de rubios cabellos le ha parecido tremendamente atractivo. La forma en la que sus ojos y la forma de su cara contrastan perfectamente le hace quedar alucinando. Ver cómo esos pequeños, rosados y regordetes labios se curvan en una sonrisa traviesa le hacen temblar.
-Hola. -Extiende su mano sonriendo aún. SeHun suena algo extasiado con la visita de Kai.
Él, con base en lo que le ha contado Kris, siempre creyó que Kai era un chico inmaduro e infantil, un niño de cinco años atrapado en un cuerpo de un hombre de veinticuatro. Por supuesto que esa nunca fue la intención de Kris, en su vida hubiese deseado dar esa imagen de Kai...pero SeHun siempre sacaba sus fuertes conclusiones.
Aun así, a SeHun todavía le da curiosidad conocer a el chico parado frente de sí viéndolo con cara de bobo.
Kai no pronuncia ni una sola palabra, está demasiado ocupado admirando el fino y hermoso rostro de su tatuador.
-Comencemos de una vez. ¿Pago en efectivo o tarjeta? -SeHun se frota las manos y se hunde en la estancia.
-T...Tarjeta... -Balbucea.
SeHun ríe.
-Bien, dime, ¿cuál será tu diseño eh?...¿un jugo de manzana de caja? -Dice lo último bajito bufando después para contener una carcajada.
Más sin embargo, Kai le ha escuchado. Un sentimiento de decepción, incomodidad e incluso algo como indignación; se estacionan en su pecho.
-Kris... -Murmura el moreno.
-SeHun, pensé que esas bromas se habían terminado. Nadie te dice nada cuando compras papillas para bebé porque "te gusta la textura" -Hace notar las comillas con sus dedos...
Y así mis niños, SeHun se quemó...
SeHun le voltea a ver visiblemente molestos mientras Kai es ahora el que contiene una risa.
-Esto no acaba aquí Wu -Comenta mientras se coloca unos guantes de látex blancos-. Siéntate ahí -Se dirige a Kai. Señala con la cabeza una de esas sillas acolchonadas y forradas en cuero negro. Kai obedece y Kris se va a sentar en el sofá de siempre.
Kai observa cómo SeHun mueve y cambia cosas, cómo lava unas y se levanta y esteriliza otras.
-Ya, en serio, ¿cuál es tu diseño?
Kai se levanta un poco y saca de su bolsillo trasero aquella hoja de papel arrugada con lo que dibujó el otro día plasmado en ella. SeHun la toma y la analiza por unos segundos, siempre se abstiene de dar opiniones de los diseños de sus clientes, aunque se la pidieran, todo lo que podía decir era que sería un trabajo fácil.
-¡Antebrazo! -Kris alza la voz dando la respuesta antes de que SeHun pregunte, mira a Kai y este asiente.
SeHun se vuelve a hundir en el local y regresa con un algodón empapado de un líquido frío con el cual limpia el brazo de Kai, después pone encima de él la plantilla que realizó después de acordar el tamaño.
Procede a preparar la máquina.
Kai respira profundo y suspira pesadamente, la emoción ha pasado a ser un nerviosismos extremo. Ve a SeHun cambiar los guantes blancos por unos negros, cambia su mirar en dirección a Kris, éste levanta su pulgar y murmura un «prepárate». Cuando escucha el zumbido de la aguja subiendo y bajando a gran velocidad, su corazón comienza a latir fuertemente.

𝑇𝐴𝑇𝑇𝑂𝑂 | KaihunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora