CAPÍTULO 2: CUMPLEAÑOS FELIZ

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CAPÍTULO 2: CUMPLEAÑOS FELIZ

Blaine estaba en su cama durmiendo. El sol entraba por la ventana aunque hacía algo de frío propio de la primavera. Dos criados entraron para despertar al muchacho.

– Señorito, es hora de levantarse. – Dijo uno de los hombres que entraron para ayudar a vestirse al joven.

Cuando el moreno estaba casi preparado para acudir al desayuno alguien entró en su habitación y se abrazó a él.

– Felicidades hermanita.

– ¿Cómo que hermanita? Soy más alta y mayor que tu, enano.

– Yo también te quiero. – dijo el ojimiel besando a la chica en la mejilla.

Bajaron a desayunar con sus padres, que no paraban de hablar de la fiesta de esa noche. Muchos jóvenes ricos y poderosos acudirían a la puesta de largo de la rubia, por lo que todo debía ser perfecto. Para distraerse de todo, los dos hermanos decidieron montar a caballo hasta la hora de comer. Se dirigieron a las cuadras. Cuando entraron vieron que uno de los mozos se estaba refrescando. Estaba mojado y sin camiseta. Verlo así hizo que el moreno se sonrojara. Se sentía tremendamente atraído por el cuerpo de ese chico. Se imaginó a sí mismo tocándolo y se sintió excitado. Por suerte, Brittany habló, sacándolo de sus pensamientos.

– Preparad nuestros caballos. Saldremos toda la mañana.

Los encargados de la cuadra obedecieron la orden y en menos de cinco minutos los dos hermanos cabalgaban hacia el bosque.

La noche llegó. Blaine, vestido con un traje elegante, esperaba a que su hermana apareciera para entrar con ella. Entonces la vio, estaba preciosa con su pelo recogido, un vestido plateado y el collar de perlas de la abuela. Eso no le gustaba mucho al ojimiel. Cuanto más bonita estuviera la chica esa noche, más pretendientes tendría y él sabía que ninguno le gustaría. Conoce a los hombres de su clase social. Sólo quieren una mujer florero para pasear en fiestas y reuniones sociales y que les de muchos hijos. Blaine sabía que la ojiazul valía para mucho más.

– ¿Lista? – Dijo tendiéndole el brazo para que ella se agarrara.

– Nunca lo estaré... Pero no tengo otra opción.

– Tu sólo sonríe... y si necesitas que te quite a algún moscón de encima, simplemente mírame, toca el collar de la abuela y yo iré a tu rescate.

– Gracias... No sé que haría yo sin ti.

Los dos hermanos entraron al salón de baile donde estaban todos los invitados. Sus padres corrieron hacia ellos para presentarles a todos los invitados. Blaine saludaba con un apretón de manos a los hombres y con un beso en la mano a las mujeres. Brittany se dejaba besar la mano por los hombres y daba dos besos a las mujeres. Excepto cuando el príncipe se acercó a ellos, ya que ambos tuvieron que hacer una reverencia. Para tranquilidad del moreno, el príncipe no se sintió atraído por su hermana.

Poco tiempo había pasado cuando Susan se acercó a su hijo.

– Cariño... Tengo que presentarte a alguien. Es una vieja amiga. Su abuela y el abuelo del rey eran hermanos. Tiene una hija de tu edad... ¡Imagínate! Si te casas con ella tus hijos serán herederos de la corona.

– Madre... ¿Eres consciente de toda la gente que tendría que morir para que uno de mis hijos fuera rey?

– No seríamos los primeros en envenenar a gente para llegar al poder...

– ¡Madre! – Dijo el moreno sorprendido.

– Sólo bromeaba... Aunque puede que no sea mala idea...

Blaine puso los ojos en blanco, no podía creer que la ambición de su madre le llevara a pensar eso. Siguió a Susan y procedieron a las presentaciones.

– Hijo, quiero presentarte a los señores Lopez y a su hermosa hija, Santana. Él es mi hijo menor, pero el heredero de toda la fortuna familiar, Blaine.

– Encantado. – Dijo educadamente.

– ¿Con él me queréis casar? ¿Lo habéis visto? Es un enano. – Dijo la morena. Blaine sonrió. Le caía bien la chica, era todo lo que le gusta de una mujer. Carácter y confianza suficiente para que ningún hombre la someta. Puede que el resto del género masculino la rechazara por ser “difícil de domar” pero eso es lo que admiraba de ella.

– Supongo que entonces este enano se marcha. Seguro que encuentro otra mujer más interesante con la que hablar. Seguro que tú eres de esas que no tienen otro tema que tratar que sus bordados y sus vestidos. Si me disculpan. – El ojimiel se marchó sin esperar contestación de la chica.

Se dispuso a buscar a su hermana, que en cuanto lo vio se tocó el collar. Se acercó a ella y le besó la mejilla.

– Si me disculpa, necesito a Brittany un momento.

Los dos se alejaron y se fueron a hablar a un rincón. Cuando estaban en plena conversación, Santana los interrumpió.

– Perdona por lo de antes... No soporto ser un objeto y todos los hombres me tratan como si fuera uno. – Dijo la latina.

– Me extraña que mi hermano te tratara así. – Defendió Brittany al chico.

– No lo hice. – Explicó Blaine. – Ella simplemente me atacó antes de tener la oportunidad de hablar.

– De verdad que lo siento. Pareces diferente. – Dijo la morena.

– Es diferente. – Respondió la rubia con orgullo por su hermano. – Y se merece una buena mujer... Que lo trate bien y que sepa apoyarlo sin someterse a él ni perder su personalidad por el camino.

– Creo que yo podría ser esa mujer... Sólo quiero que me des la oportunidad. – Dijo Santana.

– Empecemos como amigos, ya veremos que pasa en el futuro. – Dijo el ojimiel.

Cuentos de amor (Klaine y Brittana boyxboy - girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora