Danara: La Diosa De La Protección

Capitulo 4: El escape

Era ya de mañana, parecía pacífico y tranquilo, parecía otra mañana común en Vanaheim. Arie estaba despierto y empacó unas cosas en su mochila mientras sus amigos y demás compañeros dormían, cuando entonces despertó a Daven al ver la posición del sol.

— Daven despierta.— Le dice al niño que se levantó algo adormilado y mirándolo tratando de estar cien porciento consciente. —Necesito que te cambies ya, en lo que despierto a Sigrid y a los demás, hazlo ya y no preguntes — Esto confunde a Daven y lo hace reaccionar.

—¿Pero que-

— Hazlo y ya.— Le recalca y Daven cede.

Eder estaba con otros tres compañeros afuera de la choza de los niños para escapar con ellos y guiarlos a la salida, cuando se diera la señal.

Mientras tanto Danara estaba dormida cuando Nadí entró a la celda deslumbrando a Danara con la luz del día, el ruido de la puerta la había despertado.

— Danara, ven.— Le dice y Danara se frota su ojo con la mano.

—¿Que?— Pregunta confusa ante la maleta que trae Nadí colgada en su costado.

— Vámonos de aquí.— Le dice y Danara se asombra.

— ¿Tan pronto?— Pregunta Danara y Nadí asiente mientras le pone una protección de batalla a Danara que protege su espalda y pecho por si atacan, para que ella no se hiriera tanto, la cual sacó de una bolsa que traía, y atrás de ella tenía la espada de Danara, para que la usara de ser necesario.

— Si, todavía no empieza todo, hasta que escuches ruido es tiempo de correr a donde yo vaya ¿De acuerdo? — Danara asiente ante la indicación sonriendo ampliamente, estaba ansiosa de salir de ahí. Nadí sonrió al ver su expresión, con ternura la miró orgullosa de ella y de si misma aunque todavía no empiece, estaba segura de que Danara ya no viviría aquí.

Mientras que en la aldea Arie ya había despertado a los demás, cuando se dió la orden de tirar a los grandes guardias, y la revolución empezó con el estruendo de un cañón derrumbando una de las bases de los guardias más fuertes de la aldea y ante eso varios se alarmaron, gritos de miedo se escucharon, los demás guerreros leales a Renna se prepararon para combatir a los rebeldes, una gran batalla había empezado y Eder sacó a los niños con sus demás compañeros, Arie llevaba a Sigrid y a Daven a su lado.

— Arie ¿Que está pasando?— Pregunta Daven preocupado al ver a su alrededor

— No sé, Daven no lo sé— Responde Arie algo asustado de que pudiera salir mal. Sigrid estaba algo confundida y a la vez asustada mientras avanzaba viendo hacia atrás muy seguido.

Mientras que con Danara, Nadí escuchó el primer cañón y miró a Danara la cual estaba  algo desconcertada al oír el cañón.

— Hora de irnos.— Le dice Nadí y Danara asiente y se van corriendo de ahí rápidamente.

Nadí y Danara se van a adentrar al bosque donde había una cueva que llevaba a un subterráneo que dirigía hacia la salida de la aldea sanguinaria.

Mientras que Renna al escuchar el escándalo lo primero en lo que pensó fue en Danara que estaba aprisionada, algo que la estremeció era que escapara.

— ¡Bjorn!— Llamó el nombre de su lacallo y este atendió su llamado. — Ve por Danara. Llévate tropas para salir de aquí— Le dice y Bjorn asiente y se lleva a sus tropas para que vayan por la niña.
Ellos se van pero Renna no está tranquila, si esa niña se va será el fin de los sanguinarios y su venganza contra Odín. Entonces recuerda que no vio a Nadí en la mañana y esto la paraliza. — ¡No!— Exclama Renna al imaginar que Nadí se la pudo haber llevado antes , sabía lo mucho que Nadí quería a Danara.