Danara: La Diosa De La Protección

Capítulo 1: El comienzo

Era una mañana cálida en Vanaheim, el sol era tenue pero alegre, había una pequeña brisa refrescante de verano. La joven Ayren tendía la ropa afuera de su pequeña y humilde casa, sus ropas eran igual de humildes pero se veían decorosas, su cabello largo y rubio estaba recogido en una media trenza, seguía siendo una mujer hermosa. Mientras tendía la ropa se percataba de una mirada y al voltear se topó con la de su pequeña hija de tres años de edad que la veía desde atrás de un árbol con curiosidad, Ayren rió al verla y fue hacia ella para cargarla.

- ¿Que te he dicho de salir sin supervisión?- Le pregunta a su hija y ella sonríe inocente como respuesta a lo que la madre ríe. - Eres igual que él.- Murmura la joven acomodando el negro cabello de su hija.

- ¡Allá!- Dice la niña señalando el bosque por delante, esto indicaba que quería pasear y Ayren entendió.

- En un momento pequeña. Primero hay que tender la ropa ya después iremos por el desayuno.- Dice ella y Danara asiente. Ayren la baja y sigue teniendo pero ahora Danara le pasa las pinzas.

Después de eso, salen hacia el mercado a comprar los víveres. Mientras Ayren llevaba a Danara en su espalda pensaba en su amante, en el príncipe Loki. Su historia era esta:

Ella había sido llevada a Asgard debido a que tenía descendencia sanguinaria, para interrogarla sobre esa aldea que se supone había desaparecido pero había rastros de actividad reciente, pero ella no supo nada y era porque sus padres la habían alejado de ahí desde pequeña para que no fuese entrenada para ser una asesina. Sólo sabía que alguno de ellos había matado a sus padres y esto fue lo que llamó la atención de los asgardianos y por eso la recogieron.
Ella era pobre y no tenía un hogar, y temía volver a Vanaheim por temor a que la mataran.

La reina Frigga fue quien se compadeció y le dió trabajo como sirvienta en el palacio para ayudarla y que tuviera un techo y comida. En el palacio su nombre era muy sonado y rumores se levantaban, que si tenía instintos asesinos, que sí había sido entrenada y cosas relacionadas con los sanguinarios. También para bien ya que era una joven hermosa, algunas sirvientas sentían envidia por su belleza.
Después ella fue asignada a servir al príncipe Loki para arreglar su habitación en las mañanas, fue entonces cuando lo conoció, Loki al principio se sintió cautivado por su tímida y Cortez personalidad y belleza. Pero ocultaba su cautivez y la trataba como cualquier servidumbre, con cortesía solamente. Esto porque estaba comprometido con Sigyn, una de las más importantes doncellas, aunque no le importaba, podría estar con Ayren y su compromiso no le importaría.

Un día Loki estaba desanimado, debido al rechazo de su padre y admiración hacia su hermano, Ayren lo vio pero Loki al principio fue hostil y la quiso echar de su habitacion pero después se disculpó y ella aceptó sus disculpas y empezó una charla que animó a Loki, ella lo consoló pero sin tocar el tema. Era cómo su fuera un calmante, no solucionaba nada pero si su estado de ánimo e incluso lo hizo reír. En ese momento la atracción vanal de Loki hacia la joven, cambió a algo más puro y genuino que Loki no quiso aceptar a la primera, no era tontoz sabía que ella era joven y la clase de chica que estaría con un bruto como Thor, no con él que era la sombra de su hermano y el aburrido príncipe.

También sabía que saldría lastimado, sin importar qué, sabía que no duraría en ninguna relación amorosa, aparte no tenía tiempo para eso, le importaba poco.
Hasta que entre charlas y convivencia el amor se acrecentó y le fue difícil a Loki ocultarlo, tuvieron una relación informal pero hermosa para ambos, hasta que estuvo ella ahí dos años y podía regresar a su hogar debido a que ya estaban seguros que la raza sanguinaria ya había dejado de existir directamente. A lo que Ayren dudó pero pensando y analizando, era lo mejor para ella, para Loki y para todos, así que tomó la decisión de desaparecer de la vida de Loki a lo cual el príncipe lo tomó como traición pero no le extrañó, lo veía venir pero no creía de le dolía. Nunca se enteró que su amor había dado fruto, que aquel fruto fue Danara el vivo retarato de su padre.