Danara: La Diosa De La Protección

Capitulo 7: Acercamiento

Pasó un día y Danara seguía en una recuperación tanto mental como física, no habló en todo el día, no quería hacerlo, lloraba por dentro cuando los demás la veían y cuando no, ella soltaba un llanto silencioso. Sus ojos estaban hinchados y su rostro relajado expresaba mucho sufrimiento en su vida.
Danara esa tarde se le permitió salir a un balcón a ver el paisaje, cuidada por unas sanadoras, muchos niños también habían sido sacados a tomar el aire. Danara solo miraba con una expresión vacía el paisaje, le hubiera asombrado si tan sólo estuviera feliz.

Por otra parte Loki ese día no la pudo ver por estar terminando todo el desbarajuste de la aldea, yendo a su cierre de esta, se le tenía que anunciar al pueblo que se prohibía la entrada a esa aldea, ahora era la aldea en ruinas y prohibida.

Loki ni siquiera pudo consentrarse y otros hicieron su trabajo, a él no le importaba está vez ser eficiente, sólo quería dejar de sentir ese dolor en su corazón, olvidar que le dolía perder al amor de su vida.
C

uando llegó la hora de irse de la aldea, Loki suspiró dándole un último vistazo, el lugar horrible donde creció su hija ya estaba destruido y ella a salvo, no volverá ahí y eso lo tranquilizaba un poco la conciencia, salió y su capa rozó con unas flores Danar blancas que habían florecido en medio del caos.

Había esperanza, el comienzo de una nueva vida...

Era ya de noche Danara solamente pensaba en todo lo que había pasado y era difícil de creer aún, todavía hace unos días a estás horas estaba en el calabozo frío y oscuro, ahora estaba en una habitación cálida, grande y acogedora con comida y cuidados. Pero todo eso no pudo sanar su corazón herido, lloraba en silencio por su amiga que debería estar ahí con ella, no sabía que había sido de ella ni siquiera pudo verla para darle un último adiós. Ella lo único que quería era volver a verla y es algo que nunca podrá volver a hacer, era la única que la entendía y quería... Pero entonces pensó si el príncipe Loki podría hacerlo, era una ilusión que había crecido en ella cómo niña pequeña e ingenua, sus palabras y actitud era cálida y se esforzaba en comprenderla, no sintió ninguna amenaza y tampoco nada de mentiras.

Al convivir ese rato con él, sintió una conexión, sentía algo que la conectaba, su mismo poder se lo avisaba, gracias a este sentía que debía proteger al príncipe.
Danara entonces recordó que era una diosa, y sabía que los demás lo habían descubierto, no era tonta como para no darse cuenta que la sanadora líder la pasó a otra habitación con más atenciones desde que vió el gran poder en su ser. La pequeña suspiró limpiándose el resto de lágrimas, sintiendo un vacío como no haber comido pero en el corazón, no servía de nada ser un ser poderoso si no podías traer a tu mejor amiga de vuelta.

Ella entonces decide escabullirse para explorar y olvidar un rato, intenta abrir silenciosamente la puerta pero nota algo que la inquieta; guardias armados guardaban su habitación, ella cierra la puerta, por fortuna sólo los vió por esa pequeña franja. Danara se sintió muy inquieta ya que pensaba que estaba en una prisión como en Vanaheim sólo que de lujo pero aún así no quería ya no quería ser usada ni vigilada, pensaba que aquí la tendrían encerrada por ser una diosa. Danara entonces se sintió atrapada, no iba a permitir que la aprisionaran otra vez, una crisis nerviosa se adueñó de ella y en una fase de miedo y desesperación, decide escapar, no sabe a dónde pero ella no sería un arma en contención jamás.
Entonces se arma de valor y abre la puerta con un movimiento rápido y sale corriendo de ahí.

Los guardias de alarman y uno logra alcanzarla y la detiene del brazo.

— ¿Que le sucede pequeña?— Le pregunta el guardia pero Danara estaba desesperada pensaba que serían igual de agresivos con ella como en Vanaheim.