Indomable.

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Finalmente el corazón indomable fue dominado por la sociedad. Aquella llama que ardía en su pecho, fue apagada. Y aquellos pensamientos vivaces, le fueron arrebatados.
Lo encerraron en la monotonía que domina las mentes del pueblo. Fue forzado a la normalidad, viviendo entre barrotes de estereotipos y paredes de mentes vacías.
Mientras más pasaba el tiempo, sus latidos se debilitaban cada vez más, dejando atrás aquella chispa de esperanza que tanto brillaba en el. Su voz se perdió en el eco del silencio y, aquella llama que dominaba su alma, se convirtió en cenizas que el viento se llevó.
Sin embargo un deseo vibraba aún en su interior, la muerte para poder ser libre. Cada día que pasaba, lo anhelaba con más intensidad, pues cada noche sentía que una parte de el se iba, pero jamás se iba por completo.
Día y noche pasaban los tortuosos recuerdos de aquellos días cuando era libre y no lo apreciaba. Vivía siempre en el recuerdo, perdido en el tiempo. La sociedad lo había condenado a la locura, pues en los rincones más oscuros, se oía la risa de un corazón roto.
Pero dentro de el, no existía la locura sino, sólo las cenizas de la llama extinguida, que viajaban de lo existente a lo inexistente. El mejor que nadie, sabia que todos estaban locos, pero habían sido obligados a callar.
Aquellos que buscaban salvarse vivían presos de burlas y maltrato. Eran forzados a plantar raíces de la cordura mientras que sus pensamientos eran cortados a gusto de la monotonía. Sin embargo, sólo los suertudos lograron escapar para perderse en las venas de la locura para llegar al corazón de la vida. Sólo ellos han conocido la verdadera felicidad.

CATARSIS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora