Cosas extrañas.

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Pov. Clarie:

Hoy sería el acto de iniciación en el cual todos los representantes de cada uno de cada uno de los Dioses demostrarían sus poderes en una batalla en la arena con aliados y todo. Lo odio.
Cali y Hunter seguro no saben nada de esto...tendría que decirles.
Me encaminé hacia sus habitaciones iniciando con la de Cali a la cual entré por la cerradura convirtiéndome en un pequeño insecto. Luego de entrar note lo fría que era su habitación, abrí las ventanas y las cortinas dejando que entre el sol para que caliente un poco el ambiente y me acerqué a ella.
- Cali, arriba.- hablé bajo mientras la sacudía un poco, gruñó y tapó su cabeza con las mantas.
- ¡Calíope arriba!- hablé más fuerte tirando las mantas al suelo.
- ¡Noooo!- gritó dramáticamente mientras de tiraba al piso fingiendo que moría. Cuando se trata del drama ella era la reina.
- Acompáñame a despertar a tu hermano, hoy es un día especial.- dije dándole la ropa que tenía preparada.
- ¿Hoy sirven pastel de chocolate en la cafetería?-  preguntó esperanzada.
- No, ahora cambiate.- a duras penas se levantó resongando.
Cuando terminó de cambiarse en el baño mientas yo tendía su cama nos dirigimos a la habitación de Hunter. Cali sin el menor tacto tiró a su hermano de la cama y lo arrastró hasta el baño.
- Listo.- dijo sacudiéndose la ropa.
De pronto se me ocurrió una idea, ambas sabíamos que a Dan le interesaba Hunter y quería una oportunidad con él; a esta hora seguro estaría haciendo su rutina de ejercicio diario por lo que podríamos decirle a Hunter que vaya a "despertarlo". Le comenté la idea a Cali y ella opinó que era una buena idea.
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Pov. Hunter:

Cuando salí de bañarme ya cambiado pero enojado por la forma de en la que me despertaron ví que Clarie tendía mi cama y que había abierto las ventanas.
- Hunter ve a despertar a Dante, por favor.- me pidió Cali.
- No quiero.- dije algo incómodo.
- Por favor, Cali y yo debemos debemos despertar a Layla y créeme es demasiado trabajo, se necesita una legión para hacerlo.- me suplicó Clarie.
- Está bien...- no muy seguro salí de la habitación.
Caminé sin demasiada prisa hacia su habitación contemplando el paisaje, era un día soleado y caluroso.
Al llegar a la puerta noté que está no estaba cerrada con seguro, tomé el pomo y la abrí. No sé si fue imaginación mía o que pero me encontré a Dante sin camiseta colgado de una barra para hacer ejercicio cuando se suponía; según las chicas, que debía estar durmiendo. Estaba dándome las espalda con los auriculares puestos así que supongo que no me escuchó entrar por lo que siguió haciendo de las suyas.
- Wow, tiene buen cuerpo.- pensé pero automáticamente me obligué a  pensar en otra cosa y concentrarme.
Esperé incómodo a que terminara y por suerte así lo hizo. Se sacó los auriculares y yo carraspeé incómodo, al instante el se dió media vuelta y me saludó sonriente y algo sorprendido.
- Hunter, hola.- dijo bebiendo un poco de agua, yo solo me limité a mirarlo ensimismado, cuando reaccioné le devolví el saludo.
Nos quedamos ahí parados uno frente al otro mirándonos sin decir nada.
- ¿Qué...que haces aquí?- preguntó.
- Emm...las chicas me pidieron que venga a despertarte.- dije rápido y bajito.
- Eh? Soy hijo de Apolo, me despierto con el sol.- dijo aguantando la risa por mi torpeza, ¿cómo no se me había ocurrido antes? Seguro lo hicieron a propósito.- Si quieres puedes esperarme, me baño y vamos a desayunar.
- Está bien...- se metió en el baño y me quedé mirando su habitación. Era muy... Apolo, su techo era de vidrio, tenía muchos pósters de bandas que conocía y que no, un gran armario con puertas de espejos, un piano enfrente de una ventana, su cama de dos plazas deshecha y como en todas las habitaciones se guardaba en la pared. Al otro lado de la habitación había una puerta blanca con dibujos hechos al azar sobre ella, no pude evitar sentir curiosidad así que me dispuse a averiguar que había detrás, antes de entrar me cerciore de que Dante no haya salido de la ducha y efectivamente no, estaba cantando "can't stop the feeling" de Justin Timberlake demasiado emocionado, reí y abrí la puerta. Dentro había una sala llena de todo tipos de instrumentos pero lo que más me llamó la atención fue la lira de oro grabado con soles y laureles en la empuñadura resguardado en una vitrina de vidrio en el centro de la habitación. No sé cuánto tiempo me quedé embobado observándola hasta que una voz me sobresaltó.
- Me la regaló mi padre para mí decimoquinto cumpleaños.- Dante se encontraba detrás de mí con sólo unos jeans. Tragué ruidosamente, esto era incómodo...
- Es muy bonito, aunque demasiado brilloso.- dije restándole importancia y tratando de sonar calmado.
- Pero que sea así de brillante es lo que lo hace bonito.- Dante me abrazó por detrás con mucho entusiasmo, no me queje.
- Rayos, esto es raro pero se siente relativamente bien... No. ¿Qué sucedía? Esto no estaba bien.- pensé, todavía no me acostumbraba al cariño de este chico.
Dante empezó a sacudirme con preocupación.
- ¿Estás bien?- me solté de su agarre y asentí.
- Si ¿por qué?- pregunte tembloroso.
- Pareces shockeado.- me sonroje levemente y miré a otro lado.
- Estoy bien.- no pude evitar sonar un poco irritado, odiaba está rara sensación cuando estaba cerca.
- Tenemos que ir a desayunar.- nos encaminamos a la puerta.
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Al llegar a la cafetería le pedí a Cali que venga conmigo y nos fuimos a un lugar solos. Le conté lo que había sucedido con Dante a lo que ella escuchaba atentamente.
- ¿Te gustan los hombres?- como amaba a mi hermana, siempre tan directa, y nótese el sarcasmo.
- ¿QUÉ? Claro que no, o sea no estoy seguro, se que no me gustan pero con Dante es distinto.- estaba realmente confundido.
- Relájate, ¿qué sentiste exactamente?- Uf que no sentí...- pensé.
- Ganas de vomitar y cosas raras en el estómago.- recordé como me abrazaba y me sonroje otra vez.- Casi no podía respirar.
- ¡Felicidades! Te estás enamorando.- dijo con fingida emoción.- yo que pensaba que los hijo del Dios Hades no teníamos corazón.- me dió unas palmadas en la espalda.
- No lo creo, tengo que pensarlo y más adelante voy a ver qué hago, es demasiado pronto para sacar conclusiones.- desanimado volví junto a ella a la mesa con los chicos. Cada tanto miraba de reojo a Dan y pensaba lo bonito que se veía riendo pero al instante desechaba esa idea. Cuando tocó el timbre cada uno volvió a sus respectivos salones; ellos juntos y yo por mi parte ya que no tenía la misma edad.
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Pov. Layla:

Estaba comiendo mi delicioso estofado de venado cuando siento un leve golpe en mi pantorrilla, busqué al culpable cuando vi que era Dan quien me hacía caras raras, me levanté de la mesa excusándome que debía buscar algo y Dan se ofreció a acompañarme, mientras tanto Cali y Hunter seguían apartados charlando.
- ¿Qué sucede?- empezamos a caminar por ahí sin rumbo fijo.
- Estuve con Hunter hace un rato en mi habitación.- abrí los ojos sorprendida y el me aclaró que no era algo malo, me contó cada detalle de todo lo ocurrido.
- ¡Wow! Si te gusta enserio.- dije asimilando lo que dijo.
- Me encanta.- dijo el sin vacilar.- tiene que ayudarme a conquistarlo.
- Mmm...no se...- parecía que el lo tenía todo controlado.
- ¡Por favor!- puso su carita de cachorrito abandonado.
- Bueeeno te ayudo, pero por ahora a entrenar que los chicos nos esperan.
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Al llegar Cali y Hunter practicaban con espadas demasiado rápido y agresivo, pero parecía que lo tenían todo controlado, por lo que no me preocupé y con Dan nos pusimos a observar la pelea.
Cali utilizó su geoquinesis y encerró a Hunter en un muro de rocas. Hunter salió sin problemas y volvió a la carga, con la empuñadura de su arma le dio un golpe en la muñeca, en consecuencia, Cali soltó el arma, con rapidez Hunter intentó derribarla pero ella sacó una daga de su nota y le hizo un corte en las costillas para frenarlo.
Hunter se detuvo y apoyó su mano en la herida con una mueca de dolor.
- ¡Lo siento! Fue sin querer, no quería herirte.- Cali desesperada intentaba ayudarlo.
- Estoy bien.- intentó seguir luchando pero empezó a tambalearse.
- ¡Dante llévalo a la enfermería y ayúdalo!- el susodicho se paró y corriendo fue al lado de Hunter y lo tomó en brazos como los recién casados y se fueron del campus.
Nosotros nos encargamos de calmar a Cali y le dijimos que no era grave que todo iba a ir bien.
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Pov. Dante:

- ¿Te duele demasiado?- pregunté preocupado...su costado sangraba mucho.
- Nop, no me duele nada.- dijo mientras tiraba de un mechón de mi cabello.
- Auch.- dije bajito, se notaba que la pérdida de sangre lo mareaba.
- Lo sien...es muy bonito.- dijo despacio y pausado.
Cuando llegamos a la enfermería lo acosté en una camilla y levanté un poco su camiseta.
- Podrías invitarme a comer primero.- sonrió atrevido y al instante me sonroje; pobre, el chico estaba alucinando.
Apoye ambas manos en su herida y utilicé mi poder de curación para sanarlo pero antes de que pudiera hacer nada él corrió mis manos.
- Me haces cosquillas.- hizo un puchero y me pareció la cosa más tierna del mundo.
- Tengo que curarte.- está vez cuando las apoye no hizo nada, pero no paraba de reír lo que provocaba muecas del dolor por las sacudidas.
- Listo pequeño.- no sé de dónde salió el mote pero me gustó.
- Gracias.- estaba pensativo, dudando de su hacer o no algo que yo ignoraba. De repente me abrazó y al instante correspondí.
Nos separamos y le tomé la mano para ayudarlo a bajar de la camilla y caminar pero el la soltó diciendo que no había sido nada que podía caminar perfectamente y así lo hizo.
Salimos de la enfermería y nos reunimos otra vez con los chicos, Cali corrió a abrazar a su hermano pidiéndole disculpas y Layla me dirigió una cara pervertida y me golpeó un poco muy fuerte con el codo provocando que me sonrojara.
- No pasó nada.- dije un poco desilusionado.
- No te preocupes Rubio, vas a ver qué tarde o temprano caerá a tus pies.- caminamos en dirección a nuestras habitaciones.
- Tienen que prepararse porque hoy es la iniciación de año, se demuestran sus poderes y se combate.- dijo Clarie recordándonos el gran día.

A.H.A.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora