Alerta: Azul Cobalto

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Pov. Hunter:

- ¡Por Hades Hunter!- Gritó Cali cuando le conté lo que pasó ayer con Dante.
- Cállate, hay que entrar- Dije sonrojado.

Hoy dirían como será la prueba final, la cual no tiene nada que ver con los resultados de las batallas.

- Alumnos, haremos grupos de cuatro personas para ver como se desempeñan en esta prueba la cual se trata de poner un grupo en cada país como mortales... Blah Blah Blah.- Dijo uno de los profesores de manera vaga a lo que el director lo miro mal y termino el discurso.- Los equipos y el país estarán puestos en el tablero al final del pasillo tienen tiempo.

Esperé a que pase el amontonamiento de gente en el tablero, cuando ya no había gente fui a ver quien estaba conmigo. Estaba tan concentrado leyendo que no noté como Dante llegaba por detrás y apoyaba su cabeza en mi hombro.
- Dante, Calíope, Hunter, Clarie y Layla.- leyó Dan sonriendo.- Vamos a estar juntos por mucho tiempo y seguro compartimos cuarto.- dijo lento y me abrazó despacio por la cintura, algo a lo que no me acostumbraba y me incomodaba.
- ¡¡Esto es demasiado!!- pensé.
Hizo que gire para poder verlo.u despacio me llevo contra el tablero acorralandome, miré para todos lados viendo si había alguien pero no. Cuando lo vi a los ojos tenía el mismo extraño brillo en sus ojos como en la batalla ese azul cobalto.
- ¿Dante?- pasó sus manos por debajo de mi camiseta.- ¿Qué haces?
Intenté empujarlo pero tomó mis muñecas dejándome inmóvil. Estaba muy confundido. Se acercó y empezó a besarme el cuello, me estremecí, no sé porqué estaba haciendo esto, no me desagradaba pero no estaba seguro, era demasiado pronto y no estaba seguro respecto a mis sentimientos.
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Pov. Layla:

- ¿Y Dante?- pregunté buscándolo con la mirada.
- ¿Y Hunter?- preguntó Cali al mismo tiempo.
- Estaban viendo el tablero de los equipos.- respondió Clarie; siempre sabía dónde estabamos cada uno, super loco.- Vayan a buscarlos, los espero con la merienda en el parque así charlamos de la misión.
Nos dirigimos al tablero Cali y yo por el bosque para cortar camino, ya estábamos por llegar cuando vimos a una hija de Afrodita detrás de un árbol murmurando.
- ¿Qué haces?- dijo Cali fríamente a lo que asustó a la chica. En verdad daba miedo cuando te fulminaba con la mirada, tenía la mirada aterradora de su padre.
- Nada.- ella nos miro con asco y nos hizo frente fingiendo valentía.
Con Cali nos miramos y pasamos ambas a cada lado chocandola y provocando que se caiga al suelo, no nos importó y seguimos nuestro camino.
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Pov. Dante:

Pestañeé varias veces tratando de recordar por qué tenía acorralado a Hunter y por qué besaba su cuello.
- Aaahhh...eeehh...- no podía decir palabra alguna.
Me corrí y le dí su espacio, antes de que alguno pueda decir algo Cali y Layla llegaron.
- Los estuvimos buscando.- Cali abrazo a Hunter y Layla a mi, empezamos a caminar. Me relaje y trate de no pensar en lo que sucedió.
- ¿A dónde vamos?- pregunté viendo que nos dirigíamos al bosque.
- Clarie nos está esperando con comida en el parque.- explicó Layla.
cuando llegamos nos encontramos a Clarie con todo un banquete, típico de ella.
- Mmm...Clarie está delicioso.- dijo Lay a lo que todos concordamos. Puse música y así estuvimos toda la tarde.
- Dante, por favor ¿podrías ir a buscar más vasos y servilletas?- me preguntó Clarie captando mi atención.
- Claro.- de un salto me levanté y corrí a buscar las cosas.
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Pov. Hunter:

- Ya pasó media hora y Dante todavía no vuelve.- dijo Clarie preocupada.
- Si quieren voy a buscarlo.- se las veía muy preocupada, seguro no era nada pero para calmarlas iría. Asintieron pidiendo por favor.
Me levanté y caminé hacia donde había ido corriendo, ya estaba oscureciendo, debían ser las 8 pm, y hacia algo de frío. Caminé entre los árboles, habían muchos animales de los que no me había percatado antes. Cuando salí del bosque me encontré a Dan sentado en un banco refregandose la cara con ambas manos, sin nada de lo que Clarie le había pedido.
- ¿Dante? ¿Que sucede? ¿Está todo bien?- me acerqué y toqué su hombro, cuando levanto la vista tenía el mismo brillo con el azul cobalto.
Repentinamente me tomó del brazo y me acostó en el banco con una agilidad increíble, se subió sobre mi y me empezó a besar el cuello.
- Rayos, no otra vez.- Pensé.
- Por favor basta.- dije asustado.
Pegó su cuerpo más al mío y pasó su cálida mano por debajo de mi camiseta, acariciando mis abdominales. Su tacto y sus besos provocaban una extraña presión en mi abdomen bajo pero ese no era Dante.
Desperté del trance en el que me encontraba y use todas mis fuerzas para empujarlo al suelo, cumpliendo con mi cometido.
- ¿Dan?- pregunté mientras lo sacudía, estaba inconciente.- ¡Dante despierta!...¡Rayos!- lo primero que pensé fue que se había muerto pero era muy absurdo además seguía  respirando.
Lo levanté del suelo y pase un brazo por mis hombros, a pesar de ser un palo el chico era muy pesado, caminé lo más rápido que pude; no era mucho, hasta llegar a la habitación. Por suerte no nos cruzamos con nadie en el camino, quería evitar preguntas.
Cuando llegamos a la puerta de su habitación, está estaba cerrada con llave, suspiré y empecé a palpar todos sus bolsillos de su jean, las tomé de su bolsillo trasero algo incómodo.
No pude evitar pensar que tiene buen trasero, pero me obligué a concentrarme y terminar con esto de una vez.
Abrí la puerta y lo dejé en su cama, me quedé mirando su imperturbable rostro, parecía ese hermoso sol de invierno, pacifico en su lugar. Lo acaricié, delineando su rostro hasta que abrió sus ojos y corrí rápidamente mi mano. Solo uno de sus ojos seguía de ese azul cobalto, el otro ya era de un color azul cielo.
- ¿Qué pasó?- preguntó mirándome extrañado.
- Te desmayaste cuando ibas por los vasos y las servilletas.- dije bajo mientras acariciaba su rubio cabello.
- Estoy cansado.- dijo lento mientras cerraba los ojos por mis caricias.
- Duerme.- dije levantandome de la cama, pero el me tomó de la muñeca aún con los ojos cerrados.
- ¿Puedes quedarte conmigo?- dijo mientras que su ojo cobalto desaparecía por completo.
- Ponte el pijama- Dan se quitó la camiseta haciéndome sonrojar, su cuerpo era demasiado perfecto.
Me miró y río, seguro notó mis mejillas teñidas de rojo, me tiró su camiseta a la cara mientras se quitaba el pantalón, quedando en boxers, este chico no tenía pudor.
- Puedes usarla de pijama si quieres.- evitandolo me la coloqué, tenía muy rico olor...como a sol, bronceador y un poco de chocolate.- Te queda perfecta.
Era demasiado grande. Me tomó del brazo y me atrajo hacia él, ambos nos acostamos, me puse a acariciar su cabello mientras el colocaba su cabeza sobre mi pecho hasta que caí en brazos de Morfeo o...en los de Dante.

A.H.A.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora