Narrador
Matamoros estaba en la sala leyendo un periódico, quería informarse sobre lo que estaba pasando en México.
Ya Saúl se iba a marchar, en cambio Altagracia seguía distante con el.
Encendieron la tele ahí estaba la noticia de Matamoros en todas las portadas.Matamoros Maldición, Doña, como pude dejar que me vieran.-Dijo en el sofá, resfregándose los ojos con las manos, la cabeza agachada, maldiciéndose a sí mismo.
Altagracia Tranquilo Matamoros aquí no te van a encontrar estamos a salvo.
-Dándole consuelo a Matamoros-Saúl Tranquilo Matamoros aquí no te van a encontrar, estamos a salvo.
-Saúl se acerca al sofá y se sienta al lado de ellos.- Yo sé que tú no confías en mi. -Le entrega una tarjeta. -Altagracia Saúl... -Altagracia estaba muy impresionada con el gesto de Saúl. - ¿De verdad querías ayudarlo?
-Preguntó con miles de lágrimas en los ojos y con voz entre cortada. Altagracia no esperaba este gran gesto por parte de Saúl.Saúl Yo estoy aquí para ayudarlos con lo que sea. -Dice Saúl acariciando la mejilla de Altagracia. Las miradas decían a gritos lo que el corazón callaba.
Altagracia Bueno... Ya puedes marcharte Saúl. -Levantándose del sofá, dando la espalda al hombre que ama porque sus lágrimas no paraban de caer. Saúl se marchó y ella se quedó desecha, con el alma en un puño.
Narrador
Ya hacía rato que Saúl se había marchado pero Altagracia seguía desecha con la mirada perdida entre sus pensamientos. Estaba callada, en silencio, decide intentar dejar de llorar. Su cara sigue arrugada, síntoma, que no puede dejar de llorar.
Matamoros se quedó dormido en el sofá debido al cansancio, desde que ambos regresaron a México no habían tenido un momento de tranquilidad.
Altagracia se limpia las lágrimas con su pañuelo, percata que Matamoros está dormido. Decide ir a ver al bebé entra al cuarto y vé que el bebé sigue dormido plácidamente. Su mirada se queda fija en un solo punto su cama...Altagracia Saúl.... -Suspirando. - Se acerca a la cama que está arrugada síntoma de que alguien estuvo tumbado sobre ella. Se sienta y coge la almohada. -Rodea la almohada con sus brazo aferrándose a ella.
Todavía huele a tu perfume mi amor. -Altagracia se hecha a llorar desecha sobre esa cama.
Esta noche voy a soñar contigo, aunque nunca te pueda tener.
Mi amor todavía recuerdo cuando estuvimos juntos y eso es lo que más me duele que jamás te podré olvidar.
-Aprentándo aún más la almohada contra su pecho.
Narrador
Los recuerdos la invaden por completo y comienza a recordar todo ese maravilloso día que pasaron juntos, no puede evitar seguir emocionándose, sus sentimientos son más fuertes que la razón. La despierta de ese momento de paz y tranquilidad su teléfono. Altagracia se acerca a su bolso y es un número desconocido pero no tanto para ella porque esas palabras lo identifican.