Capítulo 5: Confesión

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Llegamos al amanecer y sin pararnos fuimos en dirección al hotel. Eiris quiso quedarse con nosotros. Quizás seguía asustada por haber conocido a Descole o simplemente no quería quedarse sola.

Al llegar al hotel, el profesor Layton, Luke y Flora acababan de bajar de sus habitaciones a desayunar y les explicamos que habíamos conseguido las piedras gracias a la astucia de Descole. Nuestro pasado siempre habita dentro de nosotros.

(Layton) Estuvimos investigando la caja y nos dimos cuenta de que dentro de ella se debió guardar algunas cosas y creemos que es posible que sean las tres piedras que dijimos.

Saqué las dos piedras que me había entregado el día anterior el profesor Sycamor y las puse sobre la mesa.

Aún no me había fijado como eran, pero las dos tenían un color diferente a la otra, una era azul y la otra amarilla. Estaban bien pulidas, eran prácticamente redondas pero tenían unos especies de enganches que se juntaban la una con la otra, pero faltaba otra parte: la piedra del amor.

(Sycamor) La piedra de la sabiduría y la de la perseverancia.

(Flora) ¿Lo único que nos falta es conseguir la otra piedra?

(Luke) Parece fácil.

Cogí las piedras y las junté por la parte que se podían unir, pero algo pasó al juntarlas que hizo que las volviera a separar: el suelo tembló. Tembló. ¿Por las piedras?

(Luke) ¿¡Qué ha sido eso!?

(Layton) Parece que las piedras han reaccionado.

(Flora) ¿Reaccionado? ¿En qué sentido?

(Emmy) Esto parece una novela de fantasía...

(Sycamor) Quizás por algún elemento magnético o algo similar, pero podrían desatar el caos si las unimos.

Un silencio abrumador se hizo en la sala. ¿Podrían destruir las piedras el pueblo?

(Eiris) Pero si no las destruís el pueblo seguirá aterrorizado.

Eiris tenía razón, si no destruimos ese poder la gente seguiría asustada.

(Layton) Tienes razón, pequeña. Siempre hay que asumir algún riesgo por un bien mayor y común. Debemos terminar esto cuánto antes.

Nos levantamos y salimos del hotel. No podíamos perder el tiempo.

(Emmy) ¿Eiris, vas a venir con nosotros o te quedarás en tu casa?

(Eiris) ¡Yo voy!

(Sycamor) ¿Aguantarás la caminata?

(Eiris) ¡Claro que sí!

(Flora) Parecéis una familia. ¡Qué monos!

Flora siempre importunando con sus comentarios, poniendo rojo a Sycamor y haciendo que yo riera nerviosa. ¿Lo hacía a propósito?

Sin pensarlo más empezamos a subir la colina de la enamorada por enésima vez en este viajecito.

Finalmente llegamos, nos costó, la falta de descanso nos pasaba factura.

La cueva estaba tapada con piedras.

(Emmy) ¿Pero cómo...?

(Layton) Quizás haya sido el temblor que hemos sentido antes.

Saqué las piedras del bolsillo y vi que estaban iluminadas. ¿Por qué?

(Sycamor) Será mejor que busquemos otra entrada.

(Layton) Al otro lado había una entrada pero estaba bloqueada, ve con Emmy a investigarla, nosotros buscaremos otra entrada.

El profesor, Luke y Flora de fueron en dirección opuesta a la nuestra mientras nosotros nos dirigíamos a la entrada que nos había comentado el profesor Layton.

El profesor Layton y la piedra del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora