Un difuminado anochecer caía apresuradamente y un desfile de estrellas decoraba el cielo que hacia parte de aquella ocasión; ¿crees que deberíamos estar en este lugar todo el tiempo? —Susurró ella— El miró sus ojos, sonrió y expresó de manera muy pasiva; no podría dudar eso, desde el día que tomé tu mano y te traje aquí, tu sonrisa dejó de ser fingida, y tus lágrimas se fueron en un viaje sin regreso.
YOU ARE READING
Escritos de un alma sincera
AcakEspero que disfruten estos escritos, totalmente de mi autoria. No olvides darme creditos como agradecimiento si utilizas uno de mis escritos en algun sitio web.