HISTORIA DE UN AMOR DE VERANO (PAUSADA)

CAPITULO 11: "FUEGOS ARTIFICIALES"

A la mañana siguiente Sofí y yo procedimos a preparamos algo para desayunar. Sofí insistió en escoger la ropa que llevaría en la noche, quedamos que después de mi "CITA", como lo dice ella, nos reuniríamos a ver los fuegos artificiales. Estaba preocupada, probablemente vería a Ulises y aun no estoy lista para dar la cara, por lo que le pedí que me dejara invitar a Santiago a estar con nosotros, y accedió, sorprendente.

Ya era más de medio día cuando Sofí se fue, estaba en mi cuarto y escucho que tocan la ventana. Me asomo y es Santiago.

-Lista para la noche-

-Claro. Una amiga me ayudo a escoger mi ropa.-

-Que bien-

-Santiago, después podemos reunirnos con mis amigas. Me gustaría ver los fuegos artificiales con ellas.-

-Claro.- Me extiende una gran sonrisa.

Ya estaba todo listo, estaba nerviosa ya que probablemente vería a Ulises. Y no sabría que decirle.

Llegó el momento me puse la ropa que Sofí eligió, es una falda con vuelo color azul y una blusa sin mangas blanca, no podía elegir mi peinado, era difícil, estaba nerviosa.

-Ya estás lista- dice Santiago en el marco de mi puerta.

-¿Cómo entraste?-

-Tu mamá me dejó pasar- me dice sentándose en el borde de mi cama- ¿qué pasa?-

-No sé cómo peinarme. ¿Tú qué opinas?-

-¿De pende?-

-¿De qué?-

-Para quién te arreglas.- Su voz es tenue y su sonrisa desaparece por fracción de segundo

-Pues... -pasa por mi mente Ulises, pero no quiero hacer sentir mal a Santiago- Para ti - le extiendo una enorme sonrisa risa.

-Entonces suelto- susurra evadiendo la mirada

-No te escuché, que dijiste.-

-Suelto. Me gusta cómo se te ve suelto- sigue sin mirarme.

Volteo al espejo y me desahogo la coleta que traía, mi cabello cae en mis hombros, es tan oscuro que parece una mancha, veo mi reflejo y Santiago está atrás de mí.

-Estás seguro- Lo veo a través del reflejo

-Si- me coloca un pequeño moño en el costado. Recuerdo este moño, me lo regaló cuando nos conocimos. Pero este es nuevo.

-Este es mi regalo-

-No, es solo un sustituto. Lo vi en la tienda y me acordé que te había dado uno idéntico hace años.-

-Es hermoso- sigo viendo mi reflejo.

-Ya estás lista-

-Si- estoy entusiasmada. Bajamos las escaleras -Ya nos vamos mamá-

-Vayan con cuidado, diviértanse-

-Claro que si Señora- le dice Santiago con una enorme sonrisa.

-Cuídala mucho. Es un poco torpe-

-¡Mama!- le reclamo

-Muy bien váyanse y diviértanse- nos despide desde la puerta.

Caminamos en silencio. Solo sentía el pequeño moño en mi cabello. Lo tocaba tratando de recordar.

-¿Qué pasa?- me pregunta

-Nada, solo trato de recordar-

-No te preocupes, fue hace mucho- me mira fijamente.