Capitulo 1

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Actualidad...

-Ya sé le pasara - le dijo la rubia de ojos verdes.

James solo la miro y asintió.

-No creo que se pase toda la eternidad molesto- volvió a hablar al no recibir respuesta de parte de James- si es tu amigo comprenderá que casarte conmigo es lo mejor- dijo llevando su vista hacia las rosas que le habían enviado de muestra-, ¿no lo crees amor?-

-Puede ser- dijo James- ¿Ya elegiste cuales serán para la boda religiosa y la civil?- pregunto acercándose a ella, se puso a su par para observar unas hermosas rosas blancas mientras que su prometida veía unas rosas rosadas- estas eran las favoritas de tu hermana- dijo recordando con una sonrisa de lado.

Ella vio las rosas que observaba su prometido por unos segundos y luego volvió a mirar las que ella había elegido.

-Es tan de ella- dijo suspirando; miro a las sirvientas y a los guardias, y dijo- déjenme a solas con mi prometido- ellos solo asintieron y se retiraron.

James se sentó en una de las sillas, mientras su mirada se perdía en algún punto desconocido.
Ella sin dudarlo se quitó el anillo de compromiso que él le había dado.

-Sabes que esto está mal James- dijo ella sin titubear y con una voz más firme.

- No no- él respondió rápido y se levantó de su asiento- Magdalena, eres lo único que me queda de ella- dijo en tono de súplica- por favor no te vayas-

-James ya dejamos muy en claro que no nos amamos y nunca lo haremos- dijo tomándolo de las manos- este matrimonio está arreglado de ambas partes, tú me sigues viendo como tú cuñada y yo como mi cuñado- dijo y después soltó un ligero suspiro.

-Pero...-

-Después de casarnos tendremos que procrear James- dijo ella interrumpiéndolo- Antes cuando no conocías a mi hermana era fácil hacerlo, pero en este momento, después de todo lo qué pasó, después de todo lo que te pasó, no creo que sea igual-

-Sigo siendo el mismo- dijo James muy seguro apretando más sus manos- y te lo puedo demostrar- soltándose de su agarre.

Soltó sus manos y las dirigió a la cintura de la rubia, ella colocó su brazos alrededor del cuello de él. La acercó a sus labios y se unieron en un apasionado beso.

El beso termino y ella lo miro a los ojos.

-Lo siento, James- dijo Magdalena haciéndolo fruncir el ceño- Sigues enamorado de ella-

-Entiende que no puedo amar a un muerto, Magdalena- dijo James ya un poco fastidiado- La ame todo el tiempo que duró nuestro por siempre; pero yo sé que ella hubiera querido que siguiera adelante-

-Si sé eso James- dijo Magdalena, un poco molesta- pero no te hablo de mi hermana- dijo volviéndolo a mirar a los ojos mientras se soltaba de su agarre, dio un paso para atrás- Hablo de Isabel- dijo de golpe.

Y eso fue como un balde de agua fría, se quedó frío, las manijas del reloj dejaron de correr para él.

Ella volvió a hablar.

- Lo siento yo..- la interrumpió de dándole un beso, la beso tan apasionadamente que ninguno de los dos podía dejarlo pasar.

Él se separó solo unos centímetros para mirarla y decir lo siguiente- Ella es mi pasado, tú eres mi ahora- dijo con voz ronca- Si no me amas no me importa, pero nos casaremos y reinaremos cueste lo que nos cueste- volvió a decir en una especie de gruñido, para después devorarle la boca.

(...)

-Estamos a 15 minutos de llegar, ¿Nerviosa?- dijo la trigueña de ojos claros- han pasado más de 10 años desde que dejaste el castillo- dijo emocionada.

Sé que te encontraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora