Prólogo

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Pensé que con mi vuelta todo seguiría tranquilo, vaya error.

— Al fin vuelve, chef, es bueno tenerlo -murmuró con calma mi sub-chef Hoseok, yo le sonreí.

— ¿Qué harían sin mi, no? -bromee con cierta arrogancia. — ¿Alguna reservación especial?

— Oh, si, uh, bueno... -él carraspeo con nerviosismo, pude ver sus manos juguetear entre sí. — Pensamos que volvería mañana como estaba estipulado así que aceptamos la reservación de...

— Oh, no. Dime que no hiciste lo que yo creo, Hoseok. Dime que no es ese cerdo soberbio. -Hoseok sin embargo asintió

— Sí, bueno, es una buena oportunidad para que solucionen sus diferencias. Hyung -dijo él mirando hacia otro lado. — llegará a las 8, preparemos un gran servicio para él y verá cómo cambia su reseña de la otra vez -comento ahora con entusiasmo mientras que yo contenía mis ganas y no lo golpeaba con un sartén sólo por respeto al objeto.

1 año antes.

— ¡Jamás había probado algo tan asqueoso! ¡Simplemente horrible! -el ceño de Namjoon se había fruncido, había degustado esa comida y no podía entender cómo a todos les encantaba.

“Me encuentro increíblemente decepcionado ¡Increíblemente decepcionado!
Se suponía que éste debía ser él mejor restaurante de todo Corea del sur y del mundo, según todos. Y sin embargo, ¡No ha sido más que un rotundo fracaso!
En mi humilde opinión la comida estaba desabrida, casi tanto como el chef y su atención. Un completo desastre. Le doy 1 🌟 (estrella)

Artículo escrito por Kim Nam Joon para la revista Times.”

¿Creen que ya lo haya visto? -se murmuraba días después en la ajetreada cocina de "Ksj's".

¡Jung Hoseok! -un gruñido se oyó desde la oficina del chef y de haber sido posible todos los utensilios de cocina habrían temblado casi tanto como aquél pobre hombre lo hacía mientras entraba a la oficina.

— ¿Si, chef? -un murmuro débil provino de él acompañado de un carraspeo y un intento de disimular los nervios.

— Ya lo leíste ¿Verdad? ¡Ese maldito! -Seokjin estaba sacado de sus casillas, a punto matar a alguien y arruinar su bella camisa rosada de diseñador.

— Si, chef. No debería darle importancia, una mala crítica no cambiará ni opacara todas las buenas que tenemos

— No me interesan las buenas ahora mismo. No quiero que ese desquiciado cerdo sin paladar ni papilas gustativas vuelva a entrar ¿Me oíste? -gritó ciertamente encaprichado mientras sus mejillas tomaban una tonalidad rojiza por el enojo. Hoseok asintió intentando contener las ganas de reír.

Hoy, años después, la historia parecía que iba a repetirse.

—  ¿A qué hora dices que llegará este energúmeno? -cuestioné mientras me ponía mi delantal y acomodaba mi ropa.

— A las ocho, chef. Aún tenemos dos horas para preparar todo. -sonrió viéndome y yo sólo suspiré.

— ¡A trabajar, ahora! -aplaudi haciéndolo estremecer un poco y él corrió a la cocina. Yo reí.

Dos horas después

— ¡Que nervios, ya debe estar por llegar! -exclamó Jeon Jungkook, el chef más nuevo mientras todos reían.

— Y aún no llega lo mejor, la vena del cuello de Seokjin parece hincharse cada que lo ve, a veces temo por la vida de mi hermano -susurro Taehyung, hermano de Jin que vaya a saber dios qué estaba haciendo ahi siendo un pésimo cocinero.

Cooking Lovers ¡En Edición!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora