Capítulo 11

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Cuando nos separamos Namjoon me miró, estaba desconcertado y su expresión lo dejaba sumamente claro.

Pronto sucedió, su mano impactó contra mí rostro y yo sólo fui capaz de cerrar los ojos.

— ¿Qué diablos crees que estás haciendo, Seokjin? -él frunció su ceño y antes de que yo tuviera tiempo a hacer algo una voz nos desconcentró.

— ¿Nammie, qué haces aquí? Dijiste que me esperarías en el automóvil.

Namjoon me miró con nerviosismo, podía notarlo. Tanto así que su mensaje fue más contundente de lo que quería y podía soportar.

Di media vuelta y tomé mis cosas, como podía, con el ego más que herido y sufriendo algo que jamás creí. El rechazo.

— SeokJin, espera, no te vayas -su mano había tomado mi muñeca con cuidado. — Ella es Colette, mi mejor amiga. -¿Sabes que tu mejor amiga está loca por ti? Pensé riéndome por lo bajo.

— ¿Seok... ¡Es él!? Oh dios mío. Cuánto lo siento, no pensé... Vaya, ¡Es más guapo en persona! -ella ahora había corrido hacia mi como una niña pequeña y se había parado en frente mío examinandome de cerca. Muy de cerca. — Así que tú eres el que trae loquito a Namjoonie huh... ¿Y que haces aquí?

— Hace unos días se reportó un accidente de avión, quizá oyeron sobre él. Era un avión con el mismo destino del que él -señale a Namjoon quien permanencia estático y hasta asustado. — había tomado. Debido a que el señor no se dignaba a coger mis llamadas tuve que tomar medidas extremas.

— ¿Es decir que viniste hasta aquí... Por mí? -su semblante se había relajado. Yo asentí y me encogí de hombros. — ¿Y qué se supone que haces en el medio fe la calle con todas tus valijas?

— La reservación, el hotel, agh, no lo sé sólo hubo un maldito error y bueno, aquí estoy. Sin lugar donde dormir.

— Que suerte que tienes un hermoso cuarto de invitados en tu nuevo apartamento, ¿No Namjoon? -Colette acotó con lo que parecía ser una maliciosa e inocente -en iguales medidas- sonrisa.

— No, no es necesario. Tomaré el primer vuelo de vuelta a Seúl, solamente quería saber que estabas bien y veo que sí. Adiós Namjoon, adiós Colette. -hice una reverencia (bastante indignado aunque ni siquiera yo sabía el porqué) y con todo mi orgullo entre manos comencé a caminar.

— No puedes ir besando a la gente para luego irte sin más, SeokJin. -reclamo Namjoon mientras me sacaba una maleta de las manos y daba unos cuantos pasos pues yo había dejado de caminar, (que poco me había durado el orgullo). — Colette, el auto está por allá ¿No es así? -señalo él hacía una dirección que sinceramente poco me importaba (aunque la miré de reojo.)

— Si Monnie, vamos, los llevaré a tu casa y los dejaré solitos -¿Acababa de mirarme con cara pervertida? Ahora entendía porque era amiga de él. Suspiré y en silencio los seguí mientras desde detrás los examinaba. Namjoon era cálido con ella y la trataba como si fuera una niña pequeña, pues así actuaba la muchacha. Era blanca como la nieve con una larga cabellera castaña oscura, con facciones mezcladas de descendencia asiática y occidental en igual partes, era hermosa. ¿Acaso eso significaba... Competencia? No, no. No debía pensar esas cosas.

— ¿Jinnie estás bien? -la voz femenina (y chillona) de Colette me hicieron bajar de nuevo al mundo real. Yo asentí. — bien, sube al auto, los dejaré enseguida así podrás descansar y mañana Nammie te llevará de paseo por todos lados -¿Acaso esta chica ya había planeado todo?

— ¡Deja de inventar cosas y planes Colette y súbete al automóvil! -refunfuñó Namjoon desde adelante mientras se ponía el cinturón de seguridad. — desearía saber conducir. -añadió para rematar.

— Incluso si supieras no te darían la licencia por persona peligrosa -rió ella y subió.

El viaje había sido tranquilo, bueno, lo más tranquilo que podía ser con estos dos juntos.

Cuando llegamos baje en silencio. Estaba cansado, me sentía sucio y principalmente no podía dejar de pensar en como él me había abofeteado por ese beso. Genial, todo había sido un gran malgasto de tiempo, dinero, vida. Agh, ¿Qué esperaba de mí?

— Bien, llegamos, al fin tranquilidad. Puedes ducharte en el baño que está allí si quieres SeokJin, sino hay uno en mi habitación. Siéntete en tu casa por favor.

Mientras Namjoon hablaba yo me detuve a mirarlo. La forma en la que se movían sus labios, como sus ojos recorrían el lugar otorgándome indicaciones que iban acompañadas de los movimientos de sus manos y esos hermosos hoyuelos que se le formaban cuando sonreía y decía "siéntete en casa". ¿En qué momento había este chico calado tan profundo en mi? Fue lo único que pude pensar.

— Pediré comida, ¿Quieres algo? -sus palabras me hicieron parpadear y asentí. — ¿Qué quieres?

— Cualquier cosa que no sea un omelette dulce -bromee aunque sin demasiado ánimo. — iré a ducharme. Permiso.

Había recorrido todo el penthouse con mis ojos y era hermoso, ambas habitaciones tenían vista a uno de los ángulos de la torre Eiffel y además era muy moderno pero con toques vintage. Namjoon tenía mejor gusto del que creí.

Estaba dentro de la ducha ya cuando pude notar que estaba llorando, sin motivo aparente, sin saber el porqué. Sólo lloraba.

Y es que en realidad en el fondo si entendía todo. Me culpaba a mí por haber sido idiota, por haber estado fingiendo y mintiendome a mí mismo todo este tiempo, sabía que lo amaba, sabía que ya nada quedaba entre Yoongi y yo y aún así pretendí que no era así.
¿Y ahora? Probablemente ahora lo había perdido.

— Perdón... -murmuré como si él pudiera oírme mientras las lágrimas se mezclaban con las gotas de la regadera. — perdón por no haberme dado cuenta antes, por haberte querido en secreto. Perdóname si te has sentido usado.
Soy un patán pero te amo como a nadie en este universo...

Con una toalla envuelta en mi cintura salí del cuarto de baño más frustrado de lo que había entrado y con el agregado de que mis ojos y nariz estaban rojos como un tomate.
Fue entonces cuando sentí como algo impactaba contra mí y yo quedaba más atontado de lo que de por sí estaba...

— ¡SeokJin!































Capítulo dedicado a Noeli V.
Feliz cumpleaños. ❤️

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