El peor mentiroso. (Parte 1)

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Las mentiras son verdades maquilladas...

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«Si ocultas tus sentimientos, lo que deseas sin duda terminadas muriendo por dentro hasta que algún día no encontraras sentido a la vida»

Llanto. ¿Cuanto tiempo llevaba así? Llevaba 4 días en aquel estado, lo único que podía hacer era llorar, y la shinigami solo observaba con lastima, ella tenia la culpa era más que obvio. Porque ella había ido en contra del destino al despertar a Shinichi, Shinichi no debía ser
despertado, Shinichi debió durar 14 años en coma y morir. Pero ella no esperó, él conocía a su hijo y lo único que le impedía partir al otro mundo era el amor hacia Kaito, es por eso que decidió ayudarlo y ayudarse a ella misma, sabia todo lo que pasaría, no pensó en él, todo lo hizo por ella misma si, se sentía culpable pero no tanto.

—Deberias salir —. Sugirió la Shinigami al ver que el detective seguía llorando.

¿Para qué? ¡Solo quieres que me encuentre con ese maldito asesino!”. Pensó Shinichi.

— ¡Claro que no!—. Grito la Shinigami.— ¡Y no lo llames así!.

“¿No llamarlo asi? ¿Acaso el no ha matado a mucha gente? ¡No entiendo como salio tan fácil de la cárcel. Pero... Me es imposible llevarme bien con ese!”.

Estaban discutiendo, pues la Shinigami podía leer perfectamente los pensamientos del detective; Ella podía oírlo.

—Entiende—. Hablo ella tratando de tranquilizarse.— Como madre quiero mucho a mi hijo él puede ser; Un estafador, un asesino, un mentiroso, un insensible. Pero desde que salio de la cárcel ya no es así, conocelo, se que no puedes confiar en alguien como él, es como un Conejo confiando en el Zorro o una Oveja confiando en el Lobo. Pero dale una oportunidad de conocer el lado bueno de Tairoku—. Bien, ella mencionó los lados malos y ningún punto bueno. ¿Cómo confiar?.

Shinichi suspiro, se rindió con esa mujer, se limpio la cara y se dirigió al baño, se lavo el rostro y miro al espejo. Sus ojos estaban rojos e hinchados, aunque a él no le importaba, abrió el espejo donde estaba el cepillo de dientes, pasta, shampoo, navajas de afeitar, tijeras. Shinichi poso su mirada en la navaja, que se supone que debía colocar en el plástico para afeitarse, la agarro suavemente y miro su brazo desnudo, colocó delicadamente la pequeña navaja en su brazo izquierdo y hizo un pequeño corte, no tan profundo, pero si que le saco un poco de sangre, sintió dolor pero no era comparable para lo que sentía en su corazón; Ese dolor quemaba, dolía, mataba y no podía quitarlo con algún medicamento ni tratar aquella herida, porque esta era del corazón.

Tiro la navaja al suelo y se limpio con una toalla, removió la sangre, pero aun seguía sangrando, se regaño mentalmente y se vendo con las vendas que allí había.

Le hizo caso a la shinigami y decidió salir, el encierro lo estaba matando. Se vistió con ropa deportiva colocándose la sudadera y el gorro para que nadie le reconociera, fue aun cafe a comer algo.

Pasaban los minutos y cada ves se sentía ansioso, no entendía muy bien el porque, noto que el la mesa de a lado estaba Gin y otra persona, el asesino se limitaba en responder a su acompañante, Shinichi le entro un poco de curiosidad pero no dijo nada.

La muerte detrás de todo (KaiShin) (GinShin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora