El hijo de la Shinigami.

621 61 41
                                    


Maldita sea el día en que te conocí, nunca entenderé porque fue así el destino

*
*
*

«Incluso en el más allá, alguien necesita ayuda. Usted detective decidió tomar la mano de aquella Shinigami cometiendo el peor de los pecados y, los pecadores no deben vivir»


—¿Cómo te llamas?—. Preguntó aquel hombre.

«Shinichi Kudo»

—Mi nombre es...—. El hombre no pudo a completar lo que iba a decir, porque su celular comenzó a sonar por lo cual se vio obligado a dejar la conversación y contestar. —Mudo, ya me voy—. Shinichi asintió aunque se sintió molesto por la palabra mudo

Deseo despedirse y preguntarle cuando se volverían a ver pero por lo visto eso era imposible.

Camino solo hacia su casa cuando llegó soltó un gran suspiro y por algún motivo pensó en Kaito. ¿Qué hubiera pasado si Kaito lo hubiera salvado y no un desconocido?. ¿Tal vez kaito se hubiera dado cuenta que aun amaba a Shinichi o tal vez solo lo odiara por tratar de quitarse la vida? La respuesta a esa pregunta es probable que no la escuchara jamás.

—¿Shinichi?—. Hablo la Shinigami. El mencionada la miro con cierto odio. —El que te salvo es mi hijo—.

“¿Él?” Pensó Shinichi.

—Si y creo que lo conoces bien, tal vez por la conmoción no lo reconociste del todo, pero él era Gin—. Shinichi trago saliva. ¿Tendría que tratar con ese despiadado asesino?

“Pero esta en la cárcel...”

—No. Hace unos días salio libre.

¡Oh no! ¿¡Solo las desgracias le pasaban a el!? ¡No. Que suerte tenía!.

Escucho que alguien toco la puerta y la abrió de mala manera. Pudo ver que en la puerta estaba nada mas ni nada menos que Kaito el amor de su vida. Quería llorar a ver a kaito, pero como si fuera poco no pudo contener las lágrimas y estas escaparon sin permiso.

El ladrón de guante blanco se sorprendió y por instinto abrazo a Shinichi, y este lo único que pudo hacer era llorar en el pecho de Kaito, le dolia verlo en cada momento se repetían aquellas palabras.

«Estoy casado con Aoko»

Kaito podía sentir como el cuerpo del detective era tan delgado puesto que este había estado mucho tiempo en coma por lo cual había adelgazado, sintió como el cuerpo de Shinichi aun teniendo sudadera estaba frío, por lo cual lo abrazo con más fuerza y sin poder evitarlo, Shinichi miro a Kaito a los ojos, ambos se quedaron mirando perdiéndose en sus miradas, el ladrón acerco su rostro y unió aquellos labios con los del detective, la Shinigami observaba con tristeza

—Si esos dos están juntos, a Shinichi solo le espera sufrimiento —. Susurro la Shinigami.

Ambos se besaban, por ahora nada les importaba más que aquel beso, Kaito por aquel momento olvido que estaba casado y Shinichi olvido que Kaito se caso con Aoko cuando él estuvo en coma.

Amantes amándose en secreto y sólo la diosa de la muerte era testigo, que triste era la realidad que no podían estar juntos.

Ambos se separaron mirándose y deseándose con la mirada, en ese momento como si fuese un castigo una voz resonó, recordando aquellas palabras.

“ —Pense que era inútil esperar a que despertaras y decidí ser novio de Aoko—.”

“—Estoy casado con ella—.”

Y de nuevo rompió en llanto.

—¿Qué pasa Shinichi?—. Preguntó Kaito acariciando la mejilla del detective.

“¿¡Porque me besas!?”. Trato de gritar más nada salió, lo único que Kaito noto es que Shinichi trataba de gritarle pero no podía saber que quería gritar. Estaba claro que Kaito no podría soportar tal situación.

Shinichi agarro la libreta y la puma y escribió con caligrafía mal hecha pero entendible.

«¿¡Porque me besas!? ¿No estas casado

—Perdoname Shinichi fue un impulso—. Mintió. Él aun amaba a Shinichi.

No podía creer que Kaito le hiciera tal cosa, claro deseaba sentir el amor de él, pero no que dijera “Fue un impulso”.

Él no podía gritarle y decirle que se largara, que lo odiaba, y que no quería volverlo a ver nunca no, no podía, no era porque no quisiera, era porque no podía hablar. ¡Se odiaba! Para él que antes todo era normal ahora sufrir bajo esta condición era el mismo infierno.

Empujó a Kaito con ambas manos en señal de que se largara.

—Shinichi... ¡Quiero hablar contigo!—. Exclamo el ladrón al sentir aquel fuerte empujón que el detective le propino.

Sacudió fuertemente la cabeza, negando el poder escuchar a Kaito. Movió sus labios diciendo la palabra “Te odio” pero Kaito no la pudo entender.

¡Kaito no lo entendía! Shinichi agarro la libreta y con la mano temblando escribió.

«¿Acaso no entiendes que si tuve ese accidente fue tu culpa? ¡Por tu culpa estoy así!. Si me amaras tanto me hubieras esperado y si me dejaste de amar no me besaras. Pero por lo vistosolo querías olvidarme con Aoko. ¡Eres de lo peor Bakaito

El silencio decía que Shinichi tenia razón.

—Así es Shinichi... Yo aun te amo—. Kaito suspiró, esa era sin duda la única verdad que decía a Shinichi

«Largate»

Escribió Shinichi

—Espero que alguna vez me perdones—. Diciendo esto él se marcho.

---------------
¿Creen que Shinichi perdone a Kaito?.

¡Nos vamos el miércoles!

La muerte detrás de todo (KaiShin) (GinShin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora