Mojada en el establo.

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Esa misma mañana, Malon ve a la princesa pasar desde su carrosa, lo que hace que esta sienta un calor enorme. Más tarde al ver la carrosa pasar nuevamente, esta le da una mordida a una de sus manzanas y entra en el establo. Con el rastrillo comienza apilar el heno de los caballos, se suda con facilidad y se safa su pañoleta amarilla para limpiarse el sudor.

El aire le comienza a fallar y para tener mejor ventilación se quita su ajustado vestido y se safa el ajustador quedando solamente en blumer.

Un cuerpo de diosa resplandece en medio del establo, los caballos comienzan a relinchar y la chica se moja la entrepiernas. Hermosas curvas y enormes senos tiene la joven. Se aprieta los senos y se introduce los dedos en su coño, jadea de placer sobre la cómoda y picosa pila de heno.
Se coloca en cuatro patas y sacándose un dedo de la boca se lo introduce por el ano, se rosa con su otra mano que juega con su genital introduciéndo el dedo y sacándolo también.

La chica coge una botella de leche y la descorcha, abre su boca y deja caer todo el líquido hasta que esta se llena y chorrea por todo su cuerpo, le pasa por las enormes tetas y finalmente se desliza por su delicada, afeitada y rosadita vulva húmeda. Se introduce los dedos en su vagina nuevamente y con su otra mano se toquetea el cuerpo restregándose la leche.

Un fuerte toc toc se escucha en el granero. De una patada dos hombres de la corte la secuestran y así misma desnuda la amarran y se la llevan para el castillo...

Encuentro Casual. Zelda & MalonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora