Impactados
Ya casi son las 6:30 PM y los chicos quedaron de llegar las 5:00 PM, he pasado una estúpida hora esperándolos y aún no están aquí; estoy perdiendo la paciencia. No tenía ganas de hacer esto y se me están quitando aún más. Cuando estaba a punto de subir mi habitación y guardar todas las cosas que había sacado para hoy, el timbre sonó haciendo que diera la vuelta y caminara hacia la puerta principal, y ahí estaban ellos, con una sonrisa reluciente en sus rostros esperando a que les diera espacio suficiente para pasar. Chris dejó pasar a Lilly primero y luego la siguió para finalmente poder cerrar la puerta y pedir explicaciones por su impuntualidad.
— La pregunta del millón — les dije observándolos directamente a los ojos con un semblante serio.— ¿Por qué demonios llegaron tan tarde?
— Tuvimos un pequeño retraso comprando las chucherías — dijo Lilly observando Chris molesta.— Fue su culpa.
— ¡Hey, claro que no! — se defendió Chris.— Ella queria comprar Cheese Tris y se que tu lo detestas.— respondió haciendo un puchero al final.
Y así fue como comenzó una pelea de vida o muerte en la sala de estar mientras yo solo comía de las ricas gomitas de ositos que mis amigos habían comprado.
Deja de comer, o serás gorda. Oh, disculpa, aún más gorda.
Dejé las gomitas a un lado y cogí un cojín de los que se hallaban en el sofá y los golpeé para ver si así lograba un poco de su atención. Pero por lo contrario, conseguí que se pudieran aún más en la pelea que ellos tenían. Y yo realmente ya estaba cansada de eso, yo solo quería acostarme a ver series y películas con un tazón lleno de palomitas de maíz y claro, sin olvidarnos de las sabrosas gomitas de ositos.
— ¡Epa! ¿Ya terminaron su ridículo juego de peleitas? — les dije con mis manos en mis caderas.— ¿Venimos a hacer una pijamada o qué?
— Está bien, está bien — dijo Lilly rindiéndose y viniendo hacia mí. — ¿Qué haremos primero?
— Yo tengo hambre — dijo Chris sobándose repetidamente la panza.
— Vamos a subir, las chuches están allá arriba — dije empezando a subir las escaleras.
Mientras subíamos las escaleras hacia la habitación hablábamos sobre temas tribales y debo admitir que extrañaba este tipo de conversaciones entre mis amigos. Finalmente llegamos a mi habitación, nos tiramos en mi cama sobre todas las almohadas y nos quedamos ahí, sin decir nada, sólo mirando hacia el techo.
¿Vinieron sólo para esto? ¿Cuándo empieza la diversión?
— ¿Y ahora qué hacemos? — preguntó Lilly sacándome de mis pensamientos.
— No tengo ni idea, ¿Qué quieren hacer? — respondió Chris sentándose en la cama.
— Noche de confesiones — dije sonriendo de forma malvada. — Pero, lo que se dice aquí, se queda aquí.
Muy bien — dice Lilly sonriendo. — empieza Christopher.
Y así fue como comenzó nuestra fiesta de pijamas, estábamos divirtiéndonos bastante; la cosa se tornó un poco seria cuando comenzamos a preguntarnos mutuamente y a esto debemos añadirle que el que no quisiera responder debería realizar un reto. Era mi turno de preguntar y yo quería decirle a Lilly pero ella me interrumpió antes de poder decir algo.
— Tengo que decirles algo — dijo ella hablando seriamente. — así que por favor escuchenme — Ok, lo que está a punto de decir es muy serio, ella no es así. Es muy extraño que sea ella la que confesará algo extraño, ¿Será aquella cosa que nos dijo en el liceo?
— ¿Me van a prestar atención o no? Esto es importante — dijo con voz fuerte y mirándome fijamente. — para mi lo es y supuse que como mis mejores amigos para ustedes también.
— Claro que es importante para nosotros, ¿Cómo puedes creer que no nos importaría? — respondió Chris. — Vamos, cuéntanos.
Todos nos sentamos en la cama formando un círculo y colocando todas las golosinas - ositos de goma, doritos, pepito, etc - en el medio de nosotros porque Chris tenía hambre y al menos podíamos callarlo con la comida. El ambiente se sentía pesado e incómodo, los dos nos mirábamos extrañados y con mucha expectativa esperábamos lo que Lilly nos iba a decir. Hasta que llegó el momento en que diría su "secreto" ante nosotros, se la veía muy nerviosa, intentaba decirnos algo pero cada vez que abría la boca inmediatamente volvía a cerrarla, sin gesticular una mínima sílaba. El tiempo pasaba lento parecía que hubieran pasado horas desde que estábamos ahí esperando a que ella dijera algo.
¿Cuándo es qué se digna a hablar?
Ya nos estábamos cansado de esperar y finalmente le dijimos al unísono...
— Ajá, ¿Para cuando nos dices? — preguntó Chris cansado de la espera. — llevamos como 10 minutos esperando tu respuesta, ya dinos.
— Está bien, pero no quiero que se asusten, alteren o dejen de hablarme — Por favor...
— Ok, se los diré — subió su cabeza y miró hacia nosotros mientras pronunciaba éstas palabras. — Soy lesbiana.
Vaya...
-°-
Holaaa!! ¿Cómo están? Espero que les guste el capítulo.
¿Qué pasará en el próximo capítulo?
Se que está muy cortito pero no quería sobrecargarlo :(
Syramliv Montano
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Nathaly, La Chica sin Sentimientos
Teen Fiction¿Realmente quieres saber a qué me refiero con esto?