Un pasado incierto, la promesa de una nueva vida, hermanos desesperados...
Todo es muy incierto y aunque trato de mostrarme decidido al dar cada paso, pero en realidad estoy temeroso acerca de lo que podría pasar cuando baje la guardia, pero alguien...
No puedo decir con total facilidad cuánto tiempo llevamos inconscientes (Ya bastante trabajo me cuesta comprender lo que pasó), pero cuando recobre mis sentidos mi primer pensamiento fue buscar levantarme para recomponerme, pero cuando lo intenté por alguna extraña razón sentía mi cuerpo completamente entumecido. Batallando contra mi propio ser al no poder ni abrir mis ojos, apenas lograrlo me vería cegado por la luz del sol hasta poder adaptar mi vista, viéndome sorprendido cuando se me revelaría cómo algo gigantesco se hallaba encima mío, impidiéndome cualquier posible fuga.
J: ¡¿Pero qué...?!
Antes de poder concluir aquella frase mire de reojo y examiné lo que me estaba aplastando (Era lo único que podía hacer hasta que la falta de circulación acabe con mi vida), llevándome una sorpresa al ver dos patas gigantescas acompañadas por un par de brazos gordos con garras cerca de mí, en cuanto escuché unos estruendosos ronquidos que por poco hacían temblar todo a nuestro alrededor, empecé a juntar las piezas y llegué a una conclusión descabellada, pero no lograba entender cómo era posible. Estaba siendo aplastado por un Snorlax (Creo que me golpeé demasiado fuerte la cabeza), juro que apenas lo encuentre le pondré las manos encima a Pablo, encima debo averiguar todavía qué pasó con ese par tras el incidente.
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Mi cabeza...
Se quejó una voz cercana, por lo cual intentaría voltear la mirada buscando dar con su dueño, lastimosamente mi prisión durmiente no me ayudaría a lograrlo, dejándome como única opción escuchar con atención, aparentemente el dueño iba levantándose entre los escombros o alguna clase de destrozos ubicados a nuestro alrededor, haciendo esfuerzos para moverme unos pocos centímetros intentaría nuevamente voltear la mirada para salir de dudas, logrando ver con dificultad a un Haunter cerca de donde me encontraba. Sin duda este día se iba llenando cada vez con más sorpresas y no sabía qué debía sentir ante las mismas, sin duda hoy debí haberme quedado en casa. En cuanto estuvimos de frente conectamos miradas y enmudecimos durante algunos minutos.
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¡¿Quién eres tú?! ¡¿Y qué hiciste con Adonis/Jack?!
Exclamamos al unísono tras habernos recuperado de nuestra sorpresa por la presencia del contrario, (Debo estar soñando, porque todo ésto es demasiado surreal para mí gusto), sin embargo había unos rasgos peculiares en aquel Pokémon de tipo fantasma que me ponían los pelos de punta (Sí es que aún los tenía), el que supiera mi nombre sin duda era desconcertar, pero cuando lo vi inclinarse para recoger unos lentes y ponérselos, algunos cables en mi cabeza comenzaron a conectarse, además de que esa voz ya debería ser más que suficiente para entender una cosa.
