J: Muy bien Pablo, empecemos un vez más...
A: ¿Qué era esa cosa y cómo la encontraste?
Preguntamos de forma casi sincronizada, mientras manteníamos al Snorlax sentado frente a nosotros, incapaz de responder algo satisfactorio.
S: ¿Estaremos así todo el día? Les he dicho desde la madrugada que no sé de dónde salió, sólo me pareció interesante y quise mostrárselo, no sabía qué podría pasar esto.
Respondería mostrándose tan cansado como nosotros teniendo en cuenta que llevábamos así desde las seis (O eso creo), por ende me dejaría caer sentado sobre la cama buscando relajarme, suspirando con gran estrés viendo cómo estábamos dando vueltas en círculos.
J: ¿Y ahora qué demonios haremos?
Murmuré masajeando mi sien con preocupación al acercarme a la ventana para ver aquella ciudad, causándome una extraña mezcla entre nostalgia y miedo al no saber cómo sobreviviríamos en este mundo, acto seguido empecé a estirarme buscando quitarme todo rastro de sueño mientras intentaba idear un plan para poder seguir adelante con nuestra investigación.
A: Esto es serio Pablo, no podemos simplemente esperar que algo suceda sí queremos volver a casa, ¿No lo crees Al?
Tras estas palabras me congelaría unos instantes al reflexionar algunas cosas, hasta sentir cómo mi contrario me daba un par de palmadas ligeras para hacerme reaccionar, concordando cortantemente, aunque no tenía la menor idea sobre qué podríamos hacer, pero no podía admitirlo frente a ellos para darles algo en lo cual creer, aunque implicara caminar por toda la ciudad como idiotas hasta que llegado dicho momento después de dos horas y media o tal vez más tras habernos decidido a salir del cuarto sin saber qué podríamos hacer para solucionar esto, (Aunque sólo éramos tres jóvenes recorriendo las calles, no podía evitar sentir las miradas de múltiples personas, parecía que nunca hubieran visto un trío como nosotros) No lograba entender con claridad de dónde provenía esa forma de juzgarnos (Sí es que no contamos nuestra forma "primitiva"), pese a no hacer nada sospechoso hasta donde sabíamos, por lo cual recorríamos la ciudad "tranquilamente" hasta que escuchamos detrás de nosotros una voz que nos detuvo con una simple oración.
T: ¿No deberían de estar en la escuela, jóvenes?
Casi en sincronía, volteamos la mirada para terminar encontrándonos con una Tsareena que nos miraba con un sentimiento de rareza ante nuestro aspecto, de no haber deambulado por la ciudad el tiempo suficiente para recordar que está habitada por Pokémon antropomorficos me resultaría algo raro que sea humana al igual que el recepcionista del hotel. Aunque en esta situación parece más bien que nosotros somos los raros, incluso teniendo en cuenta la inesperada amabilidad de aquella fémina.
ESTÁS LEYENDO
Pokémon HighSchool (En Reedición)
FanfictionUn pasado incierto, la promesa de una nueva vida, hermanos desesperados... Todo es muy incierto y aunque trato de mostrarme decidido al dar cada paso, pero en realidad estoy temeroso acerca de lo que podría pasar cuando baje la guardia, pero alguien...