Estoy seguro de que se estarán preguntando ¿Qué fue eso del prólogo o cómo llegamos aquí? Bueno, será mejor que se acomoden mientras les cuento cómo empezó nuestra odisea. Siendo sincero con ustedes ya no tengo idea sobre cuánto tiempo exacto sucedió, no tengo razón alguna para recordar mucho sobre mi antigua vida ni deseos de hacerlo. Aún así, ese fue un día que jamás podría olvidar pese a ser ordinario e insípido.
¿Y qué tiene de especial este día?
Están a punto de averiguarlo. En un principio sólo era repetir la misma rutina de siempre como dictaba la normalidad de mi vida, levantarme, vestirme, desayunar e ir a la escuela conforme empezaba a vagar entre mis pensamientos, pasando por una frutería cercana en el camino para hacer una compra insignificante hasta que llegue a la entrada de la escuela soltando un suspiro estresado y cansino sabiendo lo que estaba esperándome una vez ingresara, manteniendo un perfil bajo al igual que mi mirada en cuanto crucé la puerta para dirigirme sin pausas hacia el salón de clases, una vez allí sólo me dispuse a sentarme al lado de la ventana con mis audífonos puestos y música reproduciendo mientras esperaba que nuestro maestro se presentara para iniciar la clase o de pérdida que los escandalosos de mis compañeros no hicieran demasiado ruido en su ausencia. O al menos ese era el plan hasta sentir una mano posándose sobre mi hombro.
A: ¿Qué escuchas Alakazam?
Me vi sacado de mis pensamientos al escuchar la voz de Adonis a mí derecha, llevándome a voltear la mirada en reacción para terminar encontrándome con un chico caucásico, de cabello castaño, complexión delgada y con lentes sentado a mi costado. Por lo cual me terminaría quitando los audífonos al responderle de un saludo chocando puños con él.
J: Lo de siempre Haunter
Tras estas palabras el caucásico tomaría asiento a mi derecha para empezar a conversar y jugar un poco de Pokémon en cuanto escuchamos por parte de un compañero que tendríamos hora libre, viendo por enésima vez cómo se ganaba su apodo de Haunter al atacarme con un equipo entero de su afición, los pokémon fantasma, igualando las bajas al enfrentarse contra mis psíquicos, llegando el momento en que atacaría con mi campeón, Alakazam. Viendo mi paz arruinada cuando una pregunta se coló en nuestra conversación.
A: Por cierto, ¿Ya sabes qué harás respecto con...?
J: ¿Donde estará Snorlax?
Cuestioné apenas percatarme de que nuestro grupo estaba falto del tercer integrante, a su vez que le impedía terminar mientras cambiaba el tema bruscamente, por ende, ambos voltearíamos la mirada en distintas direcciones buscando al regordete antes de recibir como respuesta un simple:
A: No lo sé.
Con estas palabras se encogió de hombros y entendió rápidamente que no estaba listo para hablar sobre ese tema. De no haberse vuelto rutinario para nosotros, me hubiera extrañado su ausencia y afortunadamente tampoco debería preocuparme por él considerando la hora libre, por ende le preguntaría a Haunter con una sonrisa confiada, mientras me ponía cómodo en mi asiento al compás que finalizaba nuestra partida con una premonición.
J: ¿Cuánto apuestas a que se volvió a quedar dormido?
A: Es lo más probable. Pero ¿Cuándo llegará?
Ante dicha pregunta ambos no podríamos hacer más que esperarlo sabiendo perfectamente qué posiblemente sucedería a continuación, más había una cuestión por resolver. Por ende buscaría en mi mochila la compra de la mañana, para luego alzarla en mano izquierda prediciendo lo que sucedería a continuación sí mis cálculos no estaban errados. Y conociendo a Snorlax dudo equivocarme.
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Pokémon HighSchool (En Reedición)
FanfictionUn pasado incierto, la promesa de una nueva vida, hermanos desesperados... Todo es muy incierto y aunque trato de mostrarme decidido al dar cada paso, pero en realidad estoy temeroso acerca de lo que podría pasar cuando baje la guardia, pero alguien...