Policeman «KookV»

Capítulo 1

Jungkook

Un gruñido salió de mis labios cuando el horrible sonido de la alarma retumbó mis oídos y abrí los ojos lenta y perezosamente. Estiré el brazo para apagar de una maldita vez la alarma y aparté las mantas de mi cuerpo.

Rápidamente fui a la cocina aún en ropa interior para preparar mi taza de café mañanera y mientras la cafetera hacía su trabajo, fui a mi habitación para ponerme mi uniforme.

Cuando volví a la cocina coloqué el último botón de mi camisa y cogí el café bebiéndolo en tres tragos. A paso rápido entré al baño y arreglé mi pelo, el cual me había teñido el día anterior después de haber acabado mi turno de trabajo.

Eché un último vistazo a mi cabellera roja en el espejo y sonreí satisfecho. Estás muy atractivo, Jeon. Habló mi subconsciente y amplié la sonrisa.

Me acerqué a la puerta, cogí las llaves que estaban en un mueble de la entrada y salí de casa para ir a mi trabajo.

Miré el reloj de mi muñeca mientras andaba por la calle y maldije en voz baja. Si no me daba prisa, llegaría unos minutos tarde.

Entré a la oficina y saludé a todos mis compañeros que estaban revisando algunos papeles. Algunos compañeros, al verme comenzaron a murmurar ciertas cosas que no logré entender.

–Si, me he teñido el pelo de rojo. –Hablé alzando un poco el tono de voz acabando así con los murmullos. –Y estoy jodidamente sexy. –Reí ligeramente.

De repente, uno de mis compañeros me hace un gesto con la mano para que me acercara y yo obedecí.

–El jefe me ha dicho que tenemos que seguir el rastro de este chico. –Abrió una carpeta en la cual había una foto y todos los antecedentes de aquel chico.

–¿Otra vez él? –Solté un suspiro aunque asentí con la cabeza. –¿Y de qué es acusado esta vez?

–Kim Yugyeom es acusado de robo a una de las joyerías de la ciudad. –Guardó sus manos en los bolsillos del pantalón.

–Entonces, en marcha. –Cerré la carpeta y la dejé encima de su mesa de trabajo.

Comenzamos a andar hacia la salida de la oficina pero la voz de nuestro jefe nos interrumpió.

–¡Min y Jeon venid aquí!

Oí a Yoongi resoplar y le vi poner los ojos en blanco. Nos dimos la vuelta y vimos a nuestro jefe con alguien a su lado, parecía ser un aprendiz.

–Lo único que va a hacer este enano es retrasarnos. –Dije entre dientes mientras me acercaba al jefe.

–Este chico se llama Jimin, hace poco ha pasado los exámenes necesarios para poder trabajar en esto y hoy lo tiene que poner en práctica. –Sonrió levemente mientras miraba a Jimin.

–H-hola me llamo Park Jimin... –Tenía la cabeza baja e hizo una pequeña reverencia.

Parecía ser realmente tímido, pues sus mejillas se habían teñido de un leve color rojo y le costaba mantener el contacto visual con nosotros.

–Adorable. –Reí burlón y me crucé de brazos mientras le miraba con una sonrisa.

Yoongi rió ante el comentario que hice y asintió con la cabeza.

–Jimin, espera aquí un momento. –El jefe nos agarró de las orejas a Yoongi y a mi apartándonos del rubio. –A partir de ahora va a trabajar con vosotros y más os vale no hacerle bromas de estas si no queréis estar aquí, en la oficina organizando papeles todo el día. –Soltó nuestras orejas y nos apuntó con el dedo amenazante.

Los dos no dijimos palabra alguna y asentimos con la cabeza, mientras, yo acariciaba mi oreja intentando calmar el dolor.

–Pues a trabajar. –Se dio la vuelta y entró a su despacho para volver a su trabajo.

–Piis i tribijir. –Le imitó Yoongi con voz aguda, a lo que yo no pude evitar soltar una carcajada.

Jimin se acercó a nosotros y nos miró haciendo una mueca a la vez que acariciaba su nuca, supongo que por nerviosismo.

–Y-yo... Siento que os haya hecho eso. –Se disculpó en un murmullo.

–No ha sido por ti, siempre nos lo hace. –Habló Yoongi rodando los ojos.

El chico pelirubio alzó la cabeza y pude ver sus abultadas mejillas aún rojas y sus pequeños ojos, que cuando sonreía se cerraban.

Dirigí la mirada hacia Yoongi y parecía que se había quedado en una especie de trance mirando a Jimin.

Moví la mano delante de su cara para que reaccionase, y así fue. Pestañeó varias veces seguidas despertando por completo del trance en el que estaba sumergido.

–Vamos a buscar a Yugyeom. –Metió las manos en sus bolsillos y salió de allí dejándonos a Jimin y a mi atrás.

Sonreí al ver que hizo como si nada hubiese pasado y le seguí.

–¿Y a dónde vamos a ir si no sabemos nada de ese Yugyeom? –Preguntó Jimin alcanzándome el paso.

–No te preocupes, ese idiota nunca cambia el lugar en el que se esconde.–Reí levemente y entré en el asiento del copiloto del coche de policía.

Miré a Yoongi, que estaba a mi lado y esperamos a que Jimin entrase.

Yoongi puso el coche en marcha y nos dirigimos hacia el pequeño escondite de Yugyeom. Giré la cabeza para ver a Jimin y él nos miraba con el ceño fruncido.

Odiaba tener que estar con este aprendiz, nos retrasaría mucho el trabajo, pero lo único por lo que no le he dejado en la oficina tirado es porque no quiero organizar papeles allí, como el jefe dijo.

Después de unos minutos llegamos al escondite de Yugyeom, aunque antes de salir del coche miré a Jimin.

–Tú esperanos en el coche. –Me desaté el cinturón y Yoongi fue detrás de mi.

–Podrías haber sido un poco menos borde. –Me agarró del brazo para que parase de andar.

Giré la cabeza y le miré con una ceja alzada.

–Sabes que ese niño nos va a retrasar. Y además, ¿qué crees que haría? Seguramente se quedaría mirando como lo hacemos todo tu y yo.

Yoongi simplemente soltó un suspiro y puso los ojos en blanco.

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