Un Encuentro Inesperado, Pero Anhelado

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Octubre, 07 del 2017

Era una tarde de Octubre, una tarde como cualquier otra,  el clima estaba húmedo y caluroso, muy común de estos días lluviosos, había decido dar un paseo para aliviar mi mente, últimamente había estado pensando en demasiadas cosas, y todas ellas me llevaban a pensar en él, en ese chico de desaliñado cabello castaño oscuro, ojos de color café el más puro que jamás haya visto, unos labios como hechos por los dioses y a pesar de no ser un joven alto, es completamente perfecto por el conjunto cualidades que conforman su personalidad 

–Tú amado lector de seguro ya te preguntarás el nombre de este misterioso personaje que invade mis pensamientos y quizá más adelante lo confiese.

Yo iba vestida como siempre con zapatillas deportivas, una camisa azul marino con puntitos blancos y sobre ella una chaqueta de mezclilla combinado con el pantalón azul que llevaba, y no podía faltar mi morral sobre la espalda, y el celular reproduciendo música en altavoz, algo muy frecuente en mí.

Después de mucho caminar llegué a la Plaza del pueblo, no había la cantidad de gente que esperaba encontrar y eso fue bueno pues mientas mi corazón y mente divagaban en la posibilidad de encontrarle en aquel momento, mi cuerpo deambulaba en círculos alrededor de aquel lugar, yo ansiaba verle, cada fibra de mi ser anhelaba ese momento, estás loca –Pensé, intentando detener el rumbo que llevaba entonces mi corazón, y luego de saborear tan penosa realidad decidí irme a casa.

Mientras caminaba seguía pensándole, pensando en sus amistades y sus actividades, decidí tomar el camino más largo –No sé si fue coincidencia o si fuera la Divina Providencia que me guiase por aquella senda que tomaren entonces mis pies. Mi camino se vio colmado de un tumulto de personas que estresadas esperaban a las afueras de la panadería que allí se encontraba, apagué el reproductor pues con tanto ruido no lo escuchaba con claridad, me causó gracia semejante ajetreo de aquellas personas por tres piezas de pan, continué caminando sin levantar la mirada y cuando lo hice se detuvo el tiempo. 

– ¿Qué pasó? te preguntarás. Pues lo primero que entró en mi campo visual fueron ese rostro tan familiar que se roba mis pensamientos con insistente frecuencia; frente a mí, entre la multitud estaba la persona que más deseaba ver, la persona por la cual me abstraía a causa de tenerle siempre en mente. En ese momento el ruido a mi alrededor cesó, todo estaba en cámara lenta mientras nos acercábamos el uno a la otra.

 Les confieso que había olvidado por completo donde estaba parada, e incluso hacía donde me dirigía en aquel momento. Ustedes pensarán que soy exagerada pero un evento como este estimado lector, jamás me había sucedido, Él me sonrío, y creí ver en sus ojos un brillo antes desconocido para mí.

   Hola- me dijo luego de plasmar un beso en mi mejilla ruborizada, a lo que yo contesté con la misma salutación. Caminé ahora sobre mis pasos en dirección hacia donde iba aquel chico mientras contestaba en un torrente de palabras a las preguntas realizadas por mi interlocutor (cosas como: ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? Y otras semejantes) Una información que omití es que mientras yo estuve absorta mirándole habían pasado a nuestro lado su mejor amigo, y otro joven que aún el día de hoy su identidad me es desconocida, dejándole atrás conmigo.

    Nos reunimos con aquellos chicos al cabo de unos minutos, pues se detuvieron al notar la ausencia del tercero, realicé las salutaciones correspondientes, por alguna razón ya me había resuelto a caminar con ellos, a pesar de cómo les dije al principio iba a mi casa. Me uní al trío sin mucha dificultad y por alguna razón que desconozco los otros chicos se nos adelantaron unos pasos dejándonos en libertad de hablar sin preocupaciones.

    Les seguíamos con paso tranquilo mientras conversábamos, en una oportunidad puse mi mano sobre su brazo, y él se alarmó preguntándome si me sentía mal. A lo que contesté –Estoy nerviosa, es todo. Creí ver un intento de sonrisa en sus labios y me alivié, le dediqué una sonrisa y continuamos caminando. Luego de haber caminado un poco le pregunté hacia dónde íbamos, a lo que él bromeando contestó –No lo sé, solo los estoy siguiendo. Me reí, no pude evitarlo, continuamos tras los otros dos un rato más y al alcanzarlos intercambiaron una conversación que sinceramente no acabé de comprender del todo, y terminamos sentados frente a una botiqueria, al parecer uno de los acompañantes del mío tenía un resfriado o algo semejante, allí sentada con él deseaba con todas mis fuerzas juntar mis labios y los suyos.

 -Pero estimado amigo, eso no podía suceder, no en ese lugar, no con esa compañía, y no en ese momento; Pero no me mal entiendas, el lugar no era malo, y la compañía a él le resultaba grata y de confianza, El asunto era que nunca antes he besado sus labios, y necesitaba valor, lo estaba reuniendo desde el momento que lo encontrase yo hacía una hora atrás, y ya lo poseía, pero el momento me pareció incorrecto para tal muestra de afecto que yo quería darle.

   Luego de que su compañero efectuase su compra nos dispusimos a caminar nuevamente y por malaventura mía ya estaba yo cerca de mi casa, él resuelto a acompañarme cruzó, y sus amigos pensando que se iría conmigo siguieron su rumbo haciendo señas alusivas a que estarían en contacto,pero yo le dije que no había problema con que se fuera pues ya estaba bastante cerca, y que no quería que se fuera solo por causa mía, él concordó conmigo con la condición de llevarme hasta la siguiente esquina y como no me dio lugar para replica accedí, Nos despedimos como de costumbre, con un abrazo y un beso en la mejilla, aunque en mí ardía el deseo de por probar sus labios decliné nuevamente negando con la cabeza agacha y me fui sin mirar atrás.    

Mi Persona favorita ❤Where stories live. Discover now