Miré hacia mi costado para mirar la hora, tres de la madrugada. No duermo por los nervios del partido contra Ecuador, que definía si íbamos o no al repechaje y las cosas que me pasan con Paulo no dejan de pasarse por mi cabeza.
Bajé al patio y me senté en una de las tantas sillas que había. Después de unos minutos alguien me habló.
-¿Necesitas compañía?- alguien me preguntó sorprendiéndome y ese alguien era Paulo sonriendo.
-¿Si querés?- pregunté y el me asintió.
-¿Qué haces acá?-preguntó después de sentarse a mi lado.
-Imsonio, ¿Vos?- le pregunté.
-Lo mismo- me dijo y me dio una sonrisa triste.
-A vos te pasa otra cosa ¿o me parece?- le pregunté y el negó.
-No sé creo que debe ser por los partidos y todo eso- me dijo y miró al cielo.
-¿Que extrañas?- le pregunté y el sonrió volviendo la mirada hacia mí.
-Tus besos- me dijo mirándo fijamente y yo, corrí la vista a otro lado para que no me vea sonrojada.
-Ah, ¿Si?- pregunté dándome vuelta y el justo me planto un beso, obvio se lo seguí. Tampoco soy tan boluda.
Después de un rato hablando y de besos robados, decidimos ir a tratar de dormir ya que dentro de unas horas nos tendríamos que estar alistando para los entrenamientos.
-Buenas noches- habló Paulo cuando llegamos a la puerta de mi habitación.
Me dio un pequeño beso.
-Buenas noches Pau- le dije en el beso, el sonrió y me enamore un poquito más.
Entre a mi habitación y estaban Celeste y Cecilia desparramadas por el piso y con sábanas. Tome mis cosas fui al baño, me puse el pijama y me fui a la cama pensando en Paulo.
(...)
Me desperté por los gritos de Ceci, quien se encontraba encima mío, y a su lado Ceci, quienes me miraban con una sonrisa de rara.
Locas.
-¿Qué?- pregunté ronca.
-¿No nos pensabas decir que anoche estabas con Paulo?- preguntó pícara Cecilia. Suspiré y las empujé para que me dejaran levantar de la cama.
-¿Cómo saben ustedes?- pregunté encaminandome hacia el baño.
-No sé, capaz es porque anoche llamo el Kun, a las ¿tres y media, Ceci?- le preguntó sarcástica.
-Cuatro- contestó está, desde el pequeño sofá de la habitación, con su teléfono en mano.
-Y raramente vos no estabas en la habitación- dijo encogiendose de hombros.
-¿Por lo menos contestaste?- le pregunte lavandome la cara.
-Si, y me dijo que era muy probable que estes en el patio con cierta compañía- dijo subiendo y bajando las cejas, yo suspiré cerrando los ojos y escuché la risa de Ceci.
-Ceci, ¿me la podes sacar de acá?- pregunté cepillandome los dientes.
Escuche una carcajada y unos pasos.
-Si mi capitana- dijo con voz grabe y colocando su mano en su frente, para luego sonreirme y sacar a Cele jalandola de la mano y cerrar la puerta. Reí.
-Dios mío- solté
(...)
Después de contarle a las chicas lo que pasó durante la madrugada con Paulo, bajamos a desayunar.
-Buenas- saludé entrando al comedor. Algunos me devolvieron el saludo.
-Hoy te despertaste de buen humor- dijo mi hermano, el cual estaba hablando con alguno de los chicos, me sente en la mesa.- Demasiado raro viniendo de vos, ¿te sentis bien?- preguntó sonriendo y yo le saqué la lengua.
Miré hacia el frente y me encontré con Paulo, quien también estaba mirándome. Le sonreí y el me devolvió el gesto, acompañado por un guiño y un sonrojo de mi parte.
(...)
El entrenamiento estaba siendo muy pesado y cansador.
Mi grupo todavía seguía entrenando, mientras el otro grupo ya estaba estirando y el grupo de los chicos ya estaba liberado, quienes nos estaban mirando desde un costado, todos sentados en el pasto.
-Dos minutos más y estiran- gritó el preparador a lo que yo me queje, soltando un gruñido.
-Dios, me estoy muriendo- dije mientras seguía con la pequeña corrida y luego el zigzag para luego repetir la acción.
-Exagerada- dijo Leo riendo y provocando la risa de algunos.
Luego de unos segundos más, Sebastián dio por terminda la jornada cuando dijo sus ya esperadas palabras.
-Listo chic...- en ese momento me tire al piso y rió.
-Enlonga, no te quedes ahi que mañana vas a quedar dura- me retó Masche, todos rieron.
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La Nueva ||Paulo Dybala
FanficElla es Bárbara Agüero, tiene 19 años, promesa en River Plate y su sueño es poder jugar en la Selección Argentina femenina. Paulo Dybala, 23 años, la joya della Juventus, jugador del seleccionado argentino. Él se enamora de ella, ella de él. ¿Qué p...