Y permíteme decirte
que los "yo te espero" no me sirven
y que no hay amistad donde solo se quiere amor.
Permíteme decirte
que no eres víctima de nadie
que solo eres tu propia víctima.
Que los llantos y los días malos no existen
y que soy persona y tengo corazón,
o al menos, la razón nos lleva a eso.
Permíteme decirte
que soy egoísta y que no se me da bien compartir
cosas que les tengo aprecio como a mi corazón.
Y no, no te lo ganas,
haces que la coraza aparezca y que el frío vuelva.
Que no te engañe la suave brisa de un día perdido
y los rápidos latidos de un cuerpo ardiente
con un fuego que se transforma en ganas de verte.
Permíteme decirte
que el tiempo es aliado cuando quiere
y que la palabra "prisa" rima con "brisa",
y eso fue, una brisa con prisa.
Eso fuiste y no te autoengañes,
porque que conste que yo no te estoy engañando,
que las flores son hermosas hasta que se marchitan
y que las palabras escritas en papel son tan reales
hasta que el fuego decide convertirlas en cenizas.
Y permíteme decirte
que yo también me canso y que las caídas no fueron en vano.
Que mi alcohol es el descontrol de unas horas
y mis drogas son figuras geométricas partidas
que se unen formando una.
Que no creo en bebidas y prohibiciones,
ni en fuegos ni humos con olor a veneno.
Que yo me drogo con la fragancia llamada revolución de corazones.
Que todos los días fumo libertad en vuelta en agobio
por saber que la revolución no acaba
y que los franceses quieren abandonarla.
Y me voy.
Permíteme decirte
que no me llames por mi nombre
que no pienso mirarte
para que el corazón no se equivoque y piense que la revolución continúa.
No tiene solución,
no tiene sentido pelear si no hay nada por lo que hacerlo...
ESTÁS LEYENDO
Si el mundo no decide ponerse en mi contra.
PuisiTe invito a sentarte y leerme con ojos atentos y café en vena. Te invito a odiar o amar estos versos procedentes de las noches con música alta, donde llora el corazón y sangran las orejas. Te invito a un viaje como es debido, donde la cabeza no pien...