Please! Be my boyfriend []

E N O Y T R I H T

Este, es un episodio de espejo alternativo (o así me gustó decirle xd) el caso es, que ustedes van a decidir si quieren que se tome en cuenta a la trama original o no.

¿Cuál es el propósito?

Ya deberías saberlo. Bueno, no jaja. Pues que dependiendo de su respuesta, será el camino que tome el fanfic pues tengo dos ideas en mente pero no se cuál tomar, jeje. Una termina bien y otra termina mal, pero no les diré cuál es cual así que depende de su decisión :v

¿Listos? Pos a leer~

+- 31

Pocas son las veces es las que las cosas toman un curso especialmente conveniente para mí y éste era uno de eso momentos.

El camino a la casa de Arthur es relativamente corto pero yo quise tomarme el máximo tiempo posible, tomé los caminos que alargaban el transcurso y mientras yo me lamentaba internamente la equivocación en el sabor del helado, él planeaba cosas maravillosas en esa cabeza custodiada por las cejas de la perdición.

--¿Cómo sabías que este era mi sabor favorito?—preguntó demasiado cerca de mi oreja, tanto que un cosquilleo se concentró ahí y fue a parar muy cerca de... ya saben dónde, para qué lo digo.

--Es que también soy aprendiz de brujo—ah, siento que hay momentos en los que debo dejar los juegos a un lado pero en este momento estoy demasiado emocionado, no puedo cambiar al modo seductor y no sé por qué.

--Claro...--entonces hubo un corto silencio entre ambos y cuando yo me decía a seguir con una plática menos estúpida, él hizo algo que me congeló hasta las pestañas.

Puso algo muy frío en mi cuello, yo inmediatamente supuse que era el helado pero creí que me había ensuciado por accidente...mi inocencia es demasiada, lo sé.

--Me encanta la vainilla—habló luego de pasar su lengua lentamente por mi cuello, la sensación fría y luego caliente me estaban provocando espasmos demasiado preocupantes, ¡no quiero matarnos por perder el control mientras manejo! Oh, ¿y saben qué? A partir de ahora la vainilla también es mi sabor favorito.

Arthur siguió haciendo eso con el helado, a veces me mordía con delicadeza o me daba besos prolongados y suaves. Todo mientras se abrazaba cada vez más fuerte a mi espalda, rodeando mi cintura con sus brazos y escondiendo sus actos impuros bajo mi barbilla, en mi hombro y contra mi cuello.

Si esto no es sexo vial, entonces no sé lo que sea.

Pero por alguna extraña razón ahora yo era el que quería detenerse, me estaba incomodando demasiado y la calle no es mejor lugar para estas cosas, por más caliente que sea. Aceleré y pronto llegamos a su casa, bajé la velocidad para detenerme pero él no dejaba de abrazarme.

--A-Arthur, ya llegamos—le sacudí un poco del muslo pues como estaba sólo podía hacer eso sin ser demasiado brusco—tus engendros no están mirando desde la entrada y parece que me quieren lanzar petardos—y era cierto los dos parecen cultivar sentimientos impuros contra mi. En cuanto dije eso, se bajó hecho una bala dirigible que fue a atestarse contra sus hermanos.

Les gritó algunas impropiedades y ellos entraron, él se quedó afuera un momento y volteó a verme con una sonrisa. Se lamió el labio y entró a su casa.

Ahora sí creo que me vine.

(...)

Como pude, llegué a mi apartamento hecho un manojo de sentimientos y erecciones inoportunas. Suena como si fuera un depravado pero es cierto, ahora es cuando entiendo el porqué de la discriminación contra los jóvenes como yo, incomprendidos seres de la naturaleza.

Como dije antes, tengo un problema entre mis piernas, un problema que provocó Arthur y su jodida lengua de dios griego gay. Subí usando el ascensor, entré y me tiré al suelo sobre mis nalgas, estaba sudando y respirando desesperado. Ya sabrán lo que me propuse a hacer en ese momento para calmar mis instintos pero, repito, mi vida es un escenario cruel.

--¿Qué crees que haces, bastardo?—una voz se escuchó desde la pequeña cocina de mi apartamento, una persona iba saliendo y encendió la luz de un golpe con su mano sobre el interruptor.

--¿Feli?—y eso creí hasta que vi bien al intruso, que estaba comiéndose mi burrito súper especial de reserva. Sus facciones eran idénticas pero las expresiones hacía que se vieran demasiado diferentes al mismo tiempo, además sus ojos eran diferentes y su carácter también.

--¿Tengo cara de retrasado? Cazzo, te romperé los dientes estúpido amigo de Feliciano—respondió con un tono feroz, en serio creí que iba a golpearme pero sólo sacudió el burrito hacia mí, salpicándome con el relleno.

--¿Cómo entraste a mi casa?—me acerqué un poco pero volvió a ahuyentarme al sacudir aun más el burrito que se estaba quedando flácido.

--Soy italiano, idiota—respondió como si le explicara a un mono algo demasiado obvio. Este tipo es todo lo contrario a Feli pero sigo sin entender qué hace aquí—vine a cobrar cuentas, mi hermano ya pagó pero faltas tú, bastardo--¿soy yo o no puede completar una frase sin antes decir una ofensa?

--¿Cuentas? ¿Eres el maldito padrino o qué?—ya me estaba molestando, primero invaden mi propiedad, se comen mi burrito y lo riegan por el suelo, me ofenden ¡y ahora me acusan de algo que no hice!—Debes estar confundiéndote amigo, tengo historial limpio.

--Primero—empieza a nombrar con su dedo medio—no soy tu jodido amigo. Segundo, me refiero a mi puto auto que tú y Feliciano jodieron. Tercero, si te reúsas a pagar le diré a la policía sobre tu aventura criminal con el comunista de la calle Lenin a la casa del nerd aristócrata cara de culo.

¿Pero qué demonios le pasa a la lengua de este tipo? Cielos, me van a sangrar los oídos.

--Eh...--pensé las cosas, él vino bien preparado--¿Quieres dinero? Porque mejor te enteras que soy estudiante y apenas vivo de pan y agua.

--No, cazzo—suspiró tomándose del puente de la nariz—Quiero que le des un mensaje al bastardo de Antonio—hizo una pausa—y que me des una caja de esos burritos.

A hora sí, escojan con sabiduría (?)

¿Se toma en cuanta este capítulo?

@Sí

@No